Autor: Lina Meruane
ESCRITURA PENSADA
ESCRITURA PENSADA La crítica de Pedro GandolfoTANTOS FRENTESEditorial U. de Talca, 140 páginas, $15.000 NO FICCIÓNNo todo artista produce una reflexión sobre su propia creación. No todo artista está obligado a hacerlo, siendo más bien raro el caso de quien lo haga en profundidad. Precisamente, Lina Meruane es uno de estos últimos. Así, la palabra que primero se viene a la cabeza cuando se lee este libro es lucidez. La lucidez es la luz que la razón, y el corazón también tiene sus razones como dice Pascal, echa sobre los movimientos del propio pensar, de la vida y de la creación. Es un espejeo palabra que Meruane emplea varias veces del yo sobre sí mismo con el propósito de autodilucidarse. “Lucidez-dilucidacion” que nunca es completa y difinitiva como lo subraya la autora manteniendo zonas de sombras y dudas.
En la primera parte de este texto Meruane se concentra en relatar y pensar su formación como escritora y su singular relación con la escritura y la literatura, una dimensión de su reflexión que atraviesa todo el libro. El lector descubrirá ahí la radical precocidad de ese vínculo.
Desde temprana edad la escritura se establece en la vida de Lina Meruane como un espacio de libertad, placer y crítica: “En la escritura uno no está obligado a nada, eso sería un contrasentido”. La libertad se despliega en todas las direcciones: con respecto al tema elegido, con respecto a los lectores (“liberarse de tener que gustarles a los lectores, ese es otro de mis principios”) y con respecto a una preceptiva del escribir (“la reglas en literatura destruyen la literatura”). Meruane escribe desde sus intuiciones y sus obsesiones y las lleva a sus límites con rigor sin temer a lo experimental. La relación con la escritura de Meruane no debería señalarse, así, como difícil y sufriente, sino que se atiene a un íntimo modo de ser.
Existe una continuidad entre la creación literaria de la autora y estasreflexiones en el sentido de que si bien sus narraciones no son narraciones de tesis, están construidas a partir de una pregunta que las articulan. Este carácter reflexivo de sus creaciones explica la relación estrecha que se establece entre estas y el ensayo como género, así como el cultivo paralelo de ambos.
Los distintos “frentes” dan lugar a partes diferentes del libro, como si escribir, en un contexto cultural más bien adverso supusiera dar una batalla, sobre todo, para mantenerse fiel a sí misma: entre esos frentes, interrelacionados, se hallan el lenguaje y sus convenciones, el poder en sus múltiples manifestaciones, el patriarcado y su acoso a la mujer y Palestina y la identi-dad.
Son sumamente iluminadores los fragmentos que dedica a la manera como el poder, el cuerpo y la enfermedad convergen en su escritura y determinan centralmente escenarios, personas y tramas, siempre teniendo a la vista una narración que a la vez que narra piensa lo social, en una suerte de provocación a través del lenguaje. Es patente cómo en todas estas intancias que la constituyen como persona y autora Meruane elude, en el pensamiento y en la escritura, el lugar común.
Quizás sea útil pensar esta actitud a partir del concepto de “doxa”, tal como lo propone Roland Barthes, esto es, una opinión común, compartida socialmente o en distintos segmentos sociales, convencionalmente aceptada, un cúmulo de convenciones que ocultan el matiz, la diferencia y el conflicto. Meruane es, desde este ángulo, una “heterodoxa”, un sujeto que pone en cuestión los paradigmas socioculturales dominantes, incluso, aquellos que piensan la diferencia, la marginalidad y la exclusión. El texto Tantos frentes es también un texto heterodoxo.
Gracias al excelente trabajo de Catalina Mena, que extrajo respuestas medulares de las distintas entrevistas dadas por Lina Meruane, resulta un escrito novedoso también en lo formal, una mezcla entre entrevista y ensayo, un escrito fragmentario, por momentos aforístico, pero que, en su fragmentación, no obstante, logra una unidad de tono, como si fuera un ensayo unitario sin perder la frescura, llaneza y rapidez de la entrevista. Este “género” híbrido es, sin duda, un gran acierto de este libro. Tantos frentes esun libro necesario a la hora de la comprensión de la obra de Lina Meruane. Pero, sería un error limitar su aporte a ese ámbito que ya por sí solo justifica su lectura. Meruane piensa los tópicos que se le plantean más allá de sus textos. Sus afirmaciones, opiniones e ideas iluminan ampliamente las temáticas que abordan. Al leerla, en efecto, el lector sentirá que ciertos obstáculos que nublan cognitivamente el acercamiento a una aporia ceden gracias a la inteligencia clara de la autora. Meruane es perspicaz, aguda y amable en su forma de expresarse, no distrayéndose en hermetismos pedantes. Tantos frentes, no obstante que aborda frontalmente los temas que lo reclaman, está escrito desde un lugar muy íntimo y propio del yo, lo cual genera una honda simpatía hacia su pensar.
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