CONSTRUYENDO BIÓSFERAS el futuro del habitar humano
+ ELDÍNAMO | Edición M4 El pabellón Chinampa Veneta, de México, revisita una tecnología agrícola ancestral: las chinampas mesoamericanas.
Este sistema de cultivo flotante invita a imaginar nuevas formas de habitar Venecia, ciudad históricamente definida por su relación con el agua. 5 | La nueva versión de la tradicional Bienal de Venecia, recién inaugurada, comprende 65 pabellones nacionales y una == apuesta clara: redefinir el papel de la arquitectura en un mundo marcado por la crisis climática. Una discusión contingente, donde la arquitectura se entrelaza con la vida vegetal, el paisaje y la memoria ecológica. POR Jeannette Plaut, desde Venecia. fOTO: Building Biospheres 2025 £ Bureau Bas Smets.
El pasado 10 de mayo, en el Arsenal y Giardini de Venecia, comenzó la bienal titulada Intelligens-Natural-Artificial-Colectivo. — tl + 13 | $202 eL DÍNAMO | Edición 14 E ACABA DE INAUGURAR LA 19* BIENNALE DE ARQUITECTURA DE VENECIA, el evento de arquitectura más importante a nivel internacional y que plantea una visión no sólo arquitectónica -sino también políticasobre cómo abordaremos el futuro.
Curada por Carlo Ratti, la versión 2025 se titula Intelligens Natural-Artificial-Colectivo, estará abierta hasta noviembre de este año y es una plataforma fundamental para pensar el papel de la arquitectura en un mundo marcado por la crisis climática.
Inaugurada el pasado 10 de mayo en el Arsenal y Giardini de Venecia, 65 pabellones nacionales y más de 750 participantes configuraron un espacio de reflexión sobre el futuro del habitar humano desde diferentes tipos de inteligencia Una discusión contingente, donde la arquitectura se entrelaza con la vida vegetal, el paisaje y la memoria ecológica Los pabellones nacionales no solo presentan obras, in stalaciones o edificios, sino que articulan posturas.
De esta edición quiero destacar los pabellones de Bélgica y México, los que entablan un diálogo particularmente sugerente: con geografías y contextos muy distintos, ambas propuestas exploran cómo la arquitectura puede integrar procesos vivos —plantas, agua, suelo, microorganismos— para replantear el espacio construido como ecosistema.
Paralelamente, ofrecen visiones complementarias y de contraste sobre el potencial de la naturaleza para abordar una pregunta urgente: ¿ Cómo puede la arquitectura colaborar con los sistemas vivos para enfrentar la crisis climática y redefinir nuestro habitar? La propuesta de Bélgica no solo es visualmente potente. Es una declaración política y ecológica. Las plantas no están ahí como decoración, sino como agentes del entorno desempeñando un papel activo en la regulación del clima interior. El objetivo es claro: demostrar el potencial funcional de la vegetación dentro de la arquitectura.
El Pabellón de Bélgica, titulado Construyendo Biosferas, con: cebido por el arquitecto paisajista Bas Smets y el biólogo Stefano Mancuso, buscó redefinir la relación entre arquitectura, naturaleza y seres humanos, explorando cómo la inteligencia vegetal puede influir en la creación de microclimas interiores sostenibles. La instalación es radicalmente viva: más de 200 plantas habitan el espa cio central del edificio, dispuestas bajo una claraboya que permite una iluminación natural cuidadosamente controlada La propuesta no solo es visualmente potente. Es una declaración política y ecológica. Las plantas no están ahí como decoración, sino como agentes del entorno desempeñando un papel activo en la regulación del clima interior. El objetivo es claro: demostrar el potencial funcional de la vegetación dentro de la arquitectura. Las plantas regulan la temperatura, purifican el aire y generan microclimas. Construyendo Biosferas plantea una nueva forma de pensar el edificio: no como un objeto cerrado, sino como una membrana permeable, un sistema vivo inserto en otros sistemas vivos. Además, la in stalación incorpora tecnología avanzada para monitorear el comportamiento de las plantas. Sensores recogen datos en tiempo real sobre variables como temperatura, humedad y luz, los cuales son procesados para activar sistemas de riego, ilu minación y ventilación.
