EDITORIAL: Falta de suelos cultivables
EDITORIAL: Falta de suelos cultivables El ordenamiento de las ciudades es crucial para la calidad de vida de sus habitantes.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el 88.6% de la población chilena vive en áreas urbanas, y aproximadamente el 61.5% reside en conurbaciones de más de 250,000 habitantes. Este panorama plantea desafíos significativos sobre cómo las grandes ciudades garantizan el acceso al agua, alimentos, energía y áreas verdes para su creciente población. Para los expertos las ciudades son grandes consumidoras de energía y recursos, además de ser productoras de residuos. A pesar de su vitalidad para la economía territorial, es innegable que debemos avanzar hacia concepciones más sostenibles. Esto considerando que la expansión urbana sacrifica los mejores suelos agrícolas, hipotecando nuestra capacidad de producción de alimentos. Mientras que otros especialistas apuntan a que el problema del consumo de suelo debe enfocarse en los servicios ecosistémicos que un suelo puede brindar, no solo en su capacidad productiva. Expertos proponen un marco regulatorio territorial con capacidad de fiscalización, que rompa los paradigmas de urbanización basada en la rentabilidad del suelo y los reemplace por modelos de urbanismo sostenible. Mientras que otros plantean que la extensión de la ciudad sobre terrenos cultivables se debe a la baja rentabilidad de la producción agrícola y a la disponibilidad limitada de agua. Esto impulsa a los propietarios a subdividir y destinar terrenos a usos no agrícolas. Es un problema que se debe abordar a la brevedad para luego no lamentarnos por la falta de suelos cultivables. Falta de suelos cultivables La expansión urbana sacrifica los mejores suelos agrícolas, hipotecando nuestra capacidad de producción de alimentos..