Música incidental sobre la grandeza de la montaña
Música incidental sobre la grandeza de la montaña A rquitecto, documentalista, montañista, compositor y diseñador sonoro, las referencias más directas alrededor de Philippe Boisier (50) giran alrededor de su participación en Panico, una de las bandas más impresionantes de la escena underground de fin de siglo. Estaba a cargo de los teclados y la electrónica, y tuvo un rol especial en el disco "Telepathic sonora", que se gestó en Francia.
Por entonces Boisier se presentaba con el alias de Mambo Bit, pero su identidad musical de mayor peso y determinación es la de Icalma, que él comenzó a utilizar poco después de esa historia con Panico y que hoy recupera tras 20 años de silencio. "Habitar la inmensidad" es su nuevo trabajo, un disco que viene a proyectar música escrita para una serie de documentales. Es un área que Boisier --o Icalma-ha desarrollado como compositor incluso desde los años 90. "En 1998 formé el grupo Mambotaxi para tocar la música que estaba haciendo para cuatro cortometrajes independientes. Me desarrollé en esa faceta como músico, pero también hacía diseño sonoro para instalaciones de arte. La primera fue en 1996 en la Escuela de Arquitectura de la U. Católica: `Under construction N1', con la que tomé contacto con el paisaje sonoro y la música concreta", refiere. Disponible ahora en plataformas de escucha y en edición limitada de discos de vinilo, "Habitar la inmensidad" expone sus últimas creaciones con Icalma. El nombre de la laguna en La Araucanía andina, cerca de Lonquimay, es simbólico también para una propuesta de Boisier en que la música se conecta con la naturaleza.
A través de Icalma ha publicado esos trabajos suyos para medios, instalaciones, exposiciones de arte y fotografía submarina, y composiciones con enfoque incidental, como las bandas sonoras para la serie "Gen Mishima" (2008) y la película de Alicia Scherson "Turistas" (2009). "Habitar la inmensidad", que toma el nombre de una serie de fotografías de Pablo Valenzuela, reúne el material para la serie documental "La montaña imaginaria", tres películas suyas acerca del montañismo en Chile, pero sobre todo acerca de esa inmensidad que representa la montaña frente a los expedicionarios.
Emitida por Canal 13 Cable, se basa en el archivo audiovisual de Gastón Oyarzún, un pionero del montañismo chileno, que encabezó la primera expedición chilena al Everest, en 1983. "En 2014 perdí mi estudio en un incendio, así que dejé de producir música como lo venía haciendo. Ese año conocí el montañismo, entré al Club Alemán Andino, escribí ensayos sobre naturalistas, expedicionarios, arrieros. Y empecé a recorrer mucho la cordillera con randonnée (modo de esquí de travesía), lo que me permitió entrar a valles nevados desconocidos", dice. La música de Icalma aquí se centra en piezas instrumentales, con piano, guitarra, percusiones e incluso flautas étnicas que evocan el universo de lo andino. Están en formato canción, vale decir, con partes establecidas, pero también Boisier desarrolla relatos sonoros de mayor abstracción en la estética ambient.
La música del cuarto documental en el disco es "El cruce de los Andes de dos pintores viajeros del siglo XIX", estrenado este año en el Centro de Estudios Públicos, y aquí el relato sobrepasa el montañismo: es la travesía realizada en 1838 por Rugendas y Robert Krause, que quedaría registrado en sus pinturas y dibujos. Música incidental sobre la grandeza de la montaña El músico que integró grupos como Luna in Caelo y Panico presenta "Habitar la inmensidad", con composiciones para cuatro documentales. PHILIPPE BOISIER REGRESA COMO ICALMA TRAS 20 AÑOS: IÑIGO DÍAZ El arquitecto Philippe Boisier es también el músico Icalma. Su nuevo disco aborda la montaña. ANDRÉS VARGAS.