Editorial: Agresiones a profesores
Editorial: Agresiones a profesores La violencia contra profesores se ha transformado en un problemacreciente, ya que los ataques se multiplican, tanto de parte de estodiantes como de apoderados, loquegenera un mayor deterioro del proceso educativo. Esto se manifiesta a través de agresiones fisicas. amenazas con arma, maltrato, hostigamiento y a0050.
Hasta hace unos años, la violencia escolar se manifestaba en ata ques de palabra, sobrenombres, publicaciones ofensivas en las redes sociales, entre otras, peroahora son frecuentes las informaciones que dan cuenta que algunos estudiantes llevan armas blancas o de forgo a los establecimientos, con las que amenazan a sus compañeros, a profesores o inspectores. Esto tiene consecuencias en su salud mem tal y fisica, asi como en la calidad de vida y desempeño del profeso rado. Representa tambien un deterlio no de la convivencia en la comuni dad escolar y en el clima laboral. La Ley General de Educación establece que los docentes tienen dene cho a que se respete su integridad 5 sica, psicológica y moral, pechibien do los tratos vejatorios y el maltra to. Por elo, el reglamento interno de cada establecimiento educativo de be incluir protocolos de actuación para enfrentar situaciones de violencia, incluyendo la denuncia y el seguimiento de los casos.
De acuerdo con cifras de la Superintendencia de Educación, en el año 2024 la Región del Biobio registed 45 denuncias por maltrato a miembeos adultosde la comunidad educativa, algunas de ellas correspondientes a maltratos generados por estudiantes y otras, por parte de padres, madres o apoderados.
En los primeros meses del presente ato, esta región registra una decena de denuncias maltratos a persomal adulto de los colegios, si bien la mayoría de los problemas de con vivencia y de violenciase presentan entre alumnos. Las denuncias en general por agresiones ya sea entre alumnos o hacia el personal do cente y administrativo llegaron el año 2004 a 1.898. Es fundamental implementar estrategias de prevención, como la formación en convivencia escolar, el desarrollo de protocolos de actuación, y el apoyo a los docentes afectados.
Cada vez con mayor frecuencia los medios de comunicación dan a conocer informaciones referidas a amenazas verbales o con armas que reciben los docentes, lo que resulta especialmente preocupante para el Colegio de Profesores, que ha señalado que los casos son más de lo que se conocen, ya que muchos no llegan a registrarse como denoncia formal. Y como consecuencia del clima hostil que deben enfrentar en algunos establecimiento, aumentan las licencias médicas fundidas en situaciones de violencia que afectan la salud mental.
El magisterio argumenta que los casos conocidos son los de golpes o amenazas con armas, pero mas frecuente es la violencia psicológica de parte de alumnos o de pa dres que amenazan con "yo se donde vives"o"yo sé cuál es tu auto", todo lo cual provoca temor y frustración.
A. La ver, llevaa pensar que las autoridades no han tomado el peso a lo que es ti ocurriendo y más bien se comien za a considerar como parte de una di tuación de "normalidad". Abordar la violencia escolar es un problema urgente que sigue en aicenso y no podemos ignorar.
Se encuentra em trámite legislativo en el Senado el proyecto de ley sobre con vivencia, buen trato y bienestar de las comunidades-educativas. com la idea de que com esta norma se va a generar más capacidad institucional de instrumentos y de recursos. Sin embargo, aunque legislar sobre convivencia escolar puede ayudar, no hay que perder de vista que los aprendizajes y el clima escolar no son dimensiones aisladas, sino que se potencian.
Se tiende a mirar el colegio como un mundo aparte, pero hay un entorno que hoy es más violento en la casa, en el barrio, en las ca Illes, en los estadios y esto se refleja tambien en las escuelas. Pero no hay que olvidar que los padres son los primeros responsables de la conducta de sus hijos y, por lo tanto, deben controlarlos. La Ley General de Educación dice que los docentes tienen derecho a que se respete su integridad, prohibiendo el maltrato. Y el reglamento interno de cada colegio debe incluir protocolos de actuación.. Editorial