Autor: CATALINA AILLAPÁN
En el país se pueden ver 8 de las 11 especies de ballenas que hay en el planeta
En el país se pueden ver 8 de las 11 especies de ballenas que hay en el planeta Las hembras de ballena jorobada son más grandes que losmachos: 19 metros para ellas y 15 metros para ellos. Se alimentan de peces y plancton. Los cetáceos que tienen “barbas” láminas de queratina que les permiten filtrar el agua y capturar su alimento en vez de dientes son los que se clasifican como ballenas. Llegan a alimentarse:El mar chileno acoge gran variedad de ballenas en verano que vienen a alimentarse. Existen 11 especies de ballenas a nivel mundial y en nuestro país se pueden ver ocho. La más avistada es la jorobada, que esta semana fue protagonista de un video que dio la vuelta al mundo, ya que un ejemplar se “tragó” por unos instantes a un kayakista. Esta ballena llega a aguas chilenas en busca de crustáceos planctónicos como el krill y peces. La jorobada se caracteriza por emerger desde el fondo marino con su boca abierta y cerrarla alllegar a la superficie. Luego expulsa el agua sobrante.
“Si encuentra algo ajeno a su alimento, naturalmente lo expulsa junto con el agua”, dice Elsa Cabrera, directora ejecutiva del Centro de Conservación Cetácea de Chile (CCC). Además, su garganta “mide 10 cm de diámetro, anatómicamente es imposible” tragar algo de mayor tamaño, asegura el doctor Carlos Olavarría, director ejecutivo del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (Ceaza) y especialista en mamíferos marinos.
Para Cabrera, “el mar de nuestro país es privilegiado; la fría corriente de Humboldt lo hacemuy productivo en biodiversidad, atrayendo a diferentes ballenas que buscan alimentarse”. Las ocho especies de ballenas que se pueden ver en Chile, sobre todo de diciembre a abril, son la ballena azul, jorobada, franca austral, de Bryde, Minke, Sei, de aleta y franca pigmea. “Son uno de los animales más emblemáticos del país, actuando como embajadores de una biodiversidad marina que debemos proteger”, destaca Cabrera. En el norte, entre las regiones de Atacama y Coquimbo, se concentran varias especies.
Cabrera recomienda la Caleta Chañaral de Aceituno, “porque hay un tu-AÍRRAVALOSOLRACrismo muy bien organizado, con operadores locales, para ver principalmente ballenas de aleta, pero también otras especies, como jorobadas y azules”. Desde Valdivia hasta el golfo Corcovado se pueden ver ballenas azules, pero la mayor concentración está en Chiloé. En Aysén, en el Golfo de Penas, se pueden ver principalmente ballenas Sei. Y en Magallanes, la más icónica es la jorobada. Cabrera considera “importante recordar que casi todas las es-pecies de ballenas fueron cazadas hasta el borde de la extinción” con fines comerciales, lo que se prohibió a nivel global en 1986.
Así que, “si bien algunas especies muestran signos de recuperación, estamos lejos de hablar de poblaciones masivas”. Aún así, la experta comenta que “la ballena jorobada ha mostrado un incremento más sostenido”: pasó de estar “en peligro de extinción” a “menor preocupación”, según la Unión Internacional para la Conserva-ción de la Naturaleza. Carlos Olavarría recomienda observar a estos animales “con operadores turísticos que saben cómo interpretar y entender su conducta”. Asimismo, conocen la distancia apropiada regulada por ley para acercarse a ellos.
El reglamento exige mínimo 100 metros de distancia para el avistamiento recreativo de las ballenas en general y 300 metros para las azules, los animales más grandes del planeta, que miden hasta 30 metros.. Verano es una buena época para avistarlas, pero siempre manteniendo una distancia de al menos 100 metros. Llegan a alimentarse: