Autor: Rosa Pesutic Vukasovic
Columnas de Opinión: La contienda es desigual
Columnas de Opinión: La contienda es desigual OpiniónSecretaria de Finanzas Regional Aysén Partido Comunista de ChileCuando en dos partes en conflicto una de ellas se encuentra en franca desventaja respecto a la otra, se dice que la contienda es desigual.
Nuestro héroe nacional, Arturo Prat, usó esta frase en medio de la arenga para motivar a los chilenos en el Combate Naval de Iquique, a bordo del buque Esmeralda, teniendo al frente al acorazado peruano, Huáscar. Franca desventaja y esa batalla la perdió el pueblo chileno. Pero no la guerra. Esta frase calza con la situación que el pueblo palestino vive desde hace 76 años por las políticas de colonización ilegal y ocupación de su territorio por parte de Israel.
Todos los hechos cometidos contra los palestinos constituyen crímenes de guerra y de lesa humanidad y sin embargo, Israel sigue adelante con hechos consumados y no hay impedimento para ello de parte de la comunidad internacional. Hay dos situaciones que deben ser consideradas.
De una parte, el hecho que de los dos países en conflicto por un tema de territorio, uno de ellos es un poder mundial tanto en su economía como en la posesión de armamento de guerra. El otro es un país empobrecido por años de abusos de un vecino ambicioso, poderoso y cruel. De otra parte, porque el grupo de los países más ricos apoya sin condiciones a Israel y no al sufriente pueblo palestino. Una balanza totalmente desbalanceada que está haciendo peligrar la supervivencia del pueblo palestino. Los constantes bombardeos israelíes sobre Gaza se cobran un promedio de 250 personas al día. En un año los ataques israelíes sobre la Franja han asesinado a más de 41.000 personas, entre ellas unos 11.000 niños y niñas. Sin contar los heridos y los más de 10.00 que están desaparecidos bajo los escombros. En Cisjordania hay cerca de 600 víctimas mortales, entre ellas unos 140 niños y niñas. Los colonos israelíes han cometido más de 800 ataques en esta zona, dejando víctimas y daños a viviendas, vehículos y grandes extensiones de olivares. O sea, donde pasan los israelitas no queda en pie ni el pasto. Y se nombran el pueblo elegido por Dios, parece ser un Dios bastante sectario y discriminador. Lo que está ocurriendo ahora con Palestina es una catástrofe humanitaria sin precedentes en la historia. Han sido destruidas sus viviendas, edificios residenciales, infraestructuras civiles como depósitos de agua, centrales eléctricas, escuelas, hospitales, universidades. Los habitantes de Gaza no tienen donde huir, no hay un lugar seguro donde refugiarse.
La única manera de proteger a los palestinos es un alto al fuego inmediato y permanente y permitir la entrada de ayuda humanitaria y bienes de primera necesidad, así mismo, permitir la evacuación de las personas que requieren atención médica urgente. Resultan obvias estas medidas, pero no se aplican y la impunidad sobre los crímenes que comete Israel está vigente.
Para ellos no hay sanciones diplomáticas (que poco le afectan) ni tampoco sanciones económicas (que sí le importan). Mientras se sientan apoyados y protegidos por el Imperio del Norte continuarán con el genocidio, que por primera vez en la historia de la humanidad, es posible verlo al instante en todo el mundo.
El enajenado de Trump continuará con la política de mirar para otro lado respecto a los crímenes de Israel. (Está más ocupado en anexar a Canadá como estado número 51, comprar Groenlandia yalgunas otras locuras propias de un emperador). Como dijo Martin Luther King: “No me preocupa tanto la gente mala, sino el espantoso silencio de la gente buena”. ¿Dónde está nuestra humanidad? ¿ Veremos por TV, al instante, como masacran a un pueblo y continuaremos con nuestra vida como si nada? En esta guerra, como en otras, no es posible la indiferencia. ¡Salvemos al pueblo Palestino!.