PORTADA EL MERCURIO (ESPECIAL) CHILE
PORTADA EL MERCURIO (ESPECIAL) CHILE POSGRADOS Y EDUCACIÓN CONTINUA POSGRADOS Y EDUCACIÓN CONTINUA: NVERSIÓN QUE PUEDE CAMBIAR LA VIDA Según expertos, tanto los posgrados como la educación continua son inversiones clave que potencian el crecimiento personal y profesional, aportan a la empleabilidad y contribuyen significativamente al desarrollo de una carrera sólida y exitosa.
ROSA MARTÍNEZ En En un mercado laboral marcado por la alta competencia, la transformación digital y el cambio constante, la necesidad de seguir aprendiendo ya no es una opción exclusiva para unos pocos, sino una realidad transversal para quienes aspiran a avanzar, reconvertirse o simplemente mantenerse vigentes en sus áreas. Desde la visión de quienes están en contacto diario con el talento y las decisiones de contratación, los beneficios son claros. Francisco González, gerente general de Vertical Hunter, señala que los estudios de posgrado entregan un diferencial competitivo muy valorado por las empresas. “No solo profundizan conocimientos, también demuestran compromiso, proactividad y preparación para asumir nuevos desafíos”, apunta. UN TÍTULO PROFESIONAL YA NO BASTA Hoy, contar únicamente con un título profesional muchas veces no es suficiente para destacar. En industrias dinámicas o en roles de liderazgo, las exigencias apuntan a niveles de especialización que no se logran con la formación base. “Un posgrado permite desarrollar un perfil técnico o estratégico, dependiendo del área. Esto es crucial en sectores como data analytics, dirección de proyectos, derecho corporativo, gestión del talento humano o transformación digital”, explica Liz Horstmeier, directora de HunTi Consultores. Pero no solo se trata de aprender más. También se trata de posicionarse mejor. Según Horstmeier, tras un posgrado la empleabilidad aumenta, las posibilidades de promoción interna se amplían y, en muchos casos, la credibilidad profesional se fortalece. “Un posgrado puede ser el requisito que habilita el acceso a espacios de influencia o cargos clave”, agrega. MÁS INGRESOS, MÁS OPORTUNIDADES Uno de los principales incentivos que motiva a estudiar un posgrado es la posibilidad de mejorar los ingresos. Según Francisco González, esto es más que una expectativa: es una realidad medible. “Dependiendo del tipo de programa, el retorno económico puede observarse rápidamente. En diplomados, muchas veces en menos de un año. Para un magíster, el retorno suele estar entre uno y dos años, especialmente si el título viene acompañado de un reajuste salarial o cambio de cargo”, indica. Ahora bien, el retorno no debe analizarse solo desde la perspectiva monetaria. Horstmeier insiste en una mirada integral. “El retorno también viene en forma de crecimiento profesional, red de contactos, acceso a mejores condiciones laborales, calidad de vida y satisfacción personal. A veces, un posgrado no es solo para ganar más, sino para trabajar mejor, liderar proyectos, emprender o incluso reinventarse”, destaca. ELEGIR BIEN ES VITAL Pese a todos los beneficios, no todos los caminos conducen al éxito. Elegir mal el programa o inscribirse sin tener claridad sobre los objetivos puede hacer que la inversión no genere el impacto esperado. Ambos especialistas identifican errores comunes en este proceso.
“Uno de los errores más frecuentes es estudiar algo muy alejado del área en la que se tiene experiencia, lo cual, muchas veces, responde al deseo de cambiar de rubro, pero puede terminar debilitando el perfil en vez de fortalecerlo”, advierte González. A esto se suma la falta de sintonía con las necesidades del mercado. Según el experto, por eso hay que buscar programas vigentes, actualizados, con foco en tecnologías emergentes o temas de alta demanda, tales como inteligencia artificial, ciberseguridad o e-commerce. Horstmeier también apunta a la falta de análisis previo. “Muchas personas eligen un posgrado por moda o presión Francisco González, gerente general de VertIcal Hunter. externa. Se inscriben sin revisar mallas curriculares, sin conocer la trayectoria de los docentes o sin investigar sobre la reputación de la institución. Otro error común es subestimar el costo emocional, familiar y de tiempo que implica un posgrado”, subraya. Ambos expertos coinciden en que estudiar un posgrado no es solo una decisión académica, sino una apuesta de vida. Una que, bien pensada, bien elegida y bien ejecutada, tiene el potencial de transformar trayectorias profesionales, abrir puertas inesperadas y generar un impacto duradero. “Hoy más que nunca, la educación continua es una herramienta de crecimiento, movilidad social y realización personal. Es una inversión que no se devalúa”, concluye Liz Horstmeier.
CLAVES PARA TOMAR UNA BUENA DECSÓN ¿ Cómo evitar errores y garantizar que el posgrado tenga un impacto reaF? Las recomendaciones de los expertos coinciden en varios puntos: Tener claridad de objetivos: No basta con “seguir estudiando”. Hay que saber por qué y para qué. ¿Busca un ascenso? ¿ Un cambio de industria? ¿ Desarrollar habilidades blandas o técnicas? ¿ Ampliar su red? Investigar con rigurosidad: Comparar programas, analizar currículums, hablar con egresados, revisar rankings y tasas de empleabilidad, y evaluar la flexibilldad horaria o los formatos híbridos. Buscar coherencia con el perfil: El posgrado debe complementar la experiencia previa, no invalidarla.
Además, debe ser compatible con el momento de vida que se está atravesando (tiempo disponible, estabilidad emocional y motivación para estudiar). Pensar a largo plazo: El impacto de un posgrado no se mide solo al egresar, sino en lo que puede generar a cinco o diez años. Según ambos expertos, un buen programa puede abrir puertas que hoy ni siquiera se vislumbran. Evauar afternativas de financiamiento: Becas, convenios corporativos o programas en cuotas pueden hacer más accesibe una formación que a primera vista parece costosa. 1 \ Liz Horstmeier, directora de HunTi Consultores..