El derecho de decidir en Chile, a quién le pertenece
El derecho de decidir en Chile, a quién le pertenece Nelson Leiva Lerzundi Cientista Político El El compromiso del presidente Gabriel Boric de impulsare! proyecto de ley sobre el aborto legal para la segunda mitad del año, sigue adelante.
En sus palabras “las mujeres de Chile merecen su derecho a decidir”, y siguiendo esa línea comunica que el gobierno ingresó a Contraloría un nuevo estatuto para la ley que regula la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo. Así deja en claro que su compromiso está en avanzar en tales temáticas y no retroceder. En contraste, el Arzobispo de Santiago, Fernando Chomalí, en respuesta expresó abiertamente que el presidente presidente se equivoca al promover este proyecto de ley sobre el aborto, desde su visión religiosa y valórica.
No obstante, reconoce que tan solo es una voz más dentro de todas las interesadas, una procedente del respeto y la convicción, sin el afán de imposición absolutista, sino entendiendo que quienes deciden finalmente es el legislativo.
De igual manera, la oposición se enunció disconforme con lo expresado por el mandatario, resaltando que el gobierno no tiene los votos necesarios para aprobar y que es preciso tener presente que con esa decisión decisión pone en riesgo la construcción de los acuerdos para el pacto y la reforma previsional. Además, sostienen que su discurso divide a los chilenos, prescindiendo de las cosas que son importantes para ellos y de sus necesidades necesidades diarias.
Frente a esta mirada tan progresista, es preciso reconocer algunos elementos que estuvieron presentes en la formación de Gabriel Boric: Dios, la Democracia Cristiana, libros y las percepciones vinculadas con sus raíces; entre ellas su madre, reconocida en los círculos cercanos como religiosa y filántropa, perteneciente al movimiento conservador católico Schoenstatt. Por lo tanto, nuestro presidente creció en el seno de una familia profundamente Cristiana y conservadora, y sin duda anti abortista. Además, con una reconocida cercanía familiar a la Democracia Cristiana. Y a pesar de esto, él quiere ser inclusivo.
Entonces, evidentemente ahora que está gobernando con una coalición progresista, donde están representadas representadas muchas minorías, tiene que conllevar una política que favorezca a ese 30% que son su base de apoyo electoral, aparte de ser los que sostienen al gobierno. Esto significa que deberán despachar leyes sobre temáticas reconocidamente impopulares pese a que su aprobación en la cámara es poco probable que ocurra. La tarea del mandatario es politizar, o sea, establecer la discusión en el sistema sobre las temáticas de su interés. interés. En particular, ahora es coaccionado por los sectores de minorías a cambio de apoyo, por lo que debe dirigir la discusión pública alrededor de tales ideologías. Esa es la manera de provocación de estos sectores, que para bien o para mal, es su forma de hacer política, ya que se miran en el espejo del Pesoe español y sus prácticas. En consecuencia, el presidente Boric debe impulsar todos estas materias, aunque elegidos a dedo y a conveniencia conveniencia electoral, como muy bien olfatea el Arzobispo Francisco Chomalí. Muchos hubiéramos querido que además de estos temas incluyera la regulación del bullying en los colegios, que registra la segunda más alta demanda de denuncias en 10 años. O bien la inclusión de la discapacidad más allá de la rehabibtación, para agregar trabajo y dignidad a quienes viven limitados. A saber, por qué se afirma solamente de los grupos minoritarios de índole sexual y feminista, cuando existen existen tantos grupos necesitados en todo el país. Eso llama mucho la atención. De igual manera se debe considerar la salvaguardia del Arzobispo Chomalí, ya que no tan sólo es sacerdote, sacerdote, sino que lo acompaña siendo científico, máster en Bioética, entre otros. Eso lo hace una persona perspicaz, que está al tanto de cosas que puede decir y de otras que no. Por lo que sus declaraciones quedan en el campode campode la interpretación. En resumidas cuentas, no se puede entender las posiciones del presidente Boric sin ver una intención política política detrás. Pese a lo cual, no termina incluyendo a todos los chilenos, más bien incluye solamente al nicho al que quiere llegar, cuando la política tiene que hacerse para todos..