Autor: CHILE, NUEVA RUTA
Cómo el mundo Narco enfrentará a Donald Trump
Cómo el mundo Narco enfrentará a Donald Trump Una investigación especializada latinoamericana avizora un cambio en las dinámicas criminales que hemos conocido a fin de contrarrestar la represión prometida desde EE.UU.
Ya se asume que “todo podría ser peor” con la llegada del nuevo inquilino de la Casa Blanca porque de paso vivimos la mayor bonanza de cocaína de la historia, y donde Chile ahora aparece consignado como “nueva ruta narco”. Isabel Frías Periodista UCLa última entrega de los investigadores Jeremy McDermott y Steven Dudley bajo el alero de la reconocida Fundación InSigth Crime es en una lectura más de fondo bastante desoladora respecto del futuro político regional partir de la llegada oficial del nuevo Mandatario estadounidense, el próximo lunes 20 de enero.
Y, tanto en el Norte como en el Centro y Sudamérica, la ciudadanía debiera redoblar sus esfuerzos por estar bien informada de lo que vendrá en materia de migración, control fronterizo y seguimiento de los principales delitos que mueven las economías informales y muchos de problemas políticos que azotan a nuestros países.
Esta visión con dejo de premonición se sostiene en el peso de la Historia: Desde la Guerra de Vietnam en adelante, pasando por las experiencias extremas de Irán y Afganistán, más las guerras sucias los de México y Colombia, datos hablan de que las políticas frontales norteamericanas han robustecido las economías instalado gobierilegales e nos más radicalizados que los anteriores, donde la primera víctima ha sido siempre la democracia, el pluralismo y los derechos más fundamentales de las personas.
La última entrega de la serie denominada GameChangers que comparte hoy El Longino con sus lectores, donde McDermott y Dudley realizan un Balance Criminal del 2024, proyecta lo que traerá este 2025 en el terreno policial y conflictividad social, facilitando la correcta comprensión de la agenda noticiosa Latinoamericana, ahora con Chile y Tarapacá también implicados. El dato de entrada es contundente: El aumento de la producción de cocaína generó US$25 mil millones adicionales en ganancias para el crimen organizado transnacional en 2024, afirma InSigth Crime. Acto seguido se perfilan las consecuencias con el incremento brutal del narcotráfico durante 2024 instaló una mayor sofisticación criminal y dio paso a una peligrosa penetración estatal. “Solo en Colombia, la producción de cocaína aumentó hasta 1.000 toneladas.
Un kilogramo de cocaína al por mayor cuesta unos 25.000 dólares, lo que significa que el comercio de cocaína generó aproximadamente 66,6 mil millones de dólares en 2024, mucho más que los 43,6 mil millones de dólares de 2023.
Aunque las drogas sintéticas han acaparado los titulares, es la cocaína la que sustenta el crimen organizado latinoamericano y sigue siendo el acelerador criminal por excelencia: Transformó al fallecido traficante colombiano Pablo Escobar de pequeño contrabandista enel criminal más poderoso del planeta, en poco más de una década. Convirtió a los grupos criminales mexicanos en una “insurgencia criminal” y a la Ndrangheta italiana en la mafia más poderosa de Europa. Y ahora está dando a la mafia albanesa un impulso sin precedentes. Para dar una idea de la magnitud del aumento de la producción de cocaína, solo el incremento de 1.000 toneladas en 2023 es el doble de lo que produjo Colombia en todo 2015.
Si a esto le añadimos aumentos menores en los otros dos grandes productores de cocaína, Bolivia y Perú, y la aparición de plantaciones de coca a escala industrial en Ecuador, Honduras, Guatemala y Venezuela, nos encontramos ante la mayor bonanza de cocaína de la historia. El año pasado hablamos del fogonazo que se produjo entre la producción de cocaína y las cadenas de suministro.
Ahora, las organizaciones de tráfico de drogas (OTD) colombianas, brasileñas y mexicanas han cerrado esa brecha, aumentando el volumen de cocaína que pueden manejar y se han desarrollado nuevas rutas de salida de la región, hacia países que hasta ahora habían escapado a la narco violencia, como Costa Rica, Uruguay y Chile. Sin embargo, son las relaciones entre las OTD latinas y las mafias europeas las que realmente han transformado el negocio de la cocaína, presagiando la evolución de una nueva generación de redes criminales globales.
