La historia de José Villalobos: el dirigente social de Valle Hermoso que sigue dejando huella a sus 105 años
La historia de José Villalobos: el dirigente social de Valle Hermoso que sigue dejando huella a sus 105 años En el corazón de Valle Hermoso vive don José Ramón Villalobos Oyanedel, más conocido como “Checho”, un hombre cuya vida ha estado marcada por el trabajo y el servicio a su comunidad. El próximo 13 de abril cumplirá 106 años en plena lucidez, y su legado como dirigente social sigue más vivo que nunca. “Aquí fui uno de los que hice muchas cosas”, asegura con la certeza de que su esfuerzo transformó la vida de cientos de vecinos. Nacido en 1919 en Longotoma, pero inscrito oficialmente en 1927, don José creció en una familia dedicada a la agricultura. “Fui a la escuela, pero me inscribieron cuando tenía 10 años”, recuerda. Su paso por la educación formal fue breve: “El primer año asistí medio mes nomás. El segundo año estuve solo un mes. Fui poco porque desde los siete años tenía que ayudarle a trabajar a mi padre en el campo”. Más tarde, hizo su servicio militar en Los Andes, contrariando la voluntad de su padre. Sin embargo, cuando llevaba ocho meses en el Ejército, un capitán se lo llevó para que trabajara en un predio de su propiedad, volviendo así a la labor agrícola. LABOR COMUN ITA RIA En 1948 llegó a la Quebrada del Pobre, donde encontró un hogar junto a su abuelo. Poco a poco comenzó a forjar su trayectoria como dirigente social. “Acá en Valle Hermoso no había títulos de dominio. Yo llegué y me puse a preguntar cómo era la cosa para poder estar y vivir acá”, recuerda. Con el paso del tiempo, se convirtió en un líder, impulsando proyectos y mejoras. Durante 44 años, fue dirigente de diversas instituciones, incluyendo la Junta de Vecinos, la Comunidad Agrícola de Varas y el Club de Huasos. Uno de sus mayores logros fue la creación del cementerio de Valle Hermoso, que pasó a ser administrado por la municipalidad. “Aquí no había cementerio y la gente tenía que enterrar a sus seres queridos en otros lados. Hablé con las autoridades y logramos impulsarlo”, cuenta con orgullo. También trabajó en la construcción y revestimiento de canales de regadío, beneficiando a cientos de agricultores. “Terminé un canal que tenía 10 kilómetros de revestimiento y los comuneros quedaron contentos conmigo”, recuerda. A pesar de su avanzada edad, don José sigue ligado a la comunidad, sin embargo, está preocupado por la falta de relevo generacional: “Nadie quiere ser dirigente.
Ahora estoy haciendo la diligencia para que se forme una nueva dirigencia, pero cuesta encontrar a quienes quieran tomar la posta”. FAMILIA Y SECRETO DE LA LONGEVIDAD En 1952, don José se casó con Olga Brito López, con quien tuvo nueve hijos, aunque uno de ellos falleció. Hoy, su descendencia se extiende a 50 nietos, 15 bisnietos y 10 tataranietos. “Con mi señora tuvimos nueve hijos y ahora están naciendo los hijos de los bisnietos”, comenta con alegría.
Cuando se le pregunta por el secreto de su longevidad, su respuesta es sencilla: “No pensar en morir, porque no sabemos cuándo vamos a irnos”. Además, atribuye su vitalidad a la alimentación natural que llevó durante la mayor parte de su vida. “Hasta los 80 años comí todo sano, sin insecticidas ni químicos. Ahora las plantas se contaminan porque cada vez que se siembra hay que echarle primero vitaminas y fertilizantes”, lamenta. Aunque don José Villalobos ha recibido 36 diplomas en reconocimiento a su labor, para él, el verdadero premio es el cariño de su comunidad. “Me han reconocido y los nietos saben lo que he hecho”, dice con emoción.
Fue uno de los impulsores de la creación del cementerio de dicha localidad, entre otros hitos La historia de José Villalobos: el dirigente social de Valle Hermoso que sigue dejando huella a sus 105 años El próximo 13 de abril don José cumplirá 106 años en plena lucidez.. - - - - -