Elevando la discusión: los debates que marcaron la semana
Elevando la discusión: los debates que marcaron la semana Dicen que las elecciones no se ganan ni se pierden, se explican. Y no por repetida la frase deja de tener sentido, aunque hay que reconocer que algunas hay que explicarlas más que otras. Por acá, como pasó con los Demócratas en Estados Unidos, el Socialismo Democrático tendrá que transitar su propia travesía por el desierto. Y más allá de las explicaciones que deberán buscar sobre el desplome, lo cierto es que las primarias del fin de semana no dejan de relevar eso de la singularidad chilena.
Es cierto que a muchos países les gusta sentirse "singulares" -pregúntenle a EE.UU., que hizo de la "excepcionalidad" la base de su identidad-, pero el hecho de que una candidata comunista lidere una coalición de centroizquierda no deja de ser inédito en estos días.
Y mientras algunos se preguntan qué es ser comunista hoy, a más de tres décadas del colapso de los socialismos reales, para Max Colodro lo sucedido el domingo no es tanto mérito del PC como culpa de la centroizquierda. "El triunfo de Jara", apunta, "es el corolario de lo que se ha vivido desde la derrota electoral de la Concertación en 2010: una centroizquierda que decidió inmolarse para que el PC y el movimiento estudiantil llegaran a ser hegemónicos en la oposición al primer gobierno de derecha". El domingo, dice, "volvimos a ser testigos de que la centroizquierda chilena dejó de existir". Y lo hizo precisamente en "el momento en que estuvo dispuesta a sumarse al PC y al FA en su intención de enterrar el Chile de la transición". El que siembra vientos cosecha tempestades, dicen, y eso es lo que le pasó al Socialismo Democrático. Lo sugieren también Pablo Ortúzar y Paula Escobar.
Para el primero, "el desastre comenzó a perfilarse en su coqueteo con las movilizaciones escolares de 2006". Trataron, dice, "desacarle las castañas a la Concertación con la mano del gato frenteamplista", y cuando le pidieron de vuelta las castañas era demasiado tarde. Y así, "los jóvenes de la transición -como Tohá se convirtieron en Sísifos desorientados que empujan una roca hacia no sabendonde". O en el "bastón" del gobierno de sus "hermanos menores", como apunta Escobar.
Y ahora, dice, "resurge la necesidad de reinterpretar el ideario del sector". Mark Twain decía que "si queremos realmente conocer a la raza humana, tenemos que verla en periodo de elecciones". Sea así o no, lo cierto es que los periodos electorales a veces también desvían la atención de la necesaria reflexión y eso es lo que, en parte, les ha sucedido a los partidos del socialismo democrático que, como apunta Natalia Piergentili, han terminado "defendiendo cuotas de poder mientras pierden senticuotas de poder mientras pierden senticuotas de poder mientras pierden senticuotas de poder mientras pierden senticuotas de poder mientras pierden sentiElevando la discusión: Por Juan Paulo Iglesias los debates que marcaron la semana los debates que marcaron la semana los debates que marcaron la semana do". Y de paso, como dice Cristóbal Osorio, han vivido un "autoengaño" que los ha llevado a "pertenecer a una alianza sin ton ni son", algo que ahora exige que "igual que en los 80, con el proceso de renovación" enfrenten "con pensamiento crítico las causas de todas las últimas derrotas". Tiempos de introspección. Los viejos problemas Y mientras unos y otros sacan cuentas de cara a las elecciones de noviembre, los problemas siguen ahí como el dinosaurio de Monterroso.
Es cierto que con las primarias comienza "el principio del fin" del gobierno de Gabriel Boric, como apunta Gonzalo Cordero, uno cuyo balance, apunta, "es simbólicamente rojo"; también que, con el resultado, según Álvaro Pezoa "hay una mejor oportunidad para la derecha en noviembre", y que, como agrega Ascanio Cavallo, "la perspectiva del gobierno del Presidente Boric es perder esta presidencial". Pero, al margen de ello, quien gane en cuatro o cinco meses se enfrentará a un mundo incierto y a un Chile con una creciente demanda por seguridad y crecimiento económico. Un país, como apunta Claudio Sapelli, donde "perdimos el rumbo" y resuena la vieja frase de Conversación en la Catedral, "cuándo se jodió el Perú"... o Chile, que para el caso es lo mismo. Y "si uno que para el caso es lo mismo. Y "si uno que para el caso es lo mismo. Y "si uno que para el caso es lo mismo. Y "si uno que para el caso es lo mismo. Y "si uno que para el caso es lo mismo. Y "si uno mira hacia atrás", apunta, "termina encontrando que para muchos temas" el quiebre se da en 2014/2015. Será, se pregunta Sapelli, "¿que en algunos años más miraremos hacia atrás y diremos que ese año se "jodió" Chile?". "Si seguimos sin hacer cambios así será", responde. Cambios que aborden el "deterioro iniciado en esos años" en áreas como el sistema educacional -tras las leyes que lo reformaron o a la economía, con el fuerte aumento a los impuestos a las empresas. Sólo así, dice, se podrá retomar el rumbo.
