Niños más conscientes y empáticos, los beneficios de educar en la naturaleza
Niños más conscientes y empáticos, los beneficios de educar en la naturaleza La Asociación de Municipalidades Parque Cordillera, que reúne 10 áreas verdes en la Región Metropolitana, organiza actividades de educación ambiental para que los estudiantes aprendan a cuidar el planeta. ASOCIACIÓN DE MUNICIPALIDADES PARQUE CORDILLERA L a maestra y poetisa Gabriela Mistral siempre abogó por que la enseñanza fuera en contacto con la naturaleza.
No solo dedicó varios de sus poemas al entorno natural que admiraba, sino que renovó la forma de educar, por ejemplo, a través de sus rondas cantadas en el patio, las que buscaban que los niños se divirtieran, pero por sobre todo que se conectaran entre ellos y pudieran aprender también fuera de las aulas.
Aunque en Chile la gran mayoría de las clases ocurren dentro de cuatro paredes, existen proyectos y actividades educativas que rescatan esta idea y apuestan por algo diferente: que los niños jueguen y se desarrollen en contacto permanente con los árboles, el río, el lago, las montañas, las aves, los hongos o los insectos. "La naturaleza no es un telón de fondo, sino el corazón del proceso educativo", explica Claudia López, educadora de párvulos y directora administrativa de la escuela bosque Quillay, ubicada en el Parque Aguas de Ramón, en Las Condes, a la que asisten cerca de 20 alumnos de hasta 9 años. "Las matemáticas surgen al medir hojas o contar piedras, las ciencias se descubren al observar insectos o explorar ecosistemas, y las artes se desarrollan al pintar paisajes o crear manualidades con elementos naturales", detalla.
Se trata de un modelo que en países como Dinamarca o Suecia está bastante extendido, al igual que en Reino Unido y España. "En los últimos 20 años, tanto organismos públicos como privados han buscado valorizar la educación en la naturaleza como alternativa a los modelos de educación.
Hoy podemos encontrar esta práctica en muchas iniciativas que rompen paradigmas para volver a integrar las escuelas con sus territorios", explica la académica de la Universidad Alberto Hurtado, Antonia Condeza-Marmentini, investigadora principal del proyecto "Naturaleza Transformadora". Los beneficios de esta práctica educativa serían diversos. "Cuando incluyes a la naturaleza en el proceso de enseñanza y aprendizaje, el ser humano se vuelve mucho más humilde, empático y se entiende como parte de un todo", asegura Valentina Alliende, cofundadora y directora de la Fundación de Educación Holística en la Naturaleza, de Puerto Varas, quienes trabajan con niños hasta 3 básico. "Otro de los beneficios es que se trabaja de forma colaborativa, por lo que se desarrollan herramientas para coexistir y desde el punto de la salud se sabe que el contacto con la naturaleza disminuye el estrés", añade. "Hemos notado un notable desarrollo físico-motor. Al moverse en terrenos irregulares, trepar árboles o correr por el bosque, desarrollan equilibrio, coordinación y fuerza", suma López. Al ser modelos educativos alternativos, los estudiantes que asisten, de diversos niveles académicos, tienen la opción de rendir exámenes libres para certificar sus conocimientos. Guardianes del planeta Pero no es necesario matricularse en un bosque escuela para educarse en la naturaleza. También existen iniciativas extraprogramáticas que reciben a estudiantes durante todo el año escolar, como "Aula Tricao", de la Fundación Parque Tricao, que busca generar aprendizajes y conciencia ambiental en alumnos de enseñanza básica y media.
Javiera Rojas, encargada de la instancia, explica que según el eje curricular que los colegios quieran trabajar, en cualquiera de las materias, se diseña una experiencia que dura siete horas. "También trabajamos las habilidades sociales y emocionales, que se debilitaron en la pandemia, y la naturaleza es un espacio propicio para eso.
Para José Pedro Guilisasti, secretario ejecutivo de la Asociación de Municipalidades Parque Cordillera, que congrega 10 parques de la Región Metropolitana en los que también se hacen actividades educativas al aire libre, el contacto con la naturaleza no solo permite que los estudiantes conozcan mejor el ecosistema y su biodiversidad, sino que también "identificar de mejor forma el rol que juegan sus propias acciones diarias en el cuidado del planeta". La desconexión digital para conectar con el entorno también es parte de la experiencia: "Durante las visitas, las y los estudiantes se desprenden de todo tipo de pantallas, no se usan celulares, computadores ni tablets, relevando la importancia de estar presentes, tanto con la mente como con el cuerpo, cuando recorremos la naturaleza, permitiendo liberar preocupaciones y también prevenir accidentes", dice Guilisasti.
Un modelo educativo presente en Chile y otros países del mundo: Niños más conscientes y empáticos, los beneficios de educar en la naturaleza MARÍA FLORENCIA POLANCO n Aprenden habilidades socioemocionales y las diferentes disciplinas explorando el entorno. Por ejemplo, midiendo las hojas de los árboles o contando piedras aprenden matemáticas, y observando el comportamiento de los insectos entienden ciencias. En las escuelas bosque no existen los pupitres o los pizarrones. Los niños aprenden al aire libre a través de experiencias con la naturaleza.
FUNDACIÓN DE EDUCACIÓN HOLÍSTICA EN LA NATURALEZA `` Cuando incluyes a la naturaleza en el proceso de enseñanza y aprendizaje, el ser humano se vuelve mucho más humilde, empático y se entiende como parte de un todo".. .............................................................................. VALENTINA ALLIENDE FUND. DE EDUCACIÓN HOLÍSTICA EN LA NATURALEZA.