Advierten drástica caída en población de huemules y la necesidad de un parque nacional
Advierten drástica caída en población de huemules y la necesidad de un parque nacional biólogo estadounidense anthony Povilitis Avistó los primeros huemules en la región en 1975, regresó a Ñuble y asegura que la especie está en un declive crítico, con menos de 100 ejemplares. La presión humana, la fragmentación del hábitat y la presencia de ganado son las principales amenazas.
Propone la creación de un parque nacional más amplio y con estricta planificación para proteger al emblemático ciervo andino. susana núñez diario@ladiscusion.cl fotos: la discusión E n la década del 70' un biólogo norteamericano visitó la zona cordillerana de la entonces Provincia de Ñuble en búsqueda de huemules. Se trataba, en ese entonces, de un veinteañero, Anthony Povilitis, quien llegó a Chile para cumplir con la misión de encontrar evidencia científica que comprobara la existencia de este ciervo en Pinto. No falló en su expedición encomendada por Conaf. Encontró huellas y fecas, y tras días de búsqueda, en medio de un bosque de lengas, logró el avistamiento de la especie en el sector del río Chillán Alto. La foto llegó un poco después, ese mismo año. Fue una hembra sobre el río Ñuble. Ese registro del 26 de enero de 1975 fue clave para la protección de su hábitat y la base para cimentar la creación de la Reserva Ñuble en 1978.
En el presente, con más de 70 años, Anthony, codirector y fundador de la ONG Life Net Nature, con vasta experiencia en estudio y protección de especies amenazadas en el mundo, visitó nuevamente la Región de Ñuble, en uno de sus tantos viajes a Chil, realizados en solitario o con voluntarios, investigadores y estudiantes, para chequear el devenir de la especie y aportar en planes de conservación. Sus estudios no solo se han radicado en Ñuble, también en la Región de Aysén, donde analizó por ejemplo; el comportamiento de los huemules durante el celo.
Antes de regresar a Florida, en EE.UU., donde reside junto a su esposa, bióloga y creadora de un centro de investigación en Ecuador, conversó con La Discusión para entregar un nuevo diagnóstico del estado de la especie en la zona central y en el sur del país, miradas que también compartió en un encuentro con organizaciones de la sociedad civil, academia y organismos públicos en Chillán.
Su análisis de la población en la Región de Ñuble no fue alentador y dejó en manifiesto un escenario aún más preocupante para este animal en peligro de extinción. "Tengo colegas y muchos amigos y hemos estamos conversando, de que llegamos a un tiempo muy importante para la conservación y la recuperación de huemules andinos en Chile central. Entonces, en parte, llegué para ver los cambios y pensar qué viene en el futuro para esta región, principalmente, y para Aysén. Creo que los huemules en Aysén todavía están en peligro de extinción, pero no tanto como acá", dijo.
A través de los rastros dejados por el ciervo en su paso, el experto ha logrado analizar el comportamiento del animal y la cantidad de ejemplares, constatando diferencias importantes entre las poblaciones de Ñuble y de Aysén. "Durante el análisis a la fecha, con material de ADN, se han detectado diferencias. He notado una diferencia en comportamiento ante la presencia de gente. Aquí se arranca muy rápido y allá hay grupos y poblaciones mucho más mansas que acá. Esto puede ser una cuestión más de comportamiento, más que físico o genéticamente. Hay una diferencia en la evidencia de material genético, aquí hay menos. Allá en Aysén más, por supuesto, porque hay más animales. Si hay una población de vida silvestre más grande, casi siempre hay más material genético, pero aquí tenemos mucho menos que 100 animales. Es muy poco, se estima que hay 70 u 80.
En Aysén pueden ser 800 o hasta 1.000", reveló.. Advierten drástica caída en población de huemules y la necesidad de un parque nacional Los enemigos Esta conducta arisca del huemul ñublensino y su reducción en número, a la que hace referencia Povilitis en su monitoreo, la atribuye a las presiones que existen sobre su hábitat, cada vez más fragmentado por la acción humana. "Presión de gente, de actividad humana, que no es compatible con la sobrevivencia de huemules. Aquí en Ñuble hay más actividad. Hay una gran diferencia en la densidad humana que en Patagonia. Aquí hay mucha más gente y está creciendo en las últimas décadas. Mucha gente quiere subir a la cordillera para disfrutar la naturaleza, para recrearse al aire libre. Además, hay mucho ganado en la cordillera, afuera de las reservas hay mucho problema para el huemul, por la presencia de ganado. Pero en Aysén en el futuro van a tener muchos más problemas por las mismas razones", alertó. Al realizar un análisis comparativo de la especie en Ñuble, entre sus inspecciones recientes y pasadas, el experto estadounidense expuso una realidad alarmante constatando una merma considerable de la población.
