Autor: Dr.JorgeJalil Presidente de la Sociedad Chilena de Cardiología
Columnas de Opinión: Obesidad y salud cardiovascular: Un enemigo silencioso
Columnas de Opinión: Obesidad y salud cardiovascular: Un enemigo silencioso Columnaoy en día el sobrepeso no es solo un tema estético, sino H una enfermedad queimpacta de manera directa enla saJud. Y sihhay un órgano quesufre particularmente las consecuencias de este flagelo, ese es el sistema cardiovascular, el corazón y las arterias fundamentalmente. En Chile, donde los índices de obesidad siguen en aumento, es urgente reflexionar sobre cómo este problemaafecta nuestro sistema cardiovascular y qué podemos hacer para revertir sus efectos. El exceso de grasa en el cuerpo somete al corazón a un esfuerzo constante, obligándolo a trabajar más de lo normal. Como respuesta, sus paredes se engruesan y se vuelve más rígidas, lo que puede llevar a enfermedades graves comola insuficiencia cardíaca ylafibrilación auricular. Pero el daño nose detiene ahí. La obesidad está estrechamente vinculada con la hipertensión arterial, elaumento del colesterol, la inflamación crónicay la resistenciaa la insulina. Todos estos factores favorecen la aterosclerosis, una condición en la que el colesterolse acumula en las arterias, estrechándolas y aumentandoelriesgo de infarto al miocardio y de accidente cerebrovascular. La relación entre obesidad e hipertensión es innegable. Cuanque deben soporto mayor esel peso corporal, mayores la presión tar las arterias y, con el tiempo, esto puede derivar en insuficienciacardiaca. Sin embargo, lo que muchas personas desconocenes que bajar de peso nosolo previene estas enfermedades, sino quetambién puede ser parte fundamental de su tratamiento. Perder sólo un 5% del peso corporal ha demostrado ser efectivo para reducirla presiónarterial, mejorar los niveles de colesterol y prevenir la diabetes. Una baja de 15% o más puedeinclusorevertirla diabetes, disminuir el riesgo de insuficiencia cardíaca y mejorar lacalidad de vida de manera significativa. Afortunadamente, el daño'no es irreversible. Adoptar un esti lo de vidasaludable puede marcar una gran diferencia. Reducirla ingesta de calorías, con menos carbohidratos y grasas saturadas, optar por una alimentación más equilibrada y controlar el tamaño delas porciones son pasos esenciales. La actividad fisica juega un rol clave: al menos 150 minutos semanales de ejercicio moderado pueden generar mejoras significativas en la salud cardiovascular y metabólica. Y aunquenunca es tarde para comenzar, cuantoantes se comience, mucho mejor serán los resultados preven-tivos. Enel Día Mundial de la Obesidad, más que señalar el problema, es necesario enfocarnos en las soluciones. La obesidad es un factor de riesgo que podemos modificar y es clave que las personas reciban información y apoyo para tomar decisiones que protejansu salud cardiovascular. No setratasolo de perder peso, sino. deganar calidad de vida. Cuidar nuestro peso no es una cuestión de apariencia, sino un acto de responsabilidad con nuestro bienestar y, sobre todo, con nuestro corazón y nuestras arterias.. Columna