Posible intervención militar de EE.UU. contra Irán divide al trumpismo
Posible intervención militar de EE.UU. contra Irán divide al trumpismo A lgunos quieren, otros no. La división sobre una posible entrada de Estados Unidos al conflicto en Medio Oriente entre Israel e Irán tiene dividido al Partido Republicano. Divisiones que se hicieron patente esta semana, donde los más cercanos al Presidente Donald Trump no quieren saber nada de un posible ingreso de EE.UU. al conflicto y apoyar a Israel. Mientras que el lado más tradicionalista de los republicanos estarían a flor de una intervención militar contra Irán.
Un choque entre estos dos bandos que quedó en evidencia tras una entrevista donde el periodista Tucker Carlson, figura clave de la ultraderecha mediática estadounidense, confrontó al senador republicano Ted Cruz, a quien acusó de querer atacar un país (Irán) del que "no sabe nada". Mientras que Steve Bannon, otra figura de la llamada alt-right estadounidense, advirtió ayer al Mandatario que no autorice la acción militar contra Irán, diciendo que la participación de EE.UU. en otra guerra en Medio Oriente "destrozaría el país". "Los israelíes tienen que terminar lo que empezaron. Ellos empezaron esto y deberían terminarlo", dijo Bannon. "No podemos hacer esto de nuevo. Vamos a destrozar el país. No podemos tener otro Irak", argumentó el también aliado del Presidente republicano.
Recordemos que Trump aseguró durante su campaña del año pasado que durante un futuro mandato él pondría fin a las llamadas "guerras eternas" de su país y que no "sumergirá al Ejército estadounidense en otro conflicto en el extranjero". Pero en los últimos días, el Mandatario estadounidense también ha recibido múltiples presiones para involucrarse en la guerra en Medio Oriente por parte del establishment republicano.
Así, a Ted Cruz se han sumado los viejos halcones en política exterior del Partido Republicano, como el senador de Carolina del Sur, Lindsey Graham, quienes se han manifestado a favor una intervención militar contra Irán para evitar que se haga de una bomba nuclear, como aseguró el diario Financial Times.
Pero Trump, quien ha intentado sin éxito negociar un nuevo acuerdo nuclear con Teherán en los últimos meses, abandonó abruptamente la cumbre del G7 en Canadá y regresó el lunes a la Casa Blanca, aún evalúa si Estados Unidos debe sumarse a los ataques israelíes contra la República Islámica iniciados la semana pasada. "Puede que lo haga. Puede que no lo haga. Quiero decir, nadie sabe lo que voy a hacer", dijo ayer el Mandatario tras ser consultado si intervendrá en el conflicto. Y el mundo espera su respuesta. La mayoría no quiere Y parece que la decisión de Trump, sea cual tome, no será fácil.
Una encuesta de Economist/YouGov realizada durante el fin de semana pasado reveló que el 53% de los votantes que apoyaron al magnate en las elecciones presidenciales de 2024 no quieren que el país se una a los ataques de Israel contra Irán.
Otro sondeo, esta vez del Consejo de Asuntos Globales de Chicago junto a Ipsos publicó que ocho de cada diez estadounidenses estaban a favor de las medidas diplomáticas o el endurecimiento de las sanciones económicas para limitar el mayor enriquecimiento nuclear de Irán y no de un conflicto bélico. Y un sondeo de la revista The Economist, reveló por su parte que solo el 19% de los republicanos apoya que Estados Unidos se involucre militarmente.
Mientras que el 63% quiere que el gobierno "participe en negociaciones con Irán sobre su programa nuclear". Entre todos los votantes, el 60% cree que Estados Unidos debería dar un paso atrás sobre la participación de sus militares en el conflicto en Medio Oriente.
Presiones desde Israel Lo otro que frena a Trump es que Estados Unidos tiene bases militares en Medio Oriente con más de 40.000 efectivos, y teme que Irán, Hezbolá, los hutíes, o cualquier otra milicia chiíta aliada de Teherán en Medio Oriente, ataque esas instalaciones. Pero el magnate no sólo tiene esta presión interna. Durante toda la semana la Casa Blanca le adelantó al Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, que Trump aún estaba evaluando todas las alternativas antes de tomar una decisión. Sin embargo, el impacto de un misil iraní sobre el hospital más grande del sur de Israel esta mañana podría acelerar los tiempos en Washington.
Según contó la prensa israelí, Netanyahu se reunió esta mañana con el Gabinete de Seguridad y les entregó la información que llegó desde Estados Unidos, mientras, según él, continuaba coordinando con el Pentágono un posible plan de acción conjunto que tiene como prioridad destruir las instalaciones de enriquecimiento de uranio en Fordow, el impenetrable bastión nuclear en las montañas de Irán. Y aunque la ofensiva aérea israelí sobre Irán ha sido exitosa, ésta no estaría completa sin la ayuda de EE.UU. Netanyahu necesita los aviones B2 y las bombas de catorce toneladas para destruir Fordow.
De momento, Trump ha tenido una serie de reuniones reservadas para convencer a sus aliados internos, mientras que al mismo tiempo ordenó al secretario de Defensa, Pete Hegseth, que despliegue un mecanismo militar en Medio Oriente para proteger, de momento, las bases estadounidenses. Posible intervención militar de EE.UU. contra Irán divide al trumpismo Divisiones que se hicieron patente esta semana, donde los más cercanos al Presidente no quieren saber nada sobre un posible conflicto bélico. Pablo Rodillo M. Mientras se espera una decisión de Trump.