Los perros como posible vector de enfermedades, el ganado cada vez más invasivo en sus fuentes de alimentación y la subdivisión, como obstáculo a su libre tránsito, están entre las razones que atentan contra el hábitat y la integridad del huemul. "Es probable que el número de huemules hoy día es 50% menor que el que tuvimos en (1985). Hay varias razones. La mayor razón es el desarrollo del valle Renegado-Las Trancas. Todo ese sector, ahora, está bien organizado y un gran problema ahí, es la presencia de perros caminando en varios lugares y un perro es un gran peligro para el huemul. Es verdad, aquí y seguramente Aysén, también hay más ganado. Es interesante porque hay ganado en la cordillera aquí, pero la carne que se consume en Chile, un pequeño porcentaje, proviene de la cordillera. La carne viene de otras partes, es importada y de otras partes de Chile. Además, la subdivisión de terrenos, no solo en Las Trancas y Renegado, por el lado de San Fabián, Santa Gertrudis, hay mucha más. Hay un puente cruzando el río Ñuble, donde la gente puede entrar y comprar parcelas, con sus perros", explicó.
Pese a la drástica disminución de la especie, hay señales positivas de recolonización en algunos puntos en la precordillera, lo que encendió la esperanza en el investigador, sin embargo, el ganado resulta una amenaza al invadir el suelo donde la especie se alimenta. "Por lo menos en uno o dos lugares, en años recientes, vimos una recolonización, en Santa Gertrudis y además en la parte sur del río de la Reserva Ñuble, lo que es una indicación muy buena que el huemul puede aumentar su número, si hay protección suficiente para su hábitat, porque es muy fácil si nosotros subimos y vemos la vegetación, en lugares donde hay mucho vacuno, no podemos encontrar casi nada de alimentos para el huemul y el suelo está en mala condición y fuentes de agua, muy importantes especialmente durante el verano, casi no existen, por el impacto del ganado", reveló.
La reserva no es suficiente Entre sus observaciones, Povilitis, enfatizó que la creación de la Reserva Ñuble y la Reserva de Huemules de Niblinto fueron decisiones acertadas, ya que, de lo contrario, el ciervo no hubiese sobrevivido. La mayoría de ellos se concentran allí en la actualidad.
Sin embargo, en los alrededores de estos refugios también se han constatado algunos ejemplares, que a su juicio, es necesario resguardar ante las presiones antes mencionadas. "Afortunadamente tenemos las reservas, porque sin ellas hoy día no existiría el huemul, porque la mayoría de los huemules están dentro de las reservas y alrededores, casi más del 90%. Pero cuando llegué a Chile e hice el primer estudio, la distribución de huemules fue mucho más grande y, por ejemplo, hoy no hay huemules en el sector del río Chillán alto.
Yo tuve dos estudios con familias de huemules, es posible que huemules de Niblinto pueda recomenzar a poblar este sector, pero tiene que ser protegido como un parque nacional y un nivel de protección suficiente para recuperar huemules en el río Chillán alto", detalló. Según el punto de vista del biólogo, avanzar hacia la creación de un parque nacional es una estrategia que, a su juicio, beneficiaría la conservación de la especie.
Sin embargo, advirtió que no basta con cambiar la categoría de la Reserva Ñuble a un parque, se requiere un territorio más extenso, es decir, ampliar los límites de la actual área protegida, no tan solo por la existencia de ciervos fuera de los límites de esta, sino también por el aumento de visitas que generaría un parque. "Puede ser bueno, pero depende. No hay suficiente hábitat para recuperar el huemul. La Reserva Ñuble solo un tercio es hábitat para el huemul. Hay más hábitat fuera de la reserva y es lo mismo con el santuario del Huemul de Niblinto, que está al norte, y la reserva está al sur.
Esto es un problema, porque en este momento el huemul no puede pasar entre las dos, y si tenemos la mitad de la población dentro y alrededor de la Reserva Ñuble y otra mitad más al norte, entonces, tenemos dos subpoblaciones con solamente quizás 30 o 40 animales", expuso.
