Ante la crisis: compromiso del sector privado
Ante la crisis: compromiso del sector privado “... es fundamental que el mundo privado que quiere distanciarsede los escándalos de corrupción que dominan la discusión pública haga un esfuerzomayor para contribuir a revertir retrocesos en materia de corrupción, criminalidad y justicia... ”.TAMARA TARACIUK BRONERDirectora del Programa sobre Estado de Derechodel Diálogo Interamericano, Washington DCHERNÁN LARRAÍN FERNÁNDEZMiembro de Diálogo Interamericano, exministroy exsenadorA primera vista, la tarea central del empre-sariado es desarrollar una actividad producti-va que permita obtener rentabilidades por elesfuerzo, trabajo y recursosinvertidos. Para su éxito, serequiere creatividad e inge-nio, liderazgo, visión yadaptabilidad a escenarioscambiantes.
Sin embargo, lo anteriorno es suficiente, pues la ac-ción del sector privado seenmarca en un contexto so-existe inestabilidad institucional, corrupcióngeneralizada, altos niveles de criminalidad yviolencia, polarización y fragmentación deldebate público, resulta difícil pensar en que vaa prosperar y tener éxito la actividad empresa-rial, como si ella fuera una isla que puede pres-cindir de lo que la rodea. Los países latinoamericanos atraviesan se-rias dificultades en estos aspectos que, lamen-tablemente, Chile también experimenta. El“caso Hermosilla”, que evidenció cómo las éli-tes habrían influido en el sistema judicial parasu beneficio, es una clara demostración de ello. No es casual que, de acuerdo con el índice delEstado de Derecho de la organización civilWorld Justice Project, Chile haya registradoun deterioro en dos indicadores clave.
El país, desde 2015 pasó del puesto 23 al 28 en la medi-ción de ausencia de corrupción, que evalúa laexistencia de sobornos, influencia indebidapor intereses públicos o privados, y la malver-sación de fondos públicos u otros recursos.
Chile, además, pasó del puesto 32 al 41 en lamedición de calidad de la justicia civil, queevalúa si estos sistemas judiciales son accesi-bles y asequibles, y si están libres de discrimi-nación, corrupción e influencia indebida porfuncionarios públicos.
Si bien en una democracia la tarea de gober-nar y dirigir el país radica en las autoridades quesu ordenamiento constitucional establece, los ylas líderes empresariales ylos gremios que los repre-sentan no pueden permane-cer indiferentes a los desafíosque plantean la corrupción, la fragilidad de las institucio-nes democráticas y la violen-cia. No se trata solamente degenerar condiciones más fa-vorables para invertir y ope-exige de una colaboración extraordinaria delmundo privado para obtener niveles de vidadignos, erradicar la pobreza y la desigualdad, ypoder mirar el futuro con esperanza. En este ámbito es particularmente impor-tante fomentar alianzas público/privadas, que trasciendan las medidas del gobierno deturno y posiciones ideológicas, siempre man-teniendo el espacio de competencias que le espropio a cada uno.
Así, problemas complejosde diversa índole pueden ser abordados conmirada de Estado, más allá de la contingenciapropia de la coyuntura o de quienes gobierneno estén en la oposición: la naturaleza del pro-blema y la oportunidad de su solución no solorequiere de todos los sectores, sino que tam-bién de tiempos que van más allá de un perío-do de gobierno.
Con el propósito de cooperar en esa finali-dad, el Diálogo Interamericano ha promovidodebates y estudios a través de un Grupo deTrabajo que incorpora a líderes empresarialesde América Latina, Chile incluido, que impul-sa iniciativas concretas conducentes a confor-mar un sector privado cooperador y compro-metido en fortalecer el Estado de Derecho enla región.
Ello implica involucrarse activa-mente en temas de autorregulación, complian-ce y medidas anticorrupción a nivel empresa-rial; independencia y transparencia judicial;regulación del dinero en política; integridadpública y anticorrupción en un proceso demodernización del Estado; educación ciuda-dana y ética pública; y un mejor entendimien-to del costo que tiene la inseguridad y la co-rrupción para un país.
Chile ha sido modelo en el avance de ciertasdiscusiones públicas que fueron muy impor-tantes para la institucionalidad democráticaen el país, y un modelo para la región, comopor ejemplo en materia de reducción de la po-breza, que habría bajado de un 38,6% a un6,5% entre 1990 y 2022, de acuerdo con la en-cuesta Casen. A su vez, sucesivos escándalos ycrisis políticas dieron lugar a iniciativas de go-biernos de diverso signo partidario que acele-raron cambios positivos en temas de integri-dad, transparencia y de financiamiento políti-co. En varios de estos esfuerzos, el sector pri-vado jugó un papel importante.
Hoy en día, es fundamental que el mundoprivado que quiere distanciarse de los escán-dalos de corrupción que dominan la discusiónpública haga un esfuerzo mayor para contri-buir a revertir retrocesos en materia de co-rrupción, criminalidad y justicia.
Este aporteno implica dejar de cumplir con su misión par-ticular; por el contrario, es una manera de con-tribuir a un mejor clima para hacer negociosque, a su vez, aporta a una institucionalidadmás fuerte, que es fundamental en un contex-to regional de declive democrático.. cial y político que no puede ignorar. Cuando rar; la necesidad de recuperación económica