“Es un gobierno que promueve ciertas características en cuanto a cómo se relacionan con la sociedad, pero eso no se refleja en este caso” Mauricio Morales, hijo del gásfiter fallecido en La Moneda:
La familia de Hugo Morales intenta obtener información sobre cómo fueron esas 18 horas de trabajo previas a su fallecimiento. Hasta ahora solo han reconstruido la historia hasta su llegada a la ex Posta Central. MARTA ARRIAGADA E. El lunes 23 de septiembre, pocos días antes de su fallecimiento, a Hugo Morales lo esperaron con completos en su casa a la hora del té. Su señora quiso hacer algo especial porque no era frecuente que a las 19.00 hrs. Llegara a la casa.
Luego de los almuerzos familiares de los domingos, cansado, el gásfiter de La Moneda dormía la siesta para el lunes entrar a su turno a las 8:17 una rutina que a los 63 años le pasaba la cuenta.
Su hijo Mauricio Morales dice que a pesar de que su papá afirmaba que le “cargaban la mano”, le gustaba mucho su trabajo y estaba tan orgulloso que enviaba videos y fotos de las cosas que hacía al interior del palacio bajo la gestión de un gobierno con el que Hugo compartía ideales. “Trabajaba comprometido porque este era un gobierno que iba con lo que mi papá pensaba”, dice Mauricio. Accidente común Antes de entrar a trabajar en mayo de 2023 a La Moneda, Morales estuvo poco más de un año cesante. “Aleonado” por sus cuatro hijos, entró a Infocap para perfeccionarse en su oficio. Así postuló al trabajo en La Moneda, con un buen estado de salud, según los últimos exámenes que se había realizado por una operación a la vesícula en diciembre de 2022. En 10 años, Hugo Morales solo había tenido una licencia médica y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) que sufría estaba controlada. Sin embargo, en un informe de la Mutual de Seguridad de este año, se le prohibió trabajar en espacios cerrados. Luego de su fallecimiento tras un infarto, después de 18 horas de trabajo continuo en La Moneda, la familia solicitó revisar el lugar donde se infartó. Bajaron hasta el piso -1 del palacio de La Moneda junto a la hoy renunciada directora administrativa, Antonia Rozas. “Era una sala de 4x6 sin ventanas ni ventilación y había solo una puerta que te dirigía a otra habitación y tenía olor a pintura fresca. A una persona con EPOC eso no le hace bien”, describe Mauricio Morales.
Hoy, una de las dudas que la familia quiere despejar es por qué si en un principio el fiscal a cargo solicitó autopsia al cuerpo de Hugo Morales, a los minutos después se les confirmó que finalmente no la harían.
A eso se le suma que el informe de la Mutual Viorales, hijo de Hugo Morales, trabajador fallecido en el Palacio de La Moneda. 58 Es una muerte que creemos que es 100% ocasionada por exceso laboral”. de Seguridad calificó la muerte de Morales como un “accidente común”. “Es fundamental saber si en la zona había condiciones adversas para una persona con EPOC, o sea las condiciones en las que estaba Hugo Morales al momento de estar haciendo el trabajo.
Y si él murió por intoxicación de monóxido y eso causó un paro, de eso queda huella en el cuerpo y en ese caso sería necesario pedir la autopsia”, afirma Marcelo Castillo, abogado de la familia. —En esas 18 horas antes del fallecimiento, ¿usted habló con su padre? —El último contacto que tuve con él fue el miércoles de esa semana. Hablamos de la vida y me dijo que estaba cansado, que iba a tomar once y se iba a acostar.
Últimamente estuvo haciendo montajes de escenarios y mostraba siempre con orgullo algunas fotos, pero también decía cosas que no le gustaban, que llegaba cansado a las 10,11 de la noche y con turnos desde las 8 de la mañana. —-¿ Qué crítica hacía él sobre los turnos?—Que se los cambiaban, que, por ejemplo, no le tocaba ir un sábado y se le avisaba que tenía que ir o una semana en la que no le tocaba noche, tenía que ir.
Nosotros normalizamos eso y ese es el mea culpa que tenemos. pAke —¿ Quién fue la primera autoridad que se comunicó con ustedes desde La Moneda? —Cuando llegamos a la ex Posta Central, estaba Antonia Rozas y su equipo, y en ese momento lo interpretamos como algo bueno, que se estaban haciendo cargo, pero después de eso, todas las comunicaciones fueron con el jefe de Recursos Humanos, con el que hasta el día de hoy tenemos buena comunicación, pero él no es autoridad.
El Presidente envió una tarjeta de condolencia de dos líneas y lo agradecemos. —¿ Qué incongruencia ve en la actitud que tuvo La Moneda con ustedes como familiares y en el discurso político que tiene el Gobierno? —Es un gobierno que promueve ciertas características en cuanto a cómo se relacionan con la sociedad, pero eso no se refleja en este caso, que les pega directo por temas de acoso laboral, maltrato laboral.
Es una muerte que creemos que es 100% ocasionada por exceso laboral y que los informes técnicos digan que esto es una muerte común, creemos que no es congruente con la postura que el Gobierno promueve. —¿ Sabe por qué a su papá no le hicieron autopsia? —Esa conversación la tuve con el carabinero de turno esa noche y él me manifestó que el fiscal la había solicitado, pero a los minutos me dijo que finalmente no se determinó la autopsia.
Consideramos que si el fiscal la había solicitado, ese era el minuto para hacerla, pero ¿ por qué determinó después que no era necesaria?, ¿ qué información o quién le dio la orden para determinar queno era necesaria? —¿ Qué interpretación hace usted de la renuncia de Antonia Rozas? —Creemos que esto puede ayudar a que se dé un segundo aire en el relacionamiento con la administración de palacio.
Creemos que eso es necesario. — ¿ Cómo calificaría la actitud que ha tenido el Gobierno con ustedes como familiares? — Hasta antes que nosotros hiciéramos público esto a través del requerimiento a Contraloría, era displicente. Posterior al requerimiento a Contraloría, fue un apoyo normal y digo displicente porque tuvimos que tocar puertas. Mi mamá tuvo que ir a la seremi cuatro veces, sin resultados. Yo fui y me dijeron que no podía recibir ninguna información. Que su padre estaba sufriendo estrés laboral? —Sin duda. En el funeral, compañeros de trabajo se nos acercaron para decirnos que esto era recurrente, que no es normal. A nosotros se nos cortó el duelo con eso. Fueron una seguidilla de cosas que nos fueron apareciendo que daban cuenta de que las cosas no se han hecho bien.