Vivir los procesos de fertilización en grupo ayuda a lidiar con el desgaste emocional
Vivir los procesos de fertilización en grupo ayuda a lidiar con el desgaste emocional L os procesos de fertilización son una opción cada vez más común para poder avanzar en el camino de la maternidad. Sin embargo, los especialistas y las pacientes coinciden en que estos tratamientos tienen grandes complejidades no solo por las intervenciones y sus costos, sino además por el desgaste emocional. Pilar Silva (42) reconoce que "es muy complejo hablar del tema.
Uno lo vive muy sola". Ella y su marido intentaron un par de fecundaciones in vitro en 2024 y, para informarse más del proceso, sentirse acompañada y pedir consejos a otras mujeres que están pasando o ya experimentaron el mismo tratamiento, se sumó a un grupo de la Fundación Fënn. Esta organización tiene como objetivo promover la educación, información, orientación y activismo sobre la infertilidad. En su caso, ambos procedimientos fueron infructuosos, y Silva reconoce que poder conversarlo con otras mujeres que transitaron el mismo proceso ayuda, ya que "no eres la única.
Y cuando tú cuentas eso, que te fue mal y todo, sientes un respaldo, un colchoncito afectivo, que están ahí para tirarte para arriba, para decirte `pucha, a mí me pasó lo mismo, pero intenté y seguí y averigüé'". Y agrega: "Duele mucho, pero uno trabaja todos esos procesos con la gente que está en los chats de cada comunidad". Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada seis personas padece infertilidad en algún momento de su vida. La directora de la Fundación Fënn, Fiorella Squadritto, explica que actualmente tienen 13 comunidades online, vía WhatsApp, divididas por tratamientos y etapas de tratamiento, incluida una para hombres. En total, precisa, hay más de 1.500 personas. El proyecto surgió en 2019 porque junto con su socia fundadora, Luz María Lira, conversaban entre ellas durante sus procesos de fertilización "y era súper sanador.
Era un espacio seguro, sin juicios; de poder hablar, porque cuando tú tienes infertilidad, te llegan muchos consejos no solicitados". Squadritto destaca que el espacio se ha convertido en un lugar para "navegar el tratamiento". Y lo ejemplifica con que las personas plantean conversaciones que van desde "`Oye, ¿a ti te dolió este remedio? ¿ Alguien se ha pinchado con esto?, ¿Alguien conoce a este doctor?'", hasta "todas las informaciones que no sabíamos dónde encontrar". Romper paradigmas Los especialistas dicen que hablar de estos tratamientos todavía es un tabú para muchas personas. El psicólogo de la U.
Central, Gonzalo Soto, afirma que "cualquier proceso humano que se visibiliza deja de ser tabú". Por eso, recalca la importancia de estos espacios: "Son fundamentales, porque el tabú obedece a algo escondido, no dicho, que tiene complicación social. Y la fertilidad y los procesos de fertilización fueron durante mucho tiempo un tema tabú.
Entonces, actualmente, el proceso de desarrollo respecto de la concepción implica mostrar que no hay una única forma de ser madre o padre". Soto afirma que, de alguna forma, estos espacios "rompen con los paradigmas". Además, son una posibilidad para que las pacientes o familias que viven el proceso puedan procesarlo mejor.
Coincide Karina Sequeira, ginecóloga de Clínica Dávila, quien afirma que si bien los tratamientos suelen ir acompañados de apoyo psicológico para las parejas, estos espacios son "fantásticos" y reconoce que "les digo a las pacientes que los busquen, porque en general se sienten muy solos y el saber o encontrar que hay otras personas que están pasando por lo mismo, o sea, y sentir que pertenecen a un grupo y que no están solos, les ayuda". Sequeira menciona que existen distintas iniciativas de este tipo, como el "Foro del Zócalo", pero en el caso de la Fundación Fënn detalla que "están muy organizadas y creo que eso les da mucha contención emocional (a las pacientes). Yo veo cómo están en la sala de espera y se dicen `¡ ay, tú eres fulanita de la comunidad, y tú también! ', y se van a tomar un café.
Entonces eso les ayuda a vivir el proceso". Sin embargo, precisa que en algunos casos la experiencia también puede traer consecuencias negativas: "A veces comparan sus tratamientos, como `ay, pero a ella le dieron Q10 y a mí no, ¿por qué?'. Eso sí, aclara que "no es malo si lo preguntan; creo que es malo si solo se empiezan a automedicar.
Pero en general estas experiencias las empoderan y eso también es muy bueno, porque en Chile la relación médicopaciente a veces era muy vertical". La Fundación Fënn afirma que actualmente hay más de 1.500 pacientes inscritas en su red de apoyo: Vivir los procesos de fertilización en grupo ayuda a lidiar con el desgaste emocional MANUEL HERNÁNDEZ Los especialistas aseguran que conversar sobre estos temas es relevante porque derriba el tabú.
Y afirman que estos espacios, donde se pueden contar las experiencias y apoyarse mutuamente, permiten "encontrar personas que están pasando por lo mismo". Crecer y escalar La directora de la Fundación Fënn, Fiorella Squadritto, adelanta que durante este año quieren mejorar la experiencia de las personas que se sumen a la comunidad: "Queremos poner a disposición de las pacientes una plataforma que centraliza un poco todo el trabajo que hemos ido entregando". Además de generar ese espacio de conversación, Squadritto asegura que durante 2025 pretenden sumar información sobre "profesionales que han puesto a disposición un montón de beneficios para las pacientes, que se llama la Red Fënn". Una de cada seis personas padece infertilidad en algún momento de su vida, según la OMS. Para muchas de ellas, los tratamientos de fertilización se convierten en una opción necesaria, pese a los costos económicos y emocionales asociados. FREEPIK / CREATIVE COMMONS.