INFIERNO HOY, AYER Y MAÑANA
INFIERNO HOY, AYER Y MAÑANA Lo de Oscar Landerretche y lo de retornar al "maldito infierno" no es una simple cuña. Es simple, eso sí, pero no es cuña. Es una ardiente aproximación a uno de los círculos del SAT (Sistema de Alerta Temprana) con el propósito de predecir y monitorear el estado del clima político en un futuro de crisis climática y política. Lo del economista se inscribe en esa larga y nutrida ruta de todos aquellos chilenos que han presentido, imaginado o augurado el porvenir del país.
Recorro mi vasta biblioteca y acudo a un libro que compré el 2011: "El Chile que se viene", conjunto de ensayos, unos 20, con introducción del Presidente Ricardo Lagos y conclusiones de Oscar Landerretche tituladas "El big bang", ojo con eso. Añado que ambos son también los editores del libro, por tanto, revisaron y corrigieron el resto de ensayos que son de Miguel Crispi, Andrea Repetto o José Roa, entre otros autores. La obra pertenece a la clase de libro ensayístico e interesante que uno compra con el propósito de leerlo no de inmediato, sino cuando tenga tiempo.
A modo de nota a pie de página, debo decir que el libro en que Lagos y Landerretche son sobre todo editores, aunque también autores, contiene un subtítulo que instala como meta de los ensayos el año 2030, cosa muy recomendable en cualquier tipo de obra anticipatoria, más todavía si los temas son de economía, desigualdad, productividad, educación y salir de lo que tanto cuesta: el subdesarrollo.
En este caso y para mayor seguridad, lo mejor habría sido el país del 2050, y lo ideal del 2070, para así evitar las molestas comparaciones, la precisión de las cuentas y la pequeñez de los resultados reales. Hay que ser precavido y huir de la realidad cambiante e inesperada, ese enorme arco que se desliza entre los extremos del maldito infierno y el cielo prometido. En mi trabajo de editor, más de una vez participé de libros que proyectaban el Chile del futuro y le plantaban fecha. En ese momento le preguntaba al autor por su edad, y a partir de ese cálculo era el año que se instalaba en el título. Lo mejor es no estar y dejar que el tiempo haga lo suyo con el país y antes con el autor. Cierro la nota de página, pero abro paréntesis.
El título completo del libro en cuestión es "El Chile que se viene: ideas, miradas, perspectivas y sueños para el 2030". ¿Qué son las ideas, miradas, perspectivas y sueños en el mundo humanístico y económico? Son la sobremesa de un asado con riego por tendido o automático, y en ese espacio hay permiso para la elucubración y la ciencia ficción, el chisporroteo intelectual, reuniones a corazón abierto y sitio para la teología, por tanto, para el horrible inframundo o las verdes praderas. El acertado título extendido del libro enmarca las fronteras de una proyección: rigor e insignificancia. Cierro paréntesis.
Los lectores con tiempo para leer este ínfimo ensayo (es chiste) querrán saber mi opinión sobre los pronósticos que aparecen en "El Chile que se viene", y se las daría encantado, pero aún no he tenido tiempo de leerlo. Por Liberty Valance PERDONE LO POCO FRANCISC O J A VIER OLEA.