Las mafias italianas, holandesas y de los Balcanes son las más prolíficas y ahora operan en las primeras fases de la cadena en América Latina, negociando los envíos de cocaína en su origen y consiguiendo para sí mismos una mayor parte de las ganancias. Mientras tanto, Europa ha superado a Estados Unidos como el mayor mercado mundial de cocaína. A medida que la Unión Europea y el Mercosurde Suramérica avanzan en la firma de un acuerdo de libre comercio, es de esperar que más drogas crucen el Atlántico. Estas redes no solo abastecen al mercado europeo. Están explorando nuevos destinos en Asia y Oceanía.
Esta diversificación de los mercados junto con la creciente pureza de la droga ha garantizado que los precios de la cocaína se mantengan estables a pesar de la oferta récord: Con el aumento de los impuestos sobre el alcohol en gran parte de Europa, la cocaína ya no es la droga preferida de los ricos, sino que ha llegado a un mercado más generalizado, ampliando su disponibilidad y atractivo. Pero, la cocaína no es la única economía ilegal en auge en la región.
Los precios récord del oro están alimentando un frenesí de minería ilegal en Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador y Perú, despojando los cauces fluviales que bañan la Amazonía y dejando tras de sí el envenenamiento por mercurio y paisajes lunares. La agitación política alimentada por el crimen organizado está provocando migraciones masivas.
A los cerca de ocho millones de venezolanos que han abandonado su país se suman colombianos, ecuatorianos y haitianos que también huyen de la violencia y la extorsión, la mayoría hacia el Norte para reclamar un pedazo del sueño americano.
Los traficantes y tratantes de personas registran flujos y ganancias récord. ¿SOLUCIÓN INTERNACIONAL?Con ingresos y recursos récord, es de esperar que los ataques la democracia criminales a sean aún más intensos en 2025, a medida que los grupos criminales traten de penetrar aún más en los Estados para proteger y facilitar sus operaciones.
Es probable que más zonas de la región caigan bajo la gobernanza criminal, donde los actores ilegales asumen muchas de las funciones del Estado, incluida la provisión de seguridad, justicia, el establecimiento de normas deconvivencia y la imposición de “impuestos”. La delincuencia organizada transnacional solo puede enfrentarse de forma efectiva con respuestas internacionales por tanto la necesidad de cooperación regional y mundial aumentará aún más en 2025. Las ofensivas policiales como la Operación Orión, encabezada por Colombia y en la que participan 62 países, deben convertirse en la norma y no en la excepción. Tradicionalmente, ha sido Washington quien ha liderado la lucha contra el Crimen Organizado Transnacional (COT) en la región, desarrollando una estrategia regional y presionando a los países para que cooperen. Sin embargo, las dos últimas administraciones han perdido influencia en la región y, sin la participación entusiasta de Colombia, México y Brasil, una estrategia regional es prácticamente imposible. Esto nos lleva a la segunda administración Trump y a primera vista podría haber buenas noticias para América Latina y el Caribe. Pero, aunque parece que los expertos en Latinoamérica dominarán las altas esferas de la política exterior de Trump, la retórica del electo presidente no parece diseñada para mejorar la cooperación regional.
EL FACTOR MIGRANTELa migración fue un factor significativo en la victoria de Donald Trump en las elecciones y será una prioridad para el gobierno entrante, así como un factor determinante en las relaciones entre Washington y las naciones latinoamericanas. Una administración Trump puede estar dispuesta a pasar por alto consideraciones de derechos humanos y contrapesos democráticos si los países cooperan en la contención de la migración hacia Estados Unidos. Es probable que otros dos temas dominen las relaciones de Estados Unidos en la región y tengan un impacto en la dinámica criminal: Venezuela y China. Durante la primera administración Trump se adoptó una línea dura contra Venezuela, se aplicaron sanciones y se ejerció la “máxima presión” sobre el régimen de Nicolás Maduro.
Los intentos del presidente Joe Biden de dialogar con Maduro dieron como resultado una represión sin precedentes de la oposición política y en unas elecciones que casi con toda seguridad fueron robadas, lo que revela que no se puede confiar en que Maduro cumpla ninguna de las promesas que hace. Es difícil exagerar la creciente importancia de Venezuela en términos criminales. El régimen de Maduro, que probablemente permanecerá otros seis años en el poder, es el ejemplo más sofisticado del crimen organizado incrustado en el Estado en la región. Aliado con grupos criminales, tanto colombianos como venezolanos, el Estado regula las economías criminales, desesperado por las divisas que le proporcionan para sobrevivir en medio del creciente aislamiento y las sanciones internacionales.
