"Ojalá las nuevas generaciones puedan de quienes vivieron en la pampa" rescatar algo de la solidaridad y valores
"Ojalá las nuevas generaciones puedan de quienes vivieron en la pampa" rescatar algo de la solidaridad y valores si resume Sergio A Mortecino Berrios, de 71 años, lo que sig. ¿Sus padres fueron pampinos? ¿ Cómo llegaron allá y dónde vivieron? Mis padres no eran pamplnos de origen, pero llegaron por trabajo. Mi papá, Lautaro, trabajaba en la empresa en Pedro de Valdivia. Fueali dondese instabaron y donde yo pasé gran partedemi niñez. Nacien Tocopilla, pero mi infancia fue completamente pampina. Viviamos en una comunidad que parecia un gran vecindario. Todos se conocian, se ayudaban. Era una vida muy distinta a la de ahora. ¿Qué recuerdos atesora de su paso por la calichera? ·La pampa era tranquila, segura. Los niños jugábamos libremente hasta que caia el sol. Nadie tenía miedo de que algo pasara. Había una sensación de protección, de comunidad. Uno podia ir de una callea otra, y en cadacasa te recibian con cariño. Noexistian los problemas de delincuenda que se ven hoy. Todo era más simple, más humano. nicó crecer en la pampa salitrera. "Con una pelota y unas zapatilas blancas, éramos los niños más felices del mundo", destacó. Su infancia transcurrio entre el polvo del desierto, las risas compartidas con vecinos y los valores de su comunidad que aún hoy lleva consigo. Residió en la oficina Pedro de Valdivia, donde la vida, aunque austera, estaba llena de sentido. "Todo compartíamos, nadie quedaba fuera", recuerda con emoción. Sergio Montecino repasa cómola pampa moldeó su carácter: la escuela consolidada, los juegos callejeros hasta el anochecer, los personajesquedabanvidaa laoficina y las enseñanzas que aún transmite a sus hijos.
A más de medio siglo de distancia, su memoria sigue intacta: el club de golf con arboles regados a mano, el teatro lleno, los molinos de agua, los helados 'Paquito', y una comunidad donde el respeto y la solidaridad eran la norma. Vivió hasta los Il años en la pampa, pero fue todas las vacaclones y fines de semana hasta 1971. Estudió en el Colegio San Jose y San Luis en Antofagasta. Ahora reside en Tocopilla. ¿Cómo fue su etapa escolar? ¿ Hasta cuando vivió en la pampa? -Fui a la escuela consolidada de Pedro de Vaklivia. Recuerdo a los profesores, a miscompañleros, los recreos en los que saliamos corriendo a jugar. Después, mi familia se trasladó a Alto Hospicio y ya no volvimos a vivir en la pampa. Pero todo lo que vivi allá se me quedo grabado. Formô mi carácter, mis valores, mi forma de ver la vida. ¿Cree que esa experiencia influyó en la forma en que usted crió a sus hijos? -Si, completamente. Yo era un niño tranquilo, feliz, sin problemas mayores, y eso me ayudó mucho. Cuando formé mi familia, traté de criar a mis hijos con los mismos principios: respeto, humildad, gratitud. Allá aprendi que nose necesita mucho para ser feliz. Lo que importa es el afecto, la contención, el sentirse parte de algo. ¿Cómo se entretenian en su infancia? ¿ Qué cosas los hacían felices? Conmuy poquito. Teníamos una pelota, una bicicleta, una cuerda para saltar. ... y eso era todo. Nos pasábamos horas inventando juegos. Las zapatillasblancas para educación fisica eran un tesoro. Un helado "Paquito', una visita al teatro, un paseo por los molinos de agua. Todo se vivia intensamente. Hoy, losniñosestán rodeados de tecnología, pero no se si tienen la misma felicidad. ¿Qué personajes o costumbres recuerda con especial cariño? -Muchos. Estaba el señor que arreglaba zapatos, el que ponia música con discos chilenos, el periodista que después terminó arreglando máquinas porque no lo dejaron ejercer. En el teatro se juntaba todo el mundo, era el panorama del fin de semana. También estaban los partidos de futbol, los clubes, los paseos al parque. Uno conocia a todos: amigos de abajo, de arriba, de todas partes. ¿Qué enseñanza le dejó la pampa que todavía lo acompaña? La solidaridad. La gente compartia, no había egoísmo. Aprendimos a valorar lo que teniamos, por poco que fuera. Hoy eso se ha perdido un poco. Antes, con un juego o una caminata entre amigos, uno se sentia pleno.
Esa forma de vivir me enseñó que la verdadera riqueza está en las relaciones, en la comunidad. ¿Qué le diria a los jovenes de hoy sobre lo que fue crecer en la pampa? -Que aprendan a disfrutar lo simple, que valoren lo que tienen. En la pampa éramos felices con muy poco. No se trata de tener más, sino de vivir mejor. Ojalá las nuevas generaciones pudieran rescatar algo de eso: el compañerismo, la humildad, el respeto. Todo eso lo aprendimos alla, en medio del desierto, pero rodeados de cariño.. Sergio Montecino Berríos: UNA PICHANGA JUNTO A SUS HERMANOS MAYORES EN LA OFIICNA PEDRO DE VALDIVIA.