Para el experto, la creación de un parque nacional es justificada frente a las necesidades actuales de la especie, aunque bajo ciertos parámetros, ya que, sin un espacio más extenso con una articulación pública-privada adecuada, podría ser contraproducente para el animal. "La idea sería formar un parque más grande con las reservas que existen y además tierras privadas de propietarios dispuestas a formar un gran parque. Tiene que ser un proceso paso por paso.
El problema ahora, me informaron, es que hay 1.300 visitantes (a la Reserva Ñuble) con un camino muy malo, pero qué pasaría si el camino fuera muy bueno para pasar, cuántos visitantes tendrían, 2 mil o 5 mil visitantes, es una presión tremenda. Para un parque se tiene que controlar el uso por la gente, como en todas las partes del mundo", enfatizó.
Povilitis recogió la experiencia internacional abundante en el mundo que dan muestras de una planificación rigurosa y apegada al cuidado del medio ambiente, que debería replicarse en Ñuble. "Por ejemplo, hay un campamento para el público en Reserva Ñuble, pero solamente para 20 familias y si vienen 100 o 200 personas el fin de semana, es preocupante. Pero, si hay un parque más grande y bien planificado, en una manera que va prevenir daño al medio ambiente, es posible. Hay mucha experiencia en varias partes del mundo. En EE. UU está el parque Smoky Mountains que tiene 3 millones de personas cada año y una persona necesita una reserva con un año de anticipación.
Hay lugares para acampar, pero estrictamente cuidados, y entonces, con un gran parque hay muchas oportunidades para la gente y el público para subir y disfrutar el medio ambiente y varias actividades, pero tiene que ser muy bien planificado", comentó.
Con la creación de un parque, destacó, se abren oportunidades para la protección de la biodiversidad y para el desarrollo sustentable de la región. "Estamos hablando de un parque nacional grande, en mi opinión la única solución, porque esto va abrir muchas oportunidades para la conservación. Por ejemplo, cuando la gente sabe que hay un parque es un cambio muy importante y es verdad.
Por ejemplo, en Aysén y Magallanes, con el parque Torres del Paine, esto puede motivar una conciencia más fuerte para proteger el medio ambiente y recuperar no solo el huemul, sino la biodiversidad que en esta región es extraordinaria. Mucho más que en Aysén, porque Aysén, en realidad, es mucho más salvaje. Patagonia, es salvaje, pero esta región tiene mucho más valor, desde el punto de la biodiversidad. Comunidades de animales y plantas son muy diferentes y con muchas más especies", valoró.
En ese contexto, el investigador trazó algunas líneas generales para proyectar un modelo de parque nacional en la región sujeto a una alianza públicoprivada. "Especialmente con el crecimiento de visitantes se tiene que pensar que, para manejar, controlar y organizar, se van necesitar más guardaparques, lo que es bueno para el empleo. Además, un convenio con propietarios privados se puede pensar en funciones diferentes, dependiendo de las unidades de parque, puede ser un parque con unidades públicas y privadas. Las privadas pueden ofrecer recomendaciones para la gente, guías para subir, guardaparques pueden ser guías también, lugares para acampar, lugares para montar a caballo y otro lugar para caminar. Hay muchas oportunidades", añadió.
Para cerrar su análisis, Anthony reflexionó en torno a la figura del huemul y el compromiso que debe asumir el país con la especie. "Es un símbolo de la naturaleza, para mucha gente es un tótem.
El huemul ofrece la esperanza para el humano, para nuestra civilización y podemos crear una civilización sostenible, que ahora no tenemos y un parque nacional puede ser un compromiso de Chile con las convenciones del clima. Afortunadamente hay una conciencia más grande de que se necesita preservar, por lo menos, un tercio del mundo para la vida silvestre, entonces, un parque en Chile central puede ser un símbolo de compromiso", subrayó. Llegué para ver los cambios y pensar qué viene en el futuro para esta región, principalmente, y para Aysén. Creo que los huemules en Aysén todavía están en peligro de extinción, pero no tanto como acá" No hay suficiente hábitat para recuperar el huemul. La Reserva Ñuble solo un tercio es hábitat para el huemul. Hay más hábitat fuera de la reserva" En EE. UU está el parque Smoky Mountains que tiene 3 millones de personas cada año y una persona necesita una reserva con un año de anticipación. Hay lugares para acampar, pero estrictamente cuidados". - - - - -