Autor: MARÍA FLORENCIA POLANCO
¿A qué costo se aprende? El dilema mundial que se abre ante altos resultados académicos y bajo bienestar
¿ A qué costo se aprende? El dilema mundial que se abre ante altos resultados académicos y bajo bienestar Cuando se habla de educación de excelencia, las miradas siempre se vuelcan hacia ciertos países como Singapur.
El país asiático suele coronarse como el “campeón educativo” en pruebas internacionales como PISA (que mide el desempeño de estudiantes de 15 años en lectura, matemáticas y ciencias); sin embargo, ese alto rendimiento oculta una doble cara, pues al mismo tiempo es una de las naciones de la OCDE con los peores índices de bienestar psicológico y resiliencia en sus estudiantes. En la vereda opuesta, otros países como Perú muestran todo lo contrario. Los estudiantes registran bajos puntajes académicos, pero altos niveles de bienestar.
Esta paradoja fue el tema central del “Global Forum for Shaping a Better Future”, organizado por “Teach For All” en Singapur y que puso sobre la mesa varias preguntas: ¿ para qué se educa hoy?, ¿qué se debe priorizar?, ¿cuáles son las consecuencias de apostar por el rendimiento, descuidando el bienestar? Cuestiones que fueron debatidas por tres días por 150 líderes educativos del mundo, entre ellos, Andreas Schleicher, director de Educación en la OCDE. Además, en representación de Latinoamérica participaron los chilenos Bernardita Yuraszeck, presidenta ejecutiva de Impulso Docente, y Tomás Recart, director ejecutivo de Enseña Chile.
El telón de fondo fue el evidente deterioro de la salud mental de los estudiantes tras la pandemia, y la presión que. ............................................................................. ANDREAS SCHLEICHER, DIRECTOR DE EDUCACIÓN OCDE visión de futuro y que no solo velen por un mejor futuro para ellos, sino que puedan aportar al bienestar colectivo”. Recart, en tanto, advierte que “en muchos escuelas se enseña para la prueba, pero no se enseña a aprender.
No hay una visión integral del estudiante y lo que demuestran estos datos de la OCDE es que justamente hay muchos vacíos que anteriormente solo con pruebas estandarizadas se veían”. “La sobrecarga emocional y psicológica asociada por la presión académica suele manifestarse en altos niveles de estrés y ansiedad. Contar con sistemas educativos que se hacen cargo de esto es vital para el desarrollo integral.
Finlandia ha hecho una inversión inicial en el desarrollo social y emocional de sus estudiantes, lo que le ha permitido equilibrar ambos aspectos”, complementa Jaime Balladares, académico de la Facultad de Educación UC e investigador adjunto en Núcleo Milenio para las Ciencias del Aprendizaje. Sobre cómo lograr este equilibrio, tanto Yuraszeck como Recart sostienen que el foco son los docentes. “La mejor manera de transmitir y desarrollar estas habilidades en los estudiantes es que los profesores las modelen”, dice Recart.
SLEXEP pal barrera reside en los padres singapurenses, quienes aún consideran el acceso a la universidad como la única vía de éxito para sus hijos. tecnologías como la inteligencia artificial ejercen sobre los sistemas educativos y sus profesores. “El mundo actual exige mucho más de los estudiantes que el rendimiento académico. Además, las cosas que son fáciles de enseñar también se han vuelto fáciles de digitalizar y automatizar.
Los estudiantes de hoy serán las startups del mañana; no aprenderán para trabajar, sino para crear empleos”, señala Schleicher a “El Mercurio”. El matemático y estadístico alemán agrega que “esto coloca la autonomía estudiantil y el dominio de estrategias de aprendizaje efectivas en el centro de la educación, lo cual depende de que los estudiantes estén comprometidos y motivados intrínsecamente”. Un país que habría que mirar, dice, pues ha logrado un equilibrio entre lo académico y las llamadas habilidades para el siglo XXI (pensamiento crítico, creatividad, resolución de problemas, entre otras) es Dinamarca (que ocupa el puesto 19 en el último ranking PISA). “Cada vez hay más evidencia de lo relevante que es atender ambos focos si queremos preparar a las futuras generaciones frente a este mundo cambiante con los altos niveles de incertidumbre.
El rendimiento académico es clave para abordar desafíos, pero también lo son la creatividad, la resiliencia, la flexibilidad para ajustarse frente a un mercado laboral cambiante y que va a requerir que los jóvenes puedan mantenerse en constante modo aprendiz para adaptarse e ir enfrentando desafíos que hoy ni siquiera somos capaces de prever”, concuerda Yuraszeck.
Y suma: “La salud mental, pensamiento creativo y sentido de propósito también son fundamentales si queremos formar ciudadanos íntegros, con En el pasado, la instrucción se basaba en asignaturas; en el futuro, debe basarse en proyectos, creando experiencias que ayuden a los estudiantes a pensar más allá”. Fue el tema del “Global Forum for Shaping a Better Future”, realizado en Singapur, donde esto es una realidad:. N Expertos plantean que es clave crear clases más colaborativas y desafiantes, que permitan el desarrollo de otras habilidades, como el autocuidado, la creatividad, la resiliencia y la autonomía. Fue el tema del “Global Forum for Shaping a Better Future”, realizado en Singapur, donde esto es una realidad: Pese a que Singapur ha hecho esfuerzos para equilibrar su sistema centrado en el rendimiento académico,