Una de las bandas criminales más violentas y de más rápida expansión de la región es el Tren de Aragua de Venezuela, que ha seguido a los millones de migrantes venezolanos en su búsqueda de nuevas oportunidades, aprovechándose de ellos en cada paso del camino. La llegada del crimen organizado venezolano a Estados Unidos, aunque ligeramente fabricado, se convirtió en un tema durante la reciente elección presidencial.
ROL DE VENEZUELA Y CHINALimítrofe con Colombia y los centros de producción de cocaína, Venezuela se ha convertido en uno de los principales países de tránsito de la droga, enviando cocaína al Caribe y a través de África Occidental. Venezuela ya es un centro de criminalidad regional, una situación que seguramente empeorará durante 2025. Es probable que una guerra económica contra China, denuevo centrada en los aranceles, sea una característica de una segunda administración Trump. Esto podría tener un impacto en América Latina y su dinámica criminal. Marco Rubio ha demostrado ser muy duro con China, así como con Venezuela, al igual que el asesor de seguridad nacional propuesto por Trump, Mike Waltz. En la última década, China ha incrementado su compromiso con América Latina y el Caribe a través de su iniciativa “Franja y Ruta” y su insaciable apetito por materias primas agrícolas y minerales.
En noviembre de 2024, el presidente Xi Jinping inauguró en Chancay, Perú, un nuevo puerto de aguas profundas con un valor de miles de millones de dólares, el último en sumarse a los cerca de 40 puertos que China administra en la región, bienes inmuebles cruciales para el COT, siglas de Crimen Organizado Trasnacional. El papel de China en el crimen organizado en América Latina y el Caribe es muy poco conocido, con la excepción del comercio de fentanilo, cuyos precursores suelen proceder de China.
Pero las flotas pesqueras chinas son algunas de las mayores responsables de la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (pesca INDNR). China también desempeña un papel destacado en otros delitos contra el medioambiente, como la extracción de aletas de tiburón, la tala ilegal de maderas nobles y el comercio de garras y dientes de los grandes felinos que deambulan por la selva amazónica. China es una de las principales fuentes de lavado de dinero basado en el comercio en la región, y el crimen organizado chino desempeña un papel importante en el contrabando y la trata de personas. China no extradita a sus ciudadanos ni coopera en las investigaciones sobre las actividades delictivas de sus ciudadanos en el extranjero, lo que proporciona una capa de protección a la delincuencia organizada china.
Cualquier presión sobre China para que aborde estas cuestiones podría tener profundas implicaciones en la región”.. Cómo el mundo Narco enfrentará a Donald Trump Una investigación especializada latinoamericana avizora un cambio en las dinámicas criminales que hemos conocido a fin de contrarrestar la represión prometida desde EE.UU.
Ya se asume que “todo podría ser peor” con la llegada del nuevo inquilino de la Casa Blanca porque de paso vivimos la mayor bonanza de cocaína de la historia, y donde Chile ahora aparece consignado como “nueva ruta narco”. Isabel Frías Periodista UCLa última entrega de los investigadores Jeremy McDermott y Steven Dudley bajo el alero de la reconocida Fundación InSigth Crime es en una lectura más de fondo bastante desoladora respecto del futuro político regional partir de la llegada oficial del nuevo Mandatario estadounidense, el próximo lunes 20 de enero.
Y, tanto en el Norte como en el Centro y Sudamérica, la ciudadanía debiera redoblar sus esfuerzos por estar bien informada de lo que vendrá en materia de migración, control fronterizo y seguimiento de los principales delitos que mueven las economías informales y muchos de problemas políticos que azotan a nuestros países.
Esta visión con dejo de premonición se sostiene en el peso de la Historia: Desde la Guerra de Vietnam en adelante, pasando por las experiencias extremas de Irán y Afganistán, más las guerras sucias los de México y Colombia, datos hablan de que las políticas frontales norteamericanas han robustecido las economías instalado gobierilegales e nos más radicalizados que los anteriores, donde la primera víctima ha sido siempre la democracia, el pluralismo y los derechos más fundamentales de las personas.
La última entrega de la serie denominada GameChangers que comparte hoy El Longino con sus lectores, donde McDermott y Dudley realizan un Balance Criminal del 2024, proyecta lo que traerá este 2025 en el terreno policial y conflictividad social, facilitando la correcta comprensión de la agenda noticiosa Latinoamericana, ahora con Chile y Tarapacá también implicados. El dato de entrada es contundente: El aumento de la producción de cocaína generó US$25 mil millones adicionales en ganancias para el crimen organizado transnacional en 2024, afirma InSigth Crime. Acto seguido se perfilan las consecuencias con el incremento brutal del narcotráfico durante 2024 instaló una mayor sofisticación criminal y dio paso a una peligrosa penetración estatal. “Solo en Colombia, la producción de cocaína aumentó hasta 1.000 toneladas.
