Robo a comercio
Robo a comercio EDITORIAL Los datos del último estudio de la Cámara Nacional del Comercio (CNC) confirman una realidad que los pequeños y medianos empresarios de la Región de Coquimbo conocen demasiado bien: la delincuencia se ha instalado como un flagelo que erosiona la actividad comercial, afectando no solo la economía local, sino también la confianza de emprendedores y clientes. Con un 59,6% de locales victimizados a nivel nacional --cifra que refleja la tendencia regional--, el problema trasciende la estadística para convertirse en una urgencia que demanda estrategias integrales y coordinadas. En La Serena y Ovalle, los robos "hormiga", los daños a propiedades y el hurto de mercancías han marcado la cotidianidad del comercio.
Si bien la región no fue incluida en el estudio nacional, líderes gremiales coinciden en que la realidad local no dista de lo reportado: bandas organizadas operan con impunidad, enfocándose en pequeños negocios y retail, mientras el comercio informal --a menudo vinculado a la venta de productos robados-complica aún más el panorama.
La percepción de inseguridad ha llevado a muchos establecimientos a reducir horarios de atención, impactando la vitalidad económica de zonas como el centro de La Serena o la calle Benavente en Ovalle, donde el cierre temprano de tiendas evidencia un círculo vicioso entre miedo y pérdida de dinamismo.
Uno de los obstáculos más graves es que los comerciantes omiten reportar robos de bajo monto, ya sea por desconfianza en el sistema, por la burocracia que implica el proceso o por el temor a represalias. Esta falta de datos oficiales distorsiona la magnitud real del problema y limita la capacidad de las autoridades para asignar recursos. Robo a comercio La percepción de inseguridad ha llevado a muchos establecimientos a reducir horarios de atención, impactando la vitalidad económica de zonas como el centro de La Serena o la calle Benavente en Ovalle..