Editorial: Licencias médicas y la municipalidad
Editorial: Licencias médicas y la municipalidad C uesta dimensionar aún el cambio tectónico que ha generado la Contraloría General de la República con sus "consolidados de información circularizada", que desde el 20 de mayo, cuando hizo público el primero relativo a licencias médicas en el sector público y viajes al extranjero de los supuestos "pacientes", ha obligado a colocar la mirada en la eficiencia y probidad del sector público, y un Estado que en los últimos años no ha parado de crecer en cuanto a empleador.
Como uno de los efectos más recientes de estos informes, el municipio de Puerto Montt anuncio la presentación de una querella criminal, declarada admisible por el tribunal 24 horas después, por la presunción de delitos en las licencias médicas que entregaron funcionarios de la casa consistorial durante el año 2024. En el duodécimo Consolidado de Información Circularizada, la Contraloría estableció que la municipalidad puertomontina fue la quinta del país en el listado de los gastos por licencias médicas del personal.
En sólo un año, el municipio tuvo que desembolsar $14 mil millones en estos permisos, lo que equivale, según explicó el alcalde Rodrigo Wainraihgt, a la construcción de un Parque Costanera, un Cesfam o un establecimiento educacional. Con la acción legal, se busca definir la existencia de eventuales delitos por la arraigada práctica de presentar licencias médicas con fines distintos a la mejoría de la salud. Un vistoso detalle de esto lo entregó el propio jefe comunal, al mencionar que sólo cinco médicos otorgaron 2.500 licencias el año pasado.
Será la Fiscalía quien tenga que establecer las actuaciones de los funcionarios municipales y de los médicos, pero los primeros indicios, al menos, ya muestran números inquietantes para una municipalidad que dirige los destinos de la ciudad más importante del sur austral del país.
No hay ninguna duda de que en la casa alcaldicia, como en las de todas las del país, existe una gran mayoría de funcionarios que cumple sus tareas con diligencia, vocación de servicio y sentido de urgencia cuando se le necesita, pero los informes de Contraloria han dejado muy claro que hay otros que se aprovechan de su posición y que aparentemente están de más, pues las funciones municipales se han seguido desarrollando con normalidad. Aquello requiere de una cirugía profunda, empezando por Puerto Montt.. Que la casa alcaldicia de Puerto Montt haya tenido que gastar $14 mil millones el año pasado es un escándalo. E Editorial