Autor: RAFAEL MATHUS
Un regreso recargado y sin límites
Un regreso recargado y sin límites { PERSONAJE MUNDIAL GDA 2024 Donald Trump: }durante la campaña, sorteó escándalos en sus negocios, todas sus causas judiciales, derrotó a todos sus rivales en las primarias del Partido Republicano, y a los dos candidatos presidenciales demócratas.
En la elección general del 5 de noviembre ganó el voto popular el primer republicano en lograrlo en 20 años corrió el mapa de Estados Unidos a la derecha, y dejó al Partido Demócrata sumido en la incredulidad.
Y, por primera vez desde que se lanzó a la política en 2015, Trump logró convertirse en un político popular: más estadounidenses lo ven ahora de manera favorable que desfavorable, según el promedio de sondeos de RealClearPolitics. “En este mandato, todo el mundo quiere ser mi amigo. No sé. Mi personalidad cambió o algo así”, dijo el Presidente electo esta semana.
“Desmantelar el Estado profundo”Trump vuelve a Washington con amplio poder, más respaldo y más experiencia, un combo que no tenía hace ocho años, decidido a imprimir un cambio profundo, radical y duradero en el rumbo de Estados Unidos y a “desmantelar el Estado profundo”. Con ese trasfondo, Trump eligió, esta vez, un gabinete donde sobresale un atributo: la lealtad, algo que no tuvo en su primer mandato cuando terminó con varios encontronazos con algunos de los más altos funcionarios. También escogió a multimillonarios.
El CEO de SpaceX, Tesla y propietario de la red social X, Elon Musk (el hombre más rico del mundo) ya ha tenido un papel tan influyente en el armado del nuevo gobierno que se ganó el apodo de “copresidente”, y tendrá, junto con Vivek Ramaswamy, la misión de pasar la motosierra por el go-bierno federal, una tarea que Trump comparó con el Proyecto Manhattan que dio vida a la bomba atómica. Trump quiere además avanzar con una topadora por el Departamento de Justicia y el FBI, a los que acusa de ser armas políticas de los demócratas.
Pam Bondi, su candidata para liderar a los fiscales federales, prometió que “los fiscales serán procesados, los malos” y “los investigadores serán investigados”. Para los críticos y detractores de Trump, las nuevas figuras de su gabinete preludian poco menos que una catástrofe.
Trump prometió además deportar a millones de inmigrantes indocumentados, eliminar el derecho a la ciudadanía por nacimiento, elevar aranceles a las importaciones en un intento por apuntalar la economía aun a costa de más inflación, y desregular y recortar impuestos a favor de las empresas. La gente lo eligió para recuperar la economía de su gobierno. También dio señales de que indultará a sus simpatizantes presos por el asalto al Congreso. Presencia china en América Latina, una de las “obsesiones”América Latina vivirá otra etapa de alto estrés en la relación con Washington, aunque con nítidas diferencias entre amigos y enemigos. Javier Milei, el primer Presidente que vio a Trump en Mar-aLago tras su victoria, y Nayib Bukele buscarán forjar una alianza ideológica. Pero Gustavo Petro, Luiz Inácio Lula da Silva, Gabriel Boric o Claudia Sheinbaum tendrán un ida y vuelta mucho más duro y complicado. Sheinbaum ya tuvo que lidiar con una amenaza de Trump de un arancel del 25% a menos que frene a los migrantes y el tráfico de fentanilo, un aperitivo de lo que vendrá. Alejo Czerwonko, ManagingDirector y Chief Investment Officerde Mercados Emergentes para las Américas del banco UBS, dijo que América Latina no tendrá un comienzo de año fácil. “Con la llegada Trump, va a tener que tolerar amenazas tarifarias, incertidumbre en torno al comercio internacional, y volatilidad de tasas de interés”, describió.
Los aranceles, agregó, serán utilizados para alcanzar “todo tipo de objetivos de política internacional”. La agenda de Trump deportaciones masivas, freno a la inmigración, fortalecimiento de la frontera y lucha contra el narcotráfico y la designación del senador Marco Rubio como secretario de Estado arraigaron la expectativa en Washington de que América Latina recibirá más atención con el nuevo gobierno. Eso, sin embargo, no significa que la región será una prioridad, menos aún con las guerras en Ucrania y Medio Oriente. “América Latina no es una prioridad para el próximo gobierno de Trump, sencillamente porque hay demasiada competencia a nivel global”, dijo Tamara Taraciuk, directora del programa de Estado de Derecho del Diálogo Interamericano.
Pero aun cuando la región no esté al tope de la agenda de política exterior, Taraciuk coincidió en que a Trump le interesan tres temas para los cuales deberá sí o sí mirar a la región: la migración, la seguridad, y la economía y China, que ha tejido una relación estrecha con muchos países de la región a través de su iniciativa de la Franja y la Ruta.
China es, precisamente, una de las obsesiones de Rubio, al igual que ponerle un punto final a los regímenes en Cuba, Nicaragua y Venezuela, que ahora enfrentarán seguramente una política mucho más áspera de Washington. pudo designar a tres jueces que inclinaron la balanza en el máximo tribunal. En su primer gobierno también había hecho un esfuerzo junto a los republicanos en el Congreso, por nombrar una cantidad importante de jueces de tendencia conservadora en los otros circuitos judiciales. Con ese panorama, un desafío judicial a alguna medida o legislación tendrá dificulta-des para prosperar. El desquite de Trump y su retorno al poder cierra un capítulo político singular, sin parangón en la historia mundial. Tras las derrotas en las elecciones de 2018 y 2020, y un resultado decepcionante para los republicanos en 2021, Trump parecía caminar hacia su ocaso político. Pero sobrevivió dos intentos de magnicidioHace cuatro años, Donald Trump se fue de Washington como un paria político.
Atrás dejó un país exhausto y arrasado por una pandemia, la peor crisis económica desde la Gran Depresión, una violenta ola de protestas contra el racismo por el asesinato de George Floyd, dos juicios políticos, y un intento por impedir el traspaso de gobierno a Joe Biden que culminó con el asalto trumpista al Congreso el 6 de enero de 2021.
Trump se fue en soledad, dándole la espalda a todos, sin reconocer su derrota y sin asistir a la jura de Biden, caído en desgracia, con su popularidad por el piso y la desaprobación más alta de toda su presidencia, un hito que, hasta ese momento, solo ostentaba Richard Nixon, el único presidente en la historia que renunció.
Cuatro años después, Trump prepara su regreso triunfal a Washington, vindicado por su rotunda victoria en la elección presidencial ante la vicepresidenta Kamala Harris, fortalecido como nunca, y sin límites o ataduras para afrontar con total su próximo acto en la Casa Blanca.
Los republicanos no solo ganaron la presidencia, sino que también consiguieron que Trump tenga un gobierno al menos hasta las elecciones de mitad de período en 2026 con un Congreso favorable: mantuvieron la mayoría en la Cámara de Representantes y le quitaron la del Senado a los demócratas, consiguiendo incluso una situación mucho más cómoda, que le permitirá no tener que negociar, de partida, las nominaciones a los principales puestos del gobierno. Además, Trump tiene una Corte Suprema conservadora, legado de su anterior mandato cuandoADG / ANITNEGRA / NÓICANAL. El GDA eligió a Trump como Personaje Mundial 2024. Elon Musk, que tendrá un lugar privilegiado en la nueva administración, quedó en el segundo lugar. { PERSONAJE MUNDIAL GDA 2024 | Donald Trump: }