Y si de rumbo perdido se trata, el de la situación en La Araucanía es otro tema a estar atentos, según Pablo Ortúzar, porque para él, la normalización del estado de excepción da cuenta de "un arreglo precario y frustrante en la zona". Uno que no sólo deja a las Fuerzas Armadas en una situación entre impotente y absurda, sino que además las expone al crimen organizado. "Es peligroso", dice, "exponer por largo tiempo a fuerzas del orden con salarios mediocres y misiones decepcionantes al contacto con maquinarias del crimen que mueven ingentes recursos". No hay que olvidar a "Los Zetas" en México, recuerda.
Por ahora, apunta, el parche parece cubrir la herida, pero esta "podría volverse purulenta". Y si de penetración del crimen organizado se trata, para Pilar Lizana "estamos lejos de tener un Estado fuerte que Cuenta con todas las herramientas para enfrentar amenazas complejas". El riesgo existe y "la red de narcotráfico que toca al Ejército es prueba de ello". "La ética pública", dice, "debe ser protegiética pública", dice, "debe ser protegiética pública", dice, "debe ser protegiNEWSLETTER DE OPINIÓN Suscríbase al newsletter de Opinión, Elevando la discusión, los debates que marcaron la semana, para conocer los temas que fijaron agenda y las columnas de la semana. latercera. com nas de la semana. latercera. com nas de la semana. latercera. com nas de la semana. latercera. com da, pero también se debe entender que es débil frente a la tentación millonaria del crimen". Lo sucedido en "el Ejército debiese transformarse en una bandera roja", dice.
Por eso, cuando entramos en época de elecciones, "el compromiso con cerrar las brechas de la corrupción debe ser total, la voluntad completa y la disposición a apostarlo todo no puede faltar". Tendencias globales "Pinta tu aldea y pintarás el mundo", dicen que decía Tolstoi, pero más allá de ese detalle, el de la autoría de la frase, lo cierto es que resuena a la perfección con estos tiempos. En la era de la incertidumbre o el desorden, los asuntos locales son globales o viceversa. Lo de la excepcionalidad es relativo, al final.
Y como apunta Ascanio Cavallo, por muy lejos que estemos de los conflictos mundiales, "tanto la guerra de Ucrania como la de Israel-Irán (... ) han mostrado el potencial de convertirse en una conflagración civilizatoria" y sus consecuencias, como la vida, nos terminan alcanzando. "Así hay que entender", dice, "el llamado del Departamento de Estado a los países de América Latina para que definan *de qué lado están". Y si bien, como agrega Cavallo, "es una encrucijada algo maniquea, que sugiere que por ahora la mejor respuesta es un prudente silencio", lo cierto es que una diplomacia rigurosa debe, al menos, "hacerse la pregunta". Las relaciones internacionales exigen definiciones y es mejor estar preparados.
Y ahí, como apunta Rodrigo Yáñez, es importante tener una Política de Estado, cuyo valor "está en la coherencia", porque "da certezas de lo que se puede esperar de nosotros en el largo plazo". Por eso, dice "en el actual contexto, los gestos de nuestra diplomacia debieran redoblar el mantra de Estado", y si bien se puede y debe actuar con pragmatismo, "hay que estar conscientes de que en política exterior se construye confianza a través de la coherencia". Pero volviendo al desorden de los tiempos actuales, algunos, como el periodista estadounidense Jim Sciutto, dirán que volvimos al tiempo de las grandes potencias, una suerte de Gran Juego del siglo XXI, en referencia al que disputaron rusos y británicos en el siglo XIX. Otro, que estamos entrando a un neofeudalismo o que las lógicas de las guerras de religiones se trasladaron a la política.
Y algo de eso parece sugerir también Joaquín Trujillo, para quien Occidente ha visto resurgir "el embrollo" de las teocracias, pero combinado ahora "con sensibilidades totalitarias que confunden política y teología". Y terminan empleando, dice, "las mismas certezas incontrarrestables". Es la política religiosa de la que escribe John Gray y en la que parece que estamos..