EL NUEVO SENDERO DEL CERRO SAN FRANCISCO
EL NUEVO SENDERO DEL CERRO SAN FRANCISCO DIARIO DE VIAJESLAZANLAVODNASOGEIDLAZANLAVODNASOGEIDLAZANLAVODNASOGEIDEs una calurosa mañana en la calle Coronel Santiago Bueras, Curimón, antiguo pueblo del Valle del Aconcagua, cuando dejamos la arbolada y fresca plaza de armas. Alrededor, casas de fachada continua le dan un aire colonial al entorno de la iglesia local, monumento histórico desde 1971. Caminamos hasta una entrada angosta donde una placa de cobre dice: “Parque Natural Cerro San Francisco de Curimón”. Es el punto de partida.
Para contextualizar: una hora y diez minutos antes salimos de Santiago por la Ruta 57 al norte hasta llegar a Curimón, en la comuna de San Felipe, con 2.700 habitantes y uno de los pueblos más antiguos de todo el Valle del Aconcagua.
Veníamos a conocer el recién inaugurado sendero Cerro San Francisco de Curimón, en el Parque Natural Cerro San Francisco, que la Fundación Lepe, administradores y benefactores del lugar, habilitaron para que más personas puedan combinar vida natural y cultural en este monte. Ya en el lugar, dimos con tres elementos. Primero, un circuito de trekking ascendente rodeado por cientos de cactus y especies del bosque esclerófilo como espinos, algarrobos y quiscos.
Luego, una antigua copa de agua que fue devuelta a la comunidad gracias a la intervención del colectivo Aunar Tierra Diversa que, con pigmentos naturales de piedras del Aconcagua, crearon un mural con escenas de la montaña nacional.
Y tercero la primera placa infográfica en el sendero, que aporta información a través de dos códigos QR: uno que lleva al primer capítulo de la audioguía que la Fundación Lepe creó para los visitantes, y el otro que conducía a una amigable y colorida guía sobre la biodiversidad del lugar. Aunque el sendero autoguiado es de dificultad baja, y dura alrededor de hora y media, el comienzo era empinado hasta llegar a la segunda estación, donde se abordaba la historia de Curimón.
Según la información, muchos pueblos originarios confluyeron en esta zona gracias a la fertilidad de sus tierras y por su ubicación estratégica marcada por la presencia de este cerro isla y su cercanía al río Aconcagua.
Eso explica la vecindad del camino del Inca y, tras la llega de los españoles, la aparición de órdenes religiosas (como franciscanos y clarisas). El tercer hito infográfico en la ruta es un mirador con amplias panorámicas hacia las montañas y valles fértiles junto a una gran cruz con muchas velitas. Y así alcanzamos la cima, llamada “catedral verde”: un sector lleno de cipreses donde suelen hacerse actividades comunitarias, patrimoniales y educativas. Fue aquí donde todo el escenario cambió: caminamos hacia el oriente y dimos con un sector distinto, fragante, lleno de sombra. Era un área de bosque esclerófilo y, guía de biodiversidad en mano, tratábamos de identificar especies, y detallar diferencias entre cada una. La ruta, además, tiene claros habilitados con troncos que forman semicírculos que sirven para actividades de educación ambiental y meditación. Consuelo Romano, directora ejecutiva de Fundación Lepe, compañera de ruta hoy en el cerro, decía que, además de administrar el San Francisco, tienen tres propósitos asociados al sendero. El primero es el de funcionar como una verdadera sala al aire libre, “por eso estos claros, diseñados para potenciar la pedagogía en terreno. Nosotros tratamos de adaptar actividades al aire libre y también permitimos la entrada de colegios que traen una pauta propia”, señaló. Luego, en Lepe profundizan el trabajo de recuperación ecológica.
“Trabajamos con proyectos de restauración de la tierra del cerro, que está muy erosionado, de reforestación o con técnicas experimentales”, continuó Consuelo, para finalmente explicar el tercer eje de acción de la fundación, esta vez relacionado al turismo regenerativo donde capacitan a guías locales en temas como la geografía del valle, la historia, patrimonio, arqueología, enoturismo y astroturismo.
Al final de la ruta, llegamos a la zona de exposición norte del cerro San Francisco, donde hay vistas en 360 grados del valle: hacia el río, la cordillera, los campos Como sugerencia: este es un sendero familiar, de baja dificultad, apto para adultos mayores y niños. Por eso, es mejor venir temprano, usar mucho protector solar y sombrero. Y dejar algo tiempo para conocer los atractivos en los alrededores, desde viñas a sitios patrimoniales. DMÁS INFORMACIÓN:Fundacionlepe. cl/CSFCERRO SAN FRANCISCO.
POR Marcela Saavedra Araya.. CURIMÓN, ANTIGUO PUEBLO DEL VALLE DEL ACONCAGUA, SE CARACTERIZA POR SUS TRADICIONES, COMIDAS TÍPICAS Y POR EL CERRO ISLA QUE TIENE A PASOS DE SU PLAZA DE ARMAS, DONDE SE ACABA DE ESTRENAR UN SENDERO AUTOGUIADO EN EL PARQUE NATURAL Aquí se juntan diversos ecosistemas. Puede ver hasta 40 especies nativas. Esta es zona patrimonial. El sendero es de baja dificultad.