Autor: MANUEL HERNÁNDEZ
Garzones con síndrome de Down y autismo: se multiplican en Chile los cafés inclusivos
Garzones con síndrome de Down y autismo: se multiplican en Chile los cafés inclusivos En plena Av. Providencia está el café Conectar.
Al entrar y abrir el menú hay una aclaratoria: “¡ Este no es un café cualquiera... Y eso nos encanta! Aquí, quienes toman tu pedido son personas con discapacidad intelectual que trabajan con dedicación”. Creado por la Corporación Apertura para el Mañana, abrió hace menos de un mes y es atendido por personas con síndrome de Down.
La carta detalla que es un lugar donde los jóvenes pueden “poner en práctica todo lo que han aprendido en un entorno real y profesional”. En las tres mesas y la barra de Conectar trabajan 11 personas con síndrome de Down. Camilo Donoso (37) es uno de los meseros.
Trabaja tres veces a la semana en el turno de la tarde y asegura que le gusta “la cafetería, atender personas, aprender. ¡Vamos que se puede!”. El café está en marcha blanca, por lo que hay una serie de voluntarios que acompañan a los garzones (son familiares de los jóvenes) y, como el local comparte espacio con la corporación, el personal de la organización también está atento a cualquier necesidad de apoyo.
Camila Arcos, terapeuta ocupacional y encargada del área de inclusión laboral y accesibilidad de la corporación, explica que “ellos terminan su turno y aplauden y se emocionan y te dan las gracias porque, claro, para nosotros es algo cotidiano ir a trabajar todos los días, pero para ellos es una posibilidad que no ANEVARAROTCÉH ca que este espacio es gestionado por la Fundación Edudown. También tienen una sede en la Av. del Mar, de La Serena, y en las próximas semanas abrirán un coffee shop en las instalaciones de la Teletón. “Nuestro principal objetivo es la inclusión laboral de los chicos de Edudown.
Y ahora también lo hemos ampliado a otras instituciones que nos mandan chicos para hacer sus prácticas laborales”. Pablo Fuentes tiene síndrome de Down y lleva un par de años como mesero del café: “Me gusta. Antes era tímido, no podía hablar con toda la gente, pero ahora sí”, dice. Por otro lado, en Rancagua, se abrió el año pasado la Cafetería Sin Límites. Cynthia Duk, directora del Centro de Desarrollo e Innovación en Educación de la U.
Central, asegura que estas iniciativas “son muy buenas para ir creando conciencia”. Y concluye: “El trabajo es algo fundamental en la vida, entonces es muy importante para las personas con discapacidad, pero también para quienes no tenemos una discapacidad intelectual, porque la única manera de que se produzcan transformaciones reales y profundas en la sociedad y disminuya la discriminación es interactuando con personas con discapacidad”. habían tenido antes”. Para facilitar el flujo de trabajo e incluir a personas que no saben leer, generaron una metodología: los individuales y las comandas llevan las letras A, B o C para identificar el pedido de cada comensal; y cada producto del menú se diferencia con un logo y color específico. Además, como algunos de los trabajadores tienen movilidad reducida, cuentan con unos carritos para trasladar la comida con facilidad. “Todo está diseñado de una forma en que los chicos puedan tomar el pedido de una manera más simple e inclusiva”, dice Arcos. Y agrega que esta propuesta se puede replicar en otros locales. Arcos reconoce que les ha sorprendido la recepción de los usuarios: un día incluso debieron cerrar más temprano por quiebre de stock.
Además, ya tienen más de 30 mil seguidores en Instagram y asegura que reciben comentarios positivos: “Ojalá que esto se multiplique (... ). Todos los días nos escriben al menos 30 personas (terapeutas ocupacionales, personas con discapacidad intelectual o sus familiares) preguntando si pueden trabajar aquí”. Catalina Palma es una de las clientas que ya visitaron el local.
Estaba en el sector, entró y fue “una sorpresa positiva”. Sobre la atención, dice que le pareció “muy inclusivo e innovador” y agradece el espacio porque aunque tiene familiares con discapacidad, “sé que hay mucha gente que no tiene la misma cercanía”. En otros países, como Argentina, España y México también se han realizado iniciativas de este tipo. Y en Santiago no es la primera. Hace 10 años que la Fundación Incluir logró un acuerdo con Starbucks para que personas con síndrome de Down puedan trabajar en sus cafés. Angelina Merino, directora de la Fundación Incluir, explica que actualmente hay seis jóvenes de la organización contratados en distintas sucursales en Santiago.
“(La empresa) hacía inclusión antes de que existiera la ley, pero desde el año 2019, con la Ley de Inclusión, se abrió una puerta de oportunidades para las personas con discapacidad en Chile, que es el 1% de cada empresa que tiene más de 100 trabajadores. Entonces, eso ha dado la posibilidad de abrir muchísimas más oportunidades y la visibilización de las personas que tienen muchas capacidades y que antes no tenían oportunidades”, afirma. Además, hace tres años y medio abrió el Café Precolombino, ubicado adentro del Museo Precolombino de Santiago y donde también trabajan personas con discapacidad intelectual y otras condiciones como trastorno del espectro autista. Patricia Bonzi, encargada del local, expliNWODUDE _ AIRETEFAC @. En algunos casos, los menús están diseñados para que sea fácil recordar el pedido, incluso si no se sabe leer. La inclusión laboral y “lograr transformaciones profundas en la sociedad” son algunos de sus ingredientes clave, dice una experta.
Ya hay en distintas comunas de Santiago y también en otras ciudades El café Conectar tiene menos de un mes abierto y ha sido tanto el éxito que un día tuvieron que cerrar antes porque habían vendido todo. Los clientes dicen que es una propuesta “positiva” que permite conocer más de cerca la realidad de personas con discapacidad intelectual. Edudown tiene un café en La Serena, otro en el Museo Precolombino de Santiago y están por abrir un coffee shop en la sede de la Teletón en la capital.