Autor: RAÚL CAAMAÑO MATAMALA, PROFESOR UNIVERSIDAD CATÓLICA DE TEMUCO,
Ubi es?
Ubi es? RAÚL CAAMAÑO MATAMALA, PROFESOR UNIVERSIDAD CATÓLICA DE TEMUCO Ubi es? ¿ Dónde estás? Regularmente es una interrogación interrogación simple, llana, aunque quizás puede transitar a la clásica exclamación ¡ dónde estás! No creo que esta vez lleguemos a ese trance. Otra traducción posible, ¿en qué lugar te ubicas? ubicas? Sutil.
O, directamente, una interpelación criolla del tipo, ¿sabís dónde estai parado? En realidad, varias alternativas son posibles para indagar acerca del lugar físico, real o imaginado en que estamos situados o tan solo para exigir una reacción. Es quizás, una instancia cualquiera para interpelarnos o tan solo averiguar si sabemos sabemos en qué posición nos ubicamos.
Orientación posible, lugar, si a la derecha o a la izquierda, en la delantera o en la defensa, adelante o atrás, con él o con ella, en la galería o en la platea, tantas, tantas opciones, mon Dieu! Incluso puede abarcar una posible ubicación en el tiempo y en el espacio, espacio, al mismo tiempo. Esta interpelación puede ser también una reconvención reconvención a nosotros mismos, a modo de si sabemos dónde estamos, si estamos conscientes de ello. Esto porque quizás más de una vez damos la apariencia de despiste, de estar confundidos. Y la sola pregunta da en el clavo, nos reposicionamos, reposicionamos, o es la reprensión justa para reaccionar debidamente o en consonancia. Es común la distracción, retraimiento, o ensimismamiento, ensimismamiento, que nos aparta de un espacio que compartimos con otro, con otros. La respuesta, la reacción, en ocasiones, es clarísima. En otras, no tanto, el “retiro” sigue, es mayor, y el retorno retorno a la realidad es si no causa de investigación, de consulta.
Es cierto, unos somos más retraídos que otros, rasgos de la personalidad, no más, pero sí es posible “entrenar” la participación en conversaciones, conversaciones, en reuniones grupales, e intervenir más, colocando en el centro de la conversación, temas o asuntos de interés del grupo, y no solo de uno, o unos, que llevan la batuta.
El saber dónde estamos, es un buen punto de arranque para iniciar planes de gobierno personal, personal, estudios, trabajos, recreación, por qué no, en fin, acciones o actividades que vayan en consonancia consonancia con nuestra identidad, con nuestros rasgos personales, con nuestra historia de vida, con el contexto en que nos desenvolvemos, o con nuestras raíces. Saber dónde estamos, nos permite, en suma agendar, trazar en la línea del tiempo lo que viene. Hay quienes son extremadamente organizados, no dan paso alguno sin haberlo marcado, señalado, antes.
Tiene una carta gantt diaria, hora tras hora, nada es sorpresivo, nada es al azar, y son severos, en el minutaje, en el horario, no solo en lo laboral sino en sus deberes o haceres personales. Otros, en tanto, se acomodan de modo disperso, disperso, desparramado, disgregado, no quería decir, desordenado, ja, ja, ja. Es cierto, se paran en el día a día, a lo que la suerte les diga, les señale, llegan a destiempo, sin las tareas, se disculpan a menudo, son distraídos, sino idos. O son épocas, periodos, o es una característica de vida. Unos y otros, son, somos parte de una comunidad comunidad de personas, y debemos apoyarnos en la construcción de una familia mayor sostenida por valores superiores oteando el horizonte. Actuemos, comportémonos como lo dicta el buen entendimiento..