Autor: CEDU
La Universidad de Concepción ya tiene su poeta residente 2025: Antonia Torres Agüero
La Universidad de Concepción ya tiene su poeta residente 2025: Antonia Torres Agüero Tras un intenso proceso de selección, en el que se valoraron 108 postulaciones de 17 países, la poeta chilena Antonia Torres Agüero (Valdivia, 1975) fue seleccionada como ganadora de la Beca de residencia Gonzalo Rojas 2025, que otorga la Cátedra homónima de la Universidad de Concepción, informó la Dra. Cecilia Rubio, presidenta del jurado y directora de la Cátedra. Desde su inicio en 2022, la residencia poética universitaria forma parte fundamental de las actividades de vinculación con el medio de esta institución. La nueva poeta residente viene a ser la cuarta que ostenta esta denominación, sumándose a Rosabetty Muñoz, en 2022; al también poeta chileno Leonardo Sanhueza, en 2024; y al ecuatoriano Ernesto Carrión en 2023.
Según explicó el jurado, integrado además por Juan Herrera (poeta y académico de la Universidad Católica de la Santísima Concepción); Paula Miranda, académica de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Rosabetty Muñoz (poeta residente UdeC 2022), Leonardo Sanhueza (poeta residente UdeC 2024), la poeta valdiviana sobresalió entre los postulantes, no solo por la coherencia entre su trayectoria, su proyecto de residencia y las respuestas en la entrevista personal, sino también por lo pertinente del proyecto que desea desarrollar a instancias de la beca.
A partir del próximo octubre y hasta enero de 2026 se extenderá la residencia creativa de Antonia Torres en la UdeC, donde, al igual que en las versiones anteriores de esta Beca, impartirá un taller de poesía para la comunidad universitaria; realizará presentaciones públicas de lecturas y charlas, en los tres campus docentes (Concepción, Chillán y Los Ángeles), y simultáneamente, trabajará en la escritura de un poemario, que será publicado el próximo año por la Editorial UDEC.
De esta manera, la residencia poética anual viene a ser la actividad más importante que la Cátedra Gonzalo Rojas tiene a su cargo, no solo por la experiencia de contar con un o una poeta inserta en la comunidad, fomentando los lazos de diálogo con la cultura de la región, sino que también porque alimenta las cuatro líneas de desarrollo de la Cátedra, ya que aporta a la formación de los miembros de la comunidad universitaria, a la difusión de la creación literaria y poética, al estudio de la poesía, y a la colección Cátedra Gonzalo Rojas de la Editorial. UN LENGUAJE DE LOCOS QUE SE CONVIERTE EN CORDURA Aún bajo los ecos de la emoción y las felicitaciones, enviamos estas tres preguntas a la poeta. Sus respuestas, como podía esperarse, son también, lecciones de creación.
Más allá de la obvia y muy justa felicidad por un premio como este, ¿cuánto significa en la plenitud de su carrera la estancia creativa que le proporcionará la Beca de residencia Gonzalo Rojas? “Antes que todo debo decir que estoy muy contenta y que me siento muy honrada por haber sido elegida Poeta Residente 2025 de la Cátedra Gonzalo Rojas. No solo por la importancia que tiene en mi biografía literaria un reconocimiento como este, sino porque una beca de residencia CEDU artística proporciona las condiciones ideales para la creación y la escritura. Un período de estas características es en alguna medida un lujo que poco/as escritoras se pueden permitir. Significa tener el tiempo para leer (¡ actividad principalísima de todo/a escritora! ); y tiempo para pensar y escribir. Pero también para estar en relación con prácticas relacionadas con el libro y la lectura: conversaciones, diálogo y la exploración de nuevos espacios culturales.
Además, la Universidad de Concepción ha tenido un rol señero en su papel vinculante entre los saberes de la academia y los del mundo real, cuestión que hace para mí más atractiva mi estadía al alero de una institucionalidad que privilegia y dedica una especial sensibilidad y esfuerzo en ello”. Le menciono un nombre para que me comente cuánto la ha tocado en su afán de creadora de mundos: Jorge Teillier.
“¡Es que Jorge Teillier es fundamental para todo/as las que escribimos desde y sobre el sur de Chile! Además, Teillier tiene la virtud de ser propio, local, regional, hasta abandónico; y, a la vez, tremendamente universal.
El ejercicio de una nostalgia que intenta recuperar o documentar un tiempo irremediablemente perdido, la especial sensibilidad o ternura para mirar los espacios de lo doméstico, el gesto político de resistir a los embates de una modernización ciega y sorda que todo lo uniforma, y entiende el progreso solo en su dimensión material, en fin. De todo eso que anuncia la poética de Teillier debiera estar hecha la poesía siempre. Porque ¿ para qué el poema? ¿ De qué sirve la poesía? Han sido preguntas recurrentes de una cierta modernidad funcional a una cierta idea de desarrollo. Sin embargo, la poesía sigue ahí. Y es que su valor radica en que no tiene valor alguno.
Es “invaluable” justamente porque no tiene medida posible. ¡Y eso la hace tan lujosa! Se escriben poemas en lugar de vender autos, zapatos o papas en la feria, ¡qué cosa más excéntrica Dios mío! ¡Qué ocio increíble del que somos capaces, como decía Lihn! Y los poetas le seguimos dando a esa funcia absurda porque un poema nos hace ver cosas que sin él no veríamos. Porque nos proporciona una visión que, con suerte, nos hace recobrar un sentido perdido u olvidado.
Porque, de pronto, ese lenguaje loco se convierte en una especie de cordura”. “Todas las cosas del mundo hablan y hay que aprender a escucharlas”, afirmó en una entrevista. ¿Cómo entrenar el oído poético para esa fecunda escucha? ¿ En un mundo tan ruidoso como el que padecemos, también nos habla el silencio? “Es una pregunta desafiante, porque afinar el oído poético es un asunto difícil en nuestra contemporaneidad cruzada intensamente por el bombardeo de los medios de comunicación de distinto tipo.
Las muy heterogéneas plataformas digitales, por decirlo de modo muy general, ofrecen una oferta infinita y casi a la medida de nuestro target cultural y social, dándonos la sensación de vivir en un mundo a nuestra medida. Una especie de mundo perfecto en el que solo nos cruzamos con las personas, los temas y los mensajes que nos interesan.
Entonces ¿ qué espacio dejamos a la sorpresa que pudiera abordarnos en el aparente marasmo de lo cotidiano? ¿ Qué lugar queda para el asombro de lo inesperado? ¿ Qué momentos restan al silencio, ese que habla de otro modo que no tiene palabras y que los poetas intentamos articular en un lenguaje? Por eso la poesía es detenerse y mirar. La poesía es susurro que hay que aprender a escuchar”.. Entre 108 postulaciones de 17 países la escritora valdiviana ganó la Beca de residencia Gonzalo Rojas 2025 de la UdeC. Cátedra Gonzalo Rojas de la Universidad de Concepción. Antonia Torres Agüero, poeta residente Cátedra Gonzalo Rojas, Universidad de Concepción 2025.