"La calle ya no nos pertenece": El difícil momento que denuncian los vecinos de Santiago por "mal vivir"
"La calle ya no nos pertenece": El difícil momento que denuncian los vecinos de Santiago por "mal vivir" Cae la lluvia sobre Santiago y pocas personas caminan por el sector de Av. Diez de Julio con Portugal.
Eso sí, el poco tránsito peatonal no responde únicamente al sistema frontal: en los últimos años, la prostitución y la delincuencia se han apoderado de la zona y los vecinos se atreven cada vez menos a salir de sus casas. Botellas tiradas en las esquinas dan cuenta de alguna de las fiestas que ocurren en plena vía pública durante la noche.
Los testimonios coinciden: cuando cae la tarde y comienzan a cerrar los locales donde funcionan talleres y automotoras, se instala el comercio sexual. "El principal problema que tenemos en el sector es la prostitución, y de la mano de esta vienen la delincuencia, la venta de drogas, portonazos y encerronas", relata Miguel Durán, dirigente vecinal del barrio Matta Norte. Afirma que uno de los puntos donde se concentra la actividad ilícita es la esquina de Copiapó con Madrid. Es algo que ha impactado a quienes viven allí. Una residente que prefiere no decir su nombre asegura que después de las 20:00 horas no se puede salir a la calle. Durán cuenta que lleva 24 años viviendo en el lugar y "hoy tenemos un mal vivir en el sentido de que la ciudadanía empezó a perder el respeto a todo. Se ha caído en la falta de respeto, aparte de las incivilidades que estamos viviendo en el día a día.
Esto se arrastra desde el estallido". La situación, dice, empeoró con la pandemia: "Luego de todo el tiempo que estuvimos encerrados, nos dimos cuenta de que la calle ya no nos pertenece, ya no somos dueños de ella". Lo anterior explica "la sensación de abandono y desprotección" que denuncia Lorenzo Córdova, dirigente del sector colindante a la ex Posta Central. "La gente se siente abandonada. Esto se escapó de control finalizando la administración anterior", lamenta.
En respuesta, hay comunidades de edificios que definieron que a partir de cierta hora los residentes deben bajar a buscar a sus visitas, para así contener el ingreso de extraños, trabajadores sexuales o delincuentes, pues han detectado venta de drogas en sus dependencias. "Nadie asume la responsabilidad" En distintos barrios de Santiago se acumulan reclamos por el miedo a la delincuencia y el "mal vivir" que se experimenta.
En el sector de Balmaceda, por ejemplo, Julio Santander cuenta que si bien parte importante del Parque de los Reyes fue enrejado, aún queda un espacio sin esta protección donde hoy se concentran incivilidades. "Acá no se sale después de las 21:00. Hemos denunciado muchas veces, pero no hay respuestas concretas, la gente se siente desamparada. Sobre todo en estos lugares límite, porque cuando uno se queja por una situación muchas veces tiran la responsabilidad a Quinta Normal, y nadie asume ese vacío", relata.
En otro barrio, el San Borja, la Corte Suprema acogió un recurso de protección ingresado por los vecinos contra la Municipalidad de Santiago, liderada por la alcaldesa Irací Hassler (PC), para que tome acciones "en un breve plazo" frente al deterioro del sector, donde abundan rucos y basura en las calles. Unión vecinal Varias comunidades se han organizado para tomar medidas.
Giselle Dussaubat, presidenta de la Fundación Santiago se Levanta, dice que "los vecinos nos hemos dado cuenta de que si no estamos unidos, no va a haber quién nos defienda". Así, plantea, participan de las "comisarías vecinales", impulsadas por la Gobernación de la RM, para ayudar en la recepción de denuncias que se hacen a Carabineros y así descongestionar su trabajo administrativo. Córdova añade que los mismos residentes de los edificios de su zona están conformando comités y monitorean lo que sucede con sus residentes cuando entran y salen del condominio. Incluso se acompañan a comprar y ayudan a los adultos mayores, que son uno de los principales grupos afectados por la delincuencia. "Hemos tenido que ayudarnos entre nosotros", acota el dirigente.
Para Durán, una de las medidas que se hacen más necesarias es que los vecinos tengan injerencia en las mesas de trabajo donde se toman medidas, pues considera que ellos saben mejor que nadie lo que sucede en los barrios. Eso sí, admite que cada vez hay más amenazas cuando realizan denuncias, por lo que existe miedo a represalias.
Se han organizado para acompañarse a hacer compras y ayudar a adultos mayores "La calle ya no nos pertenece": El difícil momento que denuncian los vecinos de Santiago por "mal vivir" JUAN PABLO GUZMÁN En distintos barrios la queja es la misma: después de las 20:00 horas no pueden salir de sus casas. Al caer la tarde, relatan, la prostitución, la venta de drogas y la inseguridad se apoderan de los espacios. INCIVILIDADES. -Botellas de alcohol y la basura que se observa en las mañanas dan cuenta de las actividades que se realizan durante la noche.
HÉCTOR ARAVENA COORDINACIÓN. -Los vecinos están formando comités u otras organizaciones para protegerse y denunciar las situaciones que los aquejan. `` Luego de todo el tiempo que estuvimos encerrados, nos dimos cuenta de que la calle ya no nos pertenece, ya no somos dueños de ella".. .................................................................................... MIGUEL DURÁN BARRIO MATTA NORTE `` Hemos denunciado muchas veces, pero no hay respuestas concretas, la gente se siente desamparada (... ). Cuando uno se queja por una situación muchas veces tiran la responsabilidad a Quinta Normal".. ............................................................................................................. JULIO SANTANDER BARRIO BALMACEDA.