Es así como Mancuso, conocido por su trabajo en neurobiología vegetal, nos invita a una interesante reflexión: si las plantas tienen capacidad de adaptación e incluso de decisión, ¿por qué no considerar su integración como parte del diseño arquitectónico y no después de él? FOTO: € Jeannette Plaut fOTO: Building 2025 £ Bureau Bas Smets. La Bienal funcionará hasta fines de noviembre en este sector de Venecia. Por otro lado, el pabellón de México —titulado Chinampa Veneta— tiene su origen en la tecnología agrícola ancestral: las chinampas mesoamericanas.
Realizado por un equipo multidisciplinario conformado por Ignacio Urquiza Seoane, María Marín de Buen, Ana Paula Ruiz Galindo Gutiérrez, Sana Frini y Lucio Usobiaga Hegewisch, el pabellón recupera este sistema de cultivo flotante para imaginar nuevas formas de habitar Venecia, una ciudad históricamente definida por su relación con el agua. La chinampa, tradicionalmente vista como una isla cultivable construida sobre cuerpos lacustres, se reinterpreta aquí como modelo ecológico y arquitectónico. No solo por su sostenibilidad, sino porque plantea una arquitectura en simbiosis con el entorno, no en su contra.
El pabellón no presenta una forma terminada, sino una posibilidad: un hábitat híbrido, productivo, adaptable, Ambas propuestas —la belga y la mexicana— se articulan en torno a sistemas vivos, pero desde aproximaciones distintas que sirven de ejemplo para nuestra realidad chilena: una desde la ciencia contemporánea y el paisajismo urbano; otra desde la sabiduría indígena y la arquitectura vernácula. Sin embargo, convergen en lo esencial: proponen repensar la arquitectura no como una máquina para habitar, sino como un ecosistema que coexiste. En Chile, una de las grandes problemáticas relacionadas con el desarrollo urbano es la rápida urbanización y la presión sobre los ecosistemas locales, como en la región central y las áreas costeras.
Laidea de la “arquitectura como ecosistema” -como la que propone Smets con Mancuso a través de una integración de sistemas vivos dentro de los edificiosnos permitiría explorar nuevas formas de concebir la arquitectura no solo como un espacio cerrado, sino como parte activa de su entorno natural.
Así se ayudaría a mitigar las altas temperaturas de las ciudades que crecen cada vez más, mejorar la calidad del aire y promover una convivencia más armónica con la naturaleza, Si bien en nuestro país el modelo de urbanización ha sido muy influenciado por la expansión descontrolada de las ciudades, con la consecuente invasión de áreas naturales, estas propuestas en la Biennale abogan por una arquitectura que no esté en contradicción con la naturaleza, sino que forma parte de ella. Este enfoque podría ser muy relevante para Chile, donde hay un marcado debate sobre cómo mejorar la calidad de vida urbana sin destruir los ecosistemas.
El concepto de “membrana permeable” podría -y debeinspirar la creación de nuevos modelos urbanos, donde la ciudad y la naturaleza se fusionen y se ayuden mutuamente para poder lograr hábitats necesariamente más sostenibles, D DELA AUTORA Jeannette Plaut, arquitecta de la Universidad de Chile, es la actual Decana de la Facultad de Arquitectura Diseño y Artes Digitales de la Universidad Gabriela Mistral. Es directora de Constructo y fue la encargada junto a Marcelo Sarovic del diseño del pabellón de Chile en la Expo Osaka 2025. Antes fue curadora de la Expo Shanghai 2010 y directora de la muestra nacional y encuentro internacional en varias bienales de arquitectura en Chile. En 2016 fue seleccionada por el Mo MA para formar parte de su Instituto Curatorial. Es autora de — 3