Autor: Alexis Romero Consejo de Pueblos Atacameños
La voz de la Patta Hoiri
La voz de la Patta Hoiri to principal es trabajar por la unidad de nuestro pueblo, preservando nuestra cosmovisión y nuestras formas de vida ancestrales. Esta misión incluye, de manera esencial, la protección del medio ambiente y los ecosistemas que nos rodean, elementos vitales para nuestra supervivencia cultural y natural. En este contexto, la extrac-ción delitio en el Salar de Atacama hasido una de las mayores amenazas que enfrentamos. El impacto social y ambiental de estaactividad es mucho más profundo de lo quese percibe desde fuera, dondesolo se habla de los beneficioseconómicos. La extracciónafecta gravemente la biodiversidad delossalaresy la disponibilidad de agua, lo que poneen riesgo nuestras prácticas agrícolas y ganaderas, pilares fundamentales de nuestra cultura. Cada vez es más difícil mantenera los animales y cultivar la tierra, lo que afecta no solo nuestra economía familiar, sinotambién nuestras formasdevida milenarias, las mismas que nuestros abuelos nos transmitieron con orgullo.
En este contexto, como presidente del Consejo, mi rol esser parte activa de una organización que trabaja incansablemente para proteger nuestro territorio y nuestras comunidades de los efectos negatiY vos dela producción de litio. en esto quiero ser enfático: el Pueblo Atacameñono es, ni será, parte de esta producción. No somos socios ni aliados de ninguna empresa extractiva.
Desde el Consejo, nuestra labor se enfoca en promover la unidad de las comunidades, alzar una sola voz que defienda losterritorios ancestrales y denunciar los daños evidentes que esta actividad ha causado en los ecosistemas, un hecho que constatamos continuamente a través del trabajo de nuestra Unidad de Medio Ambiente. La escasez hídrica genera da por la extracción de litio es 'untema particularmente complejo y doloroso. La agricultu-ra y la ganadería son actividades milenarias que forman parte de nuestra identidad, y no puedo imaginar una Atacama La Grande sin estas prácticas. Sin embargo, nuestras formas ancestrales de vida estánen serioriesgo de desaparecer debidoala falta de agua.
Frente a este escenario, desde el Consejo de Pueblos Atacameños hemos definido tres principios fundamentales: (1) no ser socios ni parte de la producción delitio, (2) promover la unidad de nuestro territorio y (3) ocupar todos los espacios dondese tomen decisiones que puedan afectar nuestras comunidades. Es nuestra responsabilidad llevar la voz de nuestro pueblo a todos losámbitos de discusión y decisión relacionados con el litio, siempre en defensa de nuestra tierra, nuestra cultura y nuestra gente. Entendemos la importancia de la transición energética como herramienta para combatir el cambio climático. Sin embargo, nunca aceptaremosqueel progreso de un paíso del planeta, por noble que sea su propósito, se construya sobre lasruinas de un pueblo y desu ecosistema. El Salar de Ataca'ma no es solo un recurso económico; es el corazón de nuestra cultura, el eje denuestraespiritualidad y el sustento de nuestras vidas. Seremos siempre la voz de laPatta Hoiri, esa Madre Tierra que sufre en silencio mientras los ríos del Desierto de Ataca'mase convierten en cicatrices sobre su piel. Estas cicatrices nos recuerdan que allí, alguna vez, floreció la vida.
Mi compromiso, y el del Consejo que presido, es trabajar incansablemente para proteger esa vida y para asegurar que las futuras generaciones de atacameños puedan heredar un territorio en equilibrio, donde la cultura y la naturaleza sigan siendo una sola. Ese es mi compromiso y el de muchos quenos antecedieron hace treinta años cuando fundaron el CPA soñando con un pueblo unido, capaz de su-perarsuslegítimas diferencias para construir, en unidad, un proyecto común. Un proyecto guiado por nuestra cosmovisión, nuestras formas de vida, nuestra cultura y nuestros territorios.
Por eso hago un llamado a todos y todas para reivindicar los anhelos de quienes dieron jar por un pueblo unido, con un objetivo común que represente a todos y que resguarde nuestra cosmovisión y formas de vida. Es mi deseo y el desafo para elaño que viene. Estoy convencido de que la existencia del ser humano solo es posible en equilibrio con la naturaleza, especialmente con la puri, conel agua. Entender el lenguaje de la naturaleza cómo hablan losríos, el viento, losárboles; comprender el gruido delos volcanes y lo que el manto de estrellas nos dice en las noches andinasesla verdadera sabiduría de nuestro pueblo. Que venga un buenaño 2025 y queseaen buenahora. 6%“La existencia del ser humano solo es posible en equilibrio con la naturaleza, especialmente con la puri, con el agua.
Entender el lenguaje de la naturaleza cómo hablan los ríos, el viento, los árboles; comprender el gruñido delos volcanes y lo que el manto de estrellas nos di: ceenlasnoches andinas es la verdadera sabiduría de nuestrooy Alexis Romero, originario de lacomunidad de Solor, donde también tengoelhonor de ser presidente. Mi historia personal no es distinta a la de muchos de mis hermanos y hermanas comuneros. Crecí en el seno de una familia atacameña que me enseñó a valorar y respetar nuestra cultura milenaria. Misabuelos fueron fundamentales en mi aprendizaje sobre nuestra cosmovisión andina.
De ellos aprendí el amor y el respeto por la Patta Hoiri (Madre Tierra), así como la comprensión de que habitamos un territorio de belleza única, pero también de una fragilidad que nos impone el deber de protegerlo. Hoy presidoel Consejo de PueblosAtacameños-Lickanantay, y es mi deber hablar desde este lugar que ocupo con orgullo y responsabilidad. ElCPAesunaorganización con másde30años de historia que representa a18 comunidades atacameñas. Nuestro propósi-. Mos. Alexis Romero, presidente del Consejo de Pueblos Atacameños. “ESTOY CONVENCIDO DE QUE LA EXISTENCIA DEL SER HUMANO SOLO ES POSIBLE EN EQUILIBRIO CON LA NATURALEZA, ESPECIALMENTE CON LA PURI, CON EL AGUA”.