UN HOMBRE DIFERENTE
UN HOMBRE DIFERENTE El centro de esta película es Adam Pearson, un actor afectado por una forma extrema de neurofibromatosis tipo uno, que le ha desfigurado el rostro con un sinnúmero de tumores abultados, aunque no cancerosos. Dada su disposición a participar en series y películas, se ha convertido en un favorito de la industria británica, para la cual ya ha filmado cuatro largometrajes y dos cortos. En Un hombre diferente, el protagonista inicial no es él, sino Edward Lemuel (Sebastian Stan), un hombre afectado por la misma enfermedad, aunque en este caso se trata de un actor maquillado. Edward vive solo, resiente la discriminación y carga con un sentimiento de derrota existencial. La expresión física de esa depresión es una gotera que crece y crece en su techo, sin que Edward haga nada para sellarla. Entonces aparece una vecina, Ingrid (Renate Reinsve), que no reacciona con asco ni rechazo, es atractiva y amistosa y además se está iniciando en la dramaturgia.
Esta mujer --más que unos tratamientos médicos o b t u s o s e s l a clave para que Edward empiece a transformarse: su piel cae, los tumores se desprenden y, de pronto, su rostro está despejado. La vida de Edward cambia: se convierte en rostro publicitario, se rodea de amigos y elimina su vida anterior, incluyendo nombre y apellido. Hasta aquí, esta sería una cinta sobre la discriminación y la resistencia, la fealdad y la belleza y, tal vez, un cierto horror físico.
Pero la historia sigue, con el reverso de todo lo anterior: Ingrid ha escrito una obra, que sigue paso por paso lo que fue su relación con el hombre deforme, y Edward se ofrece para protagonizarla, con una máscara que imita su rostro anterior. Entonces ocurre que aparece otro hombre, Oswald (Adam Pearson), quien tiene la misma deformidad, pero es exitoso, integrado, libre de complejos y generoso. Oswald ha llevado una vida normal. Y en este punto, Un hombre diferente ya habla de otras cosas: la identidad, por ejemplo. Esta es una película más interesante de lo que sus temas epidérmicos sugieren. Recuerda, por supuesto, a El hombre elefante, y tiene también una conexión más general con el tipo de surrealismo de David Lynch. A veces puede resultar un tanto televisiva, pero su desnudez, su sobriedad y, sobre todo, la naturalidad con que atraviesa desde el humor al horror, sugieren una inteligencia que ha elaborado sus temas. El cineasta Aaron Schimberg ha dirigido solo tres largos, dos de ellos con Adam Pearson. Los tres abordan la alteración de la vida "normal" por fenómenos físicos y psicológicos inusuales. Parece ser que Schimberg tiene un mundo y algo que expresar. Cosa que sería mucho en los tiempos que corren. Ascanio Cavallo CINE MUBI A different man Dirección: Aaron Schimberg. Con: Sebastian Stan, Adam Pearson, Renate Reinsve, Miles G. Jackson, Patrick Wang, Neil Davidson, Marc Geller. 112 minutos. En Mubi..