Un kilogramo de cocaína al por mayor cuesta unos 25.000 dólares, lo que significa que el comercio de cocaína generó aproximadamente 66,6 mil millones de dólares en 2024, mucho más que los 43,6 mil millones de dólares de 2023.
Aunque las drogas sintéticas han acaparado los titulares, es la cocaína la que sustenta el crimen organizado latinoamericano y sigue siendo el acelerador criminal por excelencia: Transformó al fallecido traficante colombiano Pablo Escobar de pequeño contrabandista enel criminal más poderoso del planeta, en poco más de una década. Convirtió a los grupos criminales mexicanos en una “insurgencia criminal” y a la Ndrangheta italiana en la mafia más poderosa de Europa. Y ahora está dando a la mafia albanesa un impulso sin precedentes. Para dar una idea de la magnitud del aumento de la producción de cocaína, solo el incremento de 1.000 toneladas en 2023 es el doble de lo que produjo Colombia en todo 2015.
Si a esto le añadimos aumentos menores en los otros dos grandes productores de cocaína, Bolivia y Perú, y la aparición de plantaciones de coca a escala industrial en Ecuador, Honduras, Guatemala y Venezuela, nos encontramos ante la mayor bonanza de cocaína de la historia. El año pasado hablamos del fogonazo que se produjo entre la producción de cocaína y las cadenas de suministro.
Ahora, las organizaciones de tráfico de drogas (OTD) colombianas, brasileñas y mexicanas han cerrado esa brecha, aumentando el volumen de cocaína que pueden manejar y se han desarrollado nuevas rutas de salida de la región, hacia países que hasta ahora habían escapado a la narco violencia, como Costa Rica, Uruguay y Chile. Sin embargo, son las relaciones entre las OTD latinas y las mafias europeas las que realmente han transformado el negocio de la cocaína, presagiando la evolución de una nueva generación de redes criminales globales.
Las mafias italianas, holandesas y de los Balcanes son las más prolíficas y ahora operan en las primeras fases de la cadena en América Latina, negociando los envíos de cocaína en su origen y consiguiendo para sí mismos una mayor parte de las ganancias. Mientras tanto, Europa ha superado a Estados Unidos como el mayor mercado mundial de cocaína. A medida que la Unión Europea y el Mercosurde Suramérica avanzan en la firma de un acuerdo de libre comercio, es de esperar que más drogas crucen el Atlántico. Estas redes no solo abastecen al mercado europeo. Están explorando nuevos destinos en Asia y Oceanía.
Esta diversificación de los mercados junto con la creciente pureza de la droga ha garantizado que los precios de la cocaína se mantengan estables a pesar de la oferta récord: Con el aumento de los impuestos sobre el alcohol en gran parte de Europa, la cocaína ya no es la droga preferida de los ricos, sino que ha llegado a un mercado más generalizado, ampliando su disponibilidad y atractivo. Pero, la cocaína no es la única economía ilegal en auge en la región.
Los precios récord del oro están alimentando un frenesí de minería ilegal en Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador y Perú, despojando los cauces fluviales que bañan la Amazonía y dejando tras de sí el envenenamiento por mercurio y paisajes lunares. La agitación política alimentada por el crimen organizado está provocando migraciones masivas.
A los cerca de ocho millones de venezolanos que han abandonado su país se suman colombianos, ecuatorianos y haitianos que también huyen de la violencia y la extorsión, la mayoría hacia el Norte para reclamar un pedazo del sueño americano.
Los traficantes y tratantes de personas registran flujos y ganancias récord. ¿SOLUCIÓN INTERNACIONAL?Con ingresos y recursos récord, es de esperar que los ataques la democracia criminales a sean aún más intensos en 2025, a medida que los grupos criminales traten de penetrar aún más en los Estados para proteger y facilitar sus operaciones.
Es probable que más zonas de la región caigan bajo la gobernanza criminal, donde los actores ilegales asumen muchas de las funciones del Estado, incluida la provisión de seguridad, justicia, el establecimiento de normas deconvivencia y la imposición de “impuestos”. La delincuencia organizada transnacional solo puede enfrentarse de forma efectiva con respuestas internacionales por tanto la necesidad de cooperación regional y mundial aumentará aún más en 2025. Las ofensivas policiales como la Operación Orión, encabezada por Colombia y en la que participan 62 países, deben convertirse en la norma y no en la excepción. Tradicionalmente, ha sido Washington quien ha liderado la lucha contra el Crimen Organizado Transnacional (COT) en la región, desarrollando una estrategia regional y presionando a los países para que cooperen. Sin embargo, las dos últimas administraciones han perdido influencia en la región y, sin la participación entusiasta de Colombia, México y Brasil, una estrategia regional es prácticamente imposible. Esto nos lleva a la segunda administración Trump y a primera vista podría haber buenas noticias para América Latina y el Caribe. Pero, aunque parece que los expertos en Latinoamérica dominarán las altas esferas de la política exterior de Trump, la retórica del electo presidente no parece diseñada para mejorar la cooperación regional.
