Autor: Daniela Catalán Ramirez académica de Ingeniería Comercial Universidad San Sebastián
Jóvenes y trabajo en verano
E En verano, es común ver a muchos estudiantes de universidades e institutos integrándose al mundo laboral a través de trabajos temporales. Sin embargo, esta práctica, que tradicionalmente se asocia con un ingreso extra o el ahorro para objetivos personales, tiene un impacto que trasciende lo meramente económico. Trabajar en verano brinda a los jóvenes una oportunidad invaluable para desarrollarse integralmente. Estas experiencias tempranas fomentan la responsabilidad, la gestión del tiempo y el valor del esfuerzo, competencias esenciales que dificilmente se adquieren solo enel aula. Además, permiten explorar intereses profesionales, ganar confianza y adquirir habilidades que les serán útiles a lo largo de su vida personal y laboral. El trabajo estival también contribuye a la formación del carácter. Los jóvenes aprenden sobre el valor del compromiso, la importancia de la empatía en equipos de trabajo diversos y cómo afrontar desafios cotidianos en entornos reales. A través vivencias, descubren lo satisfactorio que es alcanzar metas y superar dificultades, reforzando su autoestima y sentido de logro Por otro lado, trabajar en verano permite a los jóvenes conectarse con su entorno.
Participar en actividades productivas los vincula con sus comunidades, generando en ellos un sentido de pertenencia y un interés por aportar al desarrollo social, Estas experiencias, lejos de ser únicamente transitorias, dejan un impacto duradero que moldea su visión del mundo y su papel en él, En este contexto, resulta fundamental que valoremos y fomentemos este tipo de experiencias. Más allá de los beneficios económicos inmediatos, el trabajo en verano es una escuela de vida que prepara a nuestros jóvenes para enfrentar el futuro con madurez, autonomía y compromiso