Autor: Gonzalo Valenzuela, administrador público
Columnas de Opinión: Notoques la bocina sino hay necesidad
Columnas de Opinión: Notoques la bocina sino hay necesidad. n percibido el volumen de una bocina de un microbús, que desprevenidamente ocupael sonido parasaludara otro microbús? ¿ Hemos pensado en algúnmo¿ mentoenlas personas ensituación de discapacidad que luchandía adíafrentea unasociedad poco inclusiva y quese ven afectadas por estos sonidos, por untubo de escape adulterado, por un simple altercado de bocina de dos automóviles que tuvieron un imprevisto o que simplemente la paciencia les falló y la bocina la transformaron ensu medio de “reclamo”? Quizás no hemos tomado conciencia del grado de afectación para un niño o niña con Trastorno del Espectro Autista o para una persona dializada que viene de estar cuatro horas en un centro de diálisis y que acude a tomar locomoción o simplemente transitar como peatón frentea estos hechos. Son muchas las variantes que inciden y que en muchos casos no tomamos la conciencia que se merece. Tanto así como las duplicaciones de fotocopia en credenciales de discapacidad de personas que no viven con ella, pero que usan dicho documento para estacionar en un lugar exclusivo para la discapacidad. De acuerdo a últimos antecedentes, en Chile hay más de 2,7 millones de personas que viven en situación de discapacidad. Un 11,4% de la población estimada presenta una discapacidad severa y un 6,2% discapacidad leve o moderada dentro de la población adulta del país.
Es un gran desafío que implica tener ciudades másamables, mejor planificadas y más ordenadas, porque vivir en situación de discapacidad implica sobrevivira la displicencia, en muchos casos, de no contar con las condiciones mínimas favorables enaspectos tan sencillos como no tener un asiento preferencial al tomar la micro, al querer trasladarse en una vereda (en mal estado) con la illa de rueda, el bastóno enmuletas, en el barrio o población donde se vive. Impulsar un plan de ordenamiento en las ciudades es fundamental, tal caso como lo que se vive en calle Cauquenes de Puero Montt. Pensemos cómo lo viven las personas en situación de discapacidad, empaticemos en la necesidad de planificar mejor el desarrollo comunal.
Esta reflexión la hago desde la “no discapacidad”, pero asumida como un pequeño aprendizaje paraa toma de conciencia y respeto, principalmente para que juntos podamos contribuir a sociedades más amables y más inclusivas, desde la transformación educativa y cultural. Los cambios sociales toman su tiempo, pero de todos depende contribuir ala integración y alas acciones estructurales inclusivas. Por los que vienen y por los que están. Columna.