EL FACTOR MIGRANTELa migración fue un factor significativo en la victoria de Donald Trump en las elecciones y será una prioridad para el gobierno entrante, así como un factor determinante en las relaciones entre Washington y las naciones latinoamericanas. Una administración Trump puede estar dispuesta a pasar por alto consideraciones de derechos humanos y contrapesos democráticos si los países cooperan en la contención de la migración hacia Estados Unidos. Es probable que otros dos temas dominen las relaciones de Estados Unidos en la región y tengan un impacto en la dinámica criminal: Venezuela y China. Durante la primera administración Trump se adoptó una línea dura contra Venezuela, se aplicaron sanciones y se ejerció la “máxima presión” sobre el régimen de Nicolás Maduro.
Los intentos del presidente Joe Biden de dialogar con Maduro dieron como resultado una represión sin precedentes de la oposición política y en unas elecciones que casi con toda seguridad fueron robadas, lo que revela que no se puede confiar en que Maduro cumpla ninguna de las promesas que hace. Es difícil exagerar la creciente importancia de Venezuela en términos criminales. El régimen de Maduro, que probablemente permanecerá otros seis años en el poder, es el ejemplo más sofisticado del crimen organizado incrustado en el Estado en la región. Aliado con grupos criminales, tanto colombianos como venezolanos, el Estado regula las economías criminales, desesperado por las divisas que le proporcionan para sobrevivir en medio del creciente aislamiento y las sanciones internacionales.
Una de las bandas criminales más violentas y de más rápida expansión de la región es el Tren de Aragua de Venezuela, que ha seguido a los millones de migrantes venezolanos en su búsqueda de nuevas oportunidades, aprovechándose de ellos en cada paso del camino. La llegada del crimen organizado venezolano a Estados Unidos, aunque ligeramente fabricado, se convirtió en un tema durante la reciente elección presidencial.
ROL DE VENEZUELA Y CHINALimítrofe con Colombia y los centros de producción de cocaína, Venezuela se ha convertido en uno de los principales países de tránsito de la droga, enviando cocaína al Caribe y a través de África Occidental. Venezuela ya es un centro de criminalidad regional, una situación que seguramente empeorará durante 2025. Es probable que una guerra económica contra China, denuevo centrada en los aranceles, sea una característica de una segunda administración Trump. Esto podría tener un impacto en América Latina y su dinámica criminal. Marco Rubio ha demostrado ser muy duro con China, así como con Venezuela, al igual que el asesor de seguridad nacional propuesto por Trump, Mike Waltz. En la última década, China ha incrementado su compromiso con América Latina y el Caribe a través de su iniciativa “Franja y Ruta” y su insaciable apetito por materias primas agrícolas y minerales.
En noviembre de 2024, el presidente Xi Jinping inauguró en Chancay, Perú, un nuevo puerto de aguas profundas con un valor de miles de millones de dólares, el último en sumarse a los cerca de 40 puertos que China administra en la región, bienes inmuebles cruciales para el COT, siglas de Crimen Organizado Trasnacional. El papel de China en el crimen organizado en América Latina y el Caribe es muy poco conocido, con la excepción del comercio de fentanilo, cuyos precursores suelen proceder de China.
Pero las flotas pesqueras chinas son algunas de las mayores responsables de la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (pesca INDNR). China también desempeña un papel destacado en otros delitos contra el medioambiente, como la extracción de aletas de tiburón, la tala ilegal de maderas nobles y el comercio de garras y dientes de los grandes felinos que deambulan por la selva amazónica. China es una de las principales fuentes de lavado de dinero basado en el comercio en la región, y el crimen organizado chino desempeña un papel importante en el contrabando y la trata de personas. China no extradita a sus ciudadanos ni coopera en las investigaciones sobre las actividades delictivas de sus ciudadanos en el extranjero, lo que proporciona una capa de protección a la delincuencia organizada china. Cualquier presión sobre China para que aborde estas cuestiones podría tener profundas implicaciones en la región”..