Rosanna Costa "No he buscado nunca el poder"
Rosanna Costa "No he buscado nunca el poder" PRESIDENTA DEL BANCO CENTRAL: Rosanna Costa "No he buscado nunca el poder". Rosanna Costa "No he buscado nunca el poder" ESTA INGENIERA NO TRANSA SU SERIEDAD Y COMPROMISO CON LA POLÍTICA MONETARIA Y LA DERROTA DE LA INFLACIÓN, A LA CABEZA DEL BANCO CENTRAL QUE CUