Autor: KIRSTEN GRIESHABER y KERSTIN SOPKE
El Muro de Berlín: La división que marcó la vida de las alemanas y aún resuena
El Muro de Berlín: La división que marcó la vida de las alemanas y aún resuena SSERPDETAICOSSAEHTLa frontera se reabrió hace 35 añosComo muchas otras jóvenes que vivían en la Alemania del Este comunista, Solveig Leo no dudaba en compaginar el trabajo con la maternidad. Madre de dos hijos, pudo hacerse cargo de una gran granja estatal en el pueblo nororiental de Banzkow porque había muchas guarderías disponibles.
Claudia Huth, madre de cinco hijos, creció en la Alemania occidental capitalista y dejó su trabajo como empleada bancaria cuando estaba embarazada de su primer hijo, para llevar una vida como dueña de casa tradicional en el pueblo de Egelsbach, en Hesse. Su marido trabajaba como químico.
Tanto Leo como Huth cumplieron roles que en muchos sentidos eran típicos de las mujeres en los sistemas políticos muy diferentes que gobernaron Alemania durante sus décadas de división tras la derrota del país en la Segunda Guerra Mundial en 1945.
A 35 años de la caída del Muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989 y la reunificación del país menos de un año después, el 3 de octubre de 1990, muchos en Alemania reflexionan sobre cómo las vidas de las mujeres que habían sido tan marcadamente distintas bajo el comunismo y el capitalismo se han vuelto mucho más similares, aunque algunas diferencias persisten hasta hoy.
“En Alemania Occidental, las mujeres no todas, pero muchas tuvieron que luchar por su derecho a tener una carrera”, dijo Clara Marz, curadora de una ex-posición sobre las mujeres en la Alemania dividida para la Fundación Federal para el Estudio de la Dictadura Comunista en Alemania. Mientras, las mujeres en Alemania del Este a menudo tenían trabajos, aunque eso era algo que “les habían ordenado hacer desde arriba”, añadió. El Muro, construido en 1961, estuvo 28 años en el frente de batalla de la Guerra Fría entre los estadounidenses y los soviéticos. Fue construido por el régimen comunista para aislar a los alemanes del Este de la supuesta contaminación ideológica de Occidente y para frenar la oleada de personas que huían de Alemania del Este. Hoy solo quedan unos pocos tramos de la barrera de 156,4 km alrededor del enclave capitalista de Berlín Occidental, en su mayoría como atracción turística.
“Malcriadas por el Plan Marshall”“Toda la industria pesada estaba en el oeste, aquí no había nada”, dijo Leo, que ahora tiene 81 años, durante una entrevista reciente en la que repasó su vida como mujer bajo el comunismo. “Alemania del Este tuvo que pagar reparaciones de guerra a laUnión Soviética.
Las mujeres tuvieron que trabajar para salir de esa miseria”. En cambio, sostuvo Leo, las mujeres en Occidente no necesitaban trabajar porque estaban “malcriadas por el Plan Marshall”, el generoso plan de reconstrucción de EE.UU. que inyectó miles de millones de dólares en Alemania Occidental y otros países europeos después de la guerra.
En la Alemania Occidental capitalista, la economía se recuperó tan rápidamente que la gente pronto empezó a hablar de un Wirtschaftswunder, o “milagro económico”, que les trajo riqueza y estabilidad menos de 10 años después de la guerra. Sin embargo, ese éxito económico obstaculizó indirectamente la lucha de las mujeres por la igualdad de derechos. La mayoría de las mujeres de Alemania Occidental se quedaban en casa y se esperaba que se ocuparan de las tareas domésticas mientras sus maridos trabajaban. La religión también desempeñó un papel mucho más importante que en la atea Alemania Oriental, confinando a las mujeres a los roles tradicionales de cuidadoras de la familia. Las madres que intentaron romper con estas convenciones y aceptaron un trabajo fueron tristemente criticadas como Rabenmütter, o madres indiferentes que priorizaban el trabajo por sobre la familia. No todas las mujeres de Alemania Occidental percibían sus roles tradicionales como restrictivos.
“Siempre tuve la idea de estar con mis hijos, porque me encanta-n Los fragmentos que quedanLa mayor parte de la frontera que dividía Berlín fue derribada rápidamente tras ser abierta en 1989, pero se pueden ver algunos restos del Muro. El primer paso fronterizo que se abrió la noche del 9 de noviembre de 1989 fue el de Bornholmer Strasse. Hoy, ahí hay una sección de losas del Muro con fotogra-fías de esos acontecimientos y una serie de placas que marcan los principales acontecimientos de la noche.
La sección más larga del Muro que aún permanece es la galería del este, donde las losas de hormigón, que una vez fueron grises, están cubiertas con murales pintados por artistas después de la apertura. ba estar con ellos”, dijo Huth, que ahora tiene 69 años.
“Nunca se me ocurrió ir a trabajar”. “Este u Oeste, ya ni siquiera es un tema”Más de tres décadas después de la unificación de Alemania, una nueva generación de mujeres apenas es consciente de las diferentes vidas que llevaron sus madres y abuelas según en qué parte del país vivieran. Para la mayoría, combinar trabajo y maternidad también se ha convertido en una forma de vida normal.
Hannah Fiedler, una joven de 18 años de Berlín que terminó la secundaria, dijo que el hecho de que su familia viviera en Alemania del Este durante las décadas de la división del país no tiene ningún impacto en su vida actual. “Este u Oeste, ya ni siquiera esun tema en nuestra familia”, afirmó, sentada cerca de un estrecho camino adoquinado en el barrio Mitte de la capital, que marca el antiguo recorrido del Muro. También dijo que mientras crecía, no experimentó ninguna desventaja por ser mujer. “Soy blanca y privilegiada, para bien o para mal, no espero tener ningún problema cuando entre al mundo laboral en el futuro”, aseveró.
Diferencias con los pares europeosEntre las dos partes de Alemania persisten pequeñas diferencias: en el antiguo Este, el 74% de las mujeres trabaja, frente al 71,5% en el Oeste, según un estudio de 2023 de la fundación Hans-Bückler-Stiftung. Además, en el antiguo Este aún hay más servicios de guardería que en el Oeste.
En 2018, el 57% de los niños menores de 3 años fueron atendidos en una guardería en el estado federado de Sajonia (este), frente al 27% en el estado federado de Renania del Norte-Westfalia (oeste) y el 44% en Hamburgo y Bremen, según la Oficina Federal de Estadística de Alemania. Alemania en su conjunto se queda atrás de otros países europeos en igualdad de género. Solo el 31,4% de los legisladores del Parlamento nacional son mujeres, en comparación con el 41% en el de Bélgica, el 43,6% en Dinamarca, el 45% en Noruega y el 45,6% en Suecia. Sin embargo, Leo es optimista y cree que, con el tiempo, las mujeres de todo el país tendrán las mismas oportunidades. “No puedo imaginar que haya mujeres a las que no les guste ser independientes”, afirmó.. Mientras las mujeres del este solían trabajar, las del oeste cumplían roles familiares de cuidado más tradicionales. La frontera se reabrió hace 35 años LA GALERÍA DEL LADO ESTE es la porción más larga del Muro que sigue en pie. En la foto, el mural que muestra un beso entre el líder soviético Leonid Brezhnev y el de Alemania