Autor: Rafael Sousa Socio en ICC Crisis Profesor Facultad de Comunicación y Letras UDP
Columnas de Opinión: Chile en pleno ciclo conservador
Columnas de Opinión: Chile en pleno ciclo conservador a encuesta CEP ha confirmado el fenómeno político más relevante de los años que corren: Chile se encuentra en pleno ciclo conservador, uno que asomó con la votación obtenida por Kast en la primera vuelta presidencial de 2021 y se hizo dominante con el rechazo a la propuesta constitucional de 2022. A continuación explico por qué, en base a los datos de la señalada encuesta. Si categorizáramos los hallazgos en dos grandes ejes, podríamos decir que ha crecido o se ha consolidado una inclinación favorable hacia la autoridad y la individualidad.
Dentro del primer grupo, el antecedente más llamativo es la altísima y persistente adhesión al valor de la obediencia como prioritario en la formación de los niños, que alcanza un 80%, 34 puntos más que en 2019, cuando el ciclo del país ciertamente no era conservador sino intensamente redistributivo.
El dato más inquietante en este ámbito es el consistente crecimiento de la preferencia por regímenes autoritarios, o la indiferencia frente a estos, que sumados superan el 50%. Si el Estado democrático no satisface la demanda de orden, muchos parecen dispuestos a vivir en un reino, imaginando el arquetipo de un rey héroe. Sobre la favorabilidad pública hacia la individualidad, la encuesta muestra que sigue creciendo la percepción de que debe premiarse el esfuerzo propio (llega a 58%) aunque pueda producir inequidades.
En la misma línea, disminuye el número de personas que declara enojo frente a las desigualdades de ingresos respecto de una serie de estereotipos, desde empresarios hasta inftuenciadores en redes sociales, pese a que la tolerancia es bastante menor cuando se trata de políticos.
Las personas están menos atentas a su posición relativa y más a la absoluta, menos preocupadas de las formas y más de los efectos (particularmente respecto de su aspiración de orden), menos esperanzados en la acción colectiva y más en la propia. El resultado electoral de este ciclo conservador podría ser un inédito volumen de votos para candidatos de derecha en las presidenciales de noviembre. La encuesta CEP muestra que un 72% de quienes manifiesta preferencia por algún candidato, lo hace por uno de ese sector. Es cierto que la mitad no se pronuncia, lo que muchos han interpretado como un “escenario abierto”. La realidad es que hoy, lo único abierto es qué candidato de derecha se impondrá. La izquierda se aferra a lograr instalar un(a) candidato(a) en segunda vuelta, que sea más moderado(a) y que enfrente a uno del extremo derecho.
Sigo convencido de que el ánimo conservador que ha dominado la escena pública en los últimos años es más táctico que ideológico, más una reacción frente a las amenazas que un cambio profundo en la estructura valórica de nuestra sociedad. La derecha cometería un error al pensar que este ciclo pudiera perpetuarse. Más bien debiera prepararse para que cambie en medio de un eventual gobierno de ese sector, si es que las expectativas que sostienen este ánimo fueran frustradas..