Un recordatorio para la conservación
Un recordatorio para la conservación OpiniónCada 3 de marzose celebra el Día Mundial de la Naturaleza, instau tado porla ONU en 2013 para destacar la importancia de la biodiver sidad y la vida silvestre. La fecha coincide con la firma de la Conven: ción sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (Ci 1es)en 1973, un tratado clave para la protección de especies en peli gro. Más que una conmemoración simbólica, esta jornada invitó a re flexionar sobre el impacto humano en los ecosistemas y la urgencia desu conservación. En uncontexto decrisis climática y pérdida de biodiversidad, se refuerza la idea de que cada especie cumple un rol fun: damental y que su protección es una responsabilidad compartida. El concepto de naturaleza haevolu cionado con el tiempo. En la Antigua Grecia, filósofos como Aristóteles lo usaban para describir el mundo físico y sus procesos, mientras que laciencia moderna diferenciólo natural de loar tificial. Hoy, la idea de naturaleza es aún máscompleja, influida porlaeco logía, la política y la cultura. La indus trialización y el crecimiento urbano han acentuado la percepción de la naturalezacomoalgo separado dela humanidad, cuando en realidad for mamos parte de un sistema interconectado. Comprender esta relación es clave para protegerlaen un mundo en constante cambio.
Entonces la relaciónentre humanos y naturaleza es ambigua Dependemos deella parasobrevivir, pero nuestra capacidad de modificar el entomo nos ha hecho sentir ajenos a él La urbaniza: ción y la tecnología han reforzado esta separación, reduciendo la na turalezaa un paisajeo un recursoexplotableen lugardeunsistema del quesomos parte. Recuperar esta conexión esesencial para enfrentar la crisis ambiental. Reconocerquenuestrasalud y bienestar dependen de la naturaleza puede ayudarnosa transformar nuestra forma de interac tuar con el entorno y a adoptar modelos de vida más sostenibles. Enrespuesta esta desconexión, hansurgido diversas prácticasquebuscan fortalecer el vínculo con el entorno natural.
Una de ellas es el “baño de bosque”, una práctica japonesa que surgió a finales del siglo XX y que busca fomentar el bienestar físico y mental a través de la co nexión con la naturaleza. Esta experiencia invita a sumergirse en el ambiente del bosque, estimulando los sentidos y despertando sensaciones que favorecen la relajación y el equilibrio. Entonces, no basta con admirarla o lamentar su degradación, es necesario actuar. Proteger el entorno implica modificar hábitos, apoyar polí ticas de conservación y fomentar una cultura de respeto. Desde el con: sumo responsable hasta la educación ambiental, cada acción contribuye al cambio. También es fundamental replantear nuestra relación con los ecosistemas, pasando de una visión utilitaria a una de coexistencia. Si logramos inte grareste pensamiento en nuestravidacotidiana, dejaremos de ser espectadores y nos convertiremos en protagonistas del cambio queel planeta necesita. El futuro de la naturaleza depende de nuestras decisiones y acciones presentes. Reconocer nuestrainterdependencia con más equilibrado y soselentomoesel primer paso para forjar un mundo tenible. Si adoptamos una perspectiva de respeto y responsabilidad, po: demos revertir el daño causado y garantizar la conservación de los ecosistemas para las generaciones futuras. El Día Mundial de la Naturaleza nos recordó que aún estamos a tiempo de cambiarelrumbo y construiruna relaciónarmonio sa conel planeta que llamamos “hogar”. No basta con admirarla o lamentar su degradaci, es necesario actuar. Proteger el entorno implica modificar hábitos, apoyar políticas de conservación y fomentar una cultura de respeto. FRANCESCA MACHIAVELLO NARVÁEZ “Académica Administración en Ecoturismo Facultad Ciencias de la Vida Unab Concepción. Opinión