CARTAS: Maquillaje político
Maquillaje político 8 La mentira se ha transformado en una herramienta política demasiado habitual, pero en el caso de la candidata oficialista, la comunista Jeannette Jara, la situación resulta especialmente preocupante. Primero negó en un debate que su programa contemplara la nacionalización del cobre, pesea que ese punto estaba en el texto presentado durante las primarias. Luego, afirmó no haberse pronunciadojamás sobre el aborto libre, aunque nuevamente los documentos de su propia campaña la desmintieron. Es cierto: Jara busca moderarse porque carga con el peso de representaral Partido Comunista, pero en ese afán ha optado por el maquillaje tico y la mentira. El problema no es sóla verdad, sino dañar la confianza, traicionar la fe pública y debilitar su propia credibilidad. Su candidatura, que tras la primaria parecía despegar, hoy comienza a caer con la misma volatilidad de las criptomonedas. Y es lógico: la política, aligual quelos mercados financieros, se basa en la confianza. Si la gente cree, apoya; sila confianza se pierde, retira el respaldo. Ante este escenario, Jara ha optado por restarse de debates y refugiarseen el trabajo territorial, donde puede controlarel mensaje sin confrontación mediática. El riesgo es evidente: lo que diga seguirá siendo puesto en duda. La política, como el mercado, vive y muere por la credibilidad. Y si la mentirase convierte en costumbre, el futuro de su candidatura será tan incierto cono cualquier activo volátil. Rodrigo Durán Guzmán