Una educación en deuda
Una educación en deuda Alejandro Mege Valdebenito “No sé si la educación puede salvarnos, pero no sé de nada mejor. ” Jorçe Luis Borçes.
En esta época del año se decantanlos sueñosyespcranzas de cientos de muchachasy muchachos, así como de sus familias. familias. cuando se conocen los resultados de la PAES (Prueba de Acceso a la Educación Superior) que muestran que los bajos rendimientos de la educación chilena, con pequeños avances y retrocesos, se mantienen en el tiempo desde hace mucho, siendo el tema de las competencias lectoras, base fundamental de todo aprendizaje, la que tuvo una caída de 3 tres puntos con relación al año anterior, resultados a los que se suma el efecto que tiene la ponderación de las notas de enseñanza media (NEM) en lapostulación a la continuidad de estudios que no reflejan una mejoría de los aprendizaje como lo han advertido las universidades y algunos especialistas especialistas cuando los colegios de origen, ensu intento (discutible, sin duda pues es un engaño a al propio desempeño y dónde la función ética de la educación desaparece) de beneficiar a los alumnos han ido “inflando” las notas de sus estudiantes como una manera que les permita obtener mayores puntajes para postular a la educación superior.
Así, se ha detectado que más de 600 estudiantes ponderaron ponderaron entre 900 y 1000 puntos en las notas de enseñanza media, mientras que en la PAES obtuvieron menos de 500 puntos, quedando remarcando, por enésima vez, las grandes diferencias entre los establecimientos particulares pagados yel resto del sistema escolar, siendo la debilidad en la lectura y en la comprensión lectora, una de las causas más importantes importantes en el fracaso escolar. Esta deficiencia de la educación es de larga data y la he seguido desde hace años.
En un artículo, artículo, publicado en este mismo diario, el 7 de diciembre de 2010 hace U añosbajo el título”El lenguaje de la Historia”, hicimos una observación al hecho de la supresión de 1 hora del programadelaasignatura deHistoriapara dedicarlaala asignatura de Lenguaje por las deficiencias que venía arrastrando, arrastrando, expresando en esa oportunidad: “Porqué ccrcenarcl pasado cuando el lenguaje se puede aprender y manejar en cada materia del conocimiento humano cuando es posible leer, escribir, dialogar, exponer, discutir, creai etc., en las asignaturas de ciencias, artes, matemática, música, filosofia y tecnología. Es dccii todas las asignaturas debidamente planificadas, pueden ayudar a fortalecer el lenguaje, sin dejar de atender los requerimientos que le son propios a cada una de ellas.
Diseñarun programa de 10 minutos de lectura diaria en todas las asignaturas al inicio de la clase, leyendo en silencio yen voz alta materias que les son propias, podría ser el comienzo de empezar a solucionar el problema”. Reconozco que el tema de la educación me ha sido de permanente preocupación y ocupación durante varias décadas, no solo en el desempeño en el aula en todos los niveles del sistema educativo nacional, como también en las actividades y compromisos propios de un dirigente del gremio docente y ciudadano que tiene plena conciencia de sus propias limitaciones, siendo el diario La Tribuna quién me ha dado la oportunidad que agradezcode expresar públicamente mi opinión, la que se puede compartir o no, actividad quche realizado durante muchos años de manera casi ininterrumpida (un periodista encontró en los archivos del diario el primer artículo publicado en octubre de l98)), por lo que, a octubre de 202, se cumplieron )0 años con varios centenares de artículos donde el tema de la educación como tarea de ftrmación humana, en lo intelectual y fisico, en la adquisición y práctica cotidiana de hábitos, actitudes actitudes y valores de convivencia, donde la verdad y la justicia sostengan el andamiaje social que contiene la diversidad humana, asumiendo cada uno con responsabilidad el rol que le compete y hacerlo con las herramientas que en algún momento de su historia nos entregara la hoy desvalorizada desvalorizada educación pública, sistema educativo que forjó la vida profesional y humana puesta al servicio de la sociedad de muchas generaciones de modestos estudiantes. Rescatar y afianzar ese legado es una tarea que la sociedad no puede ni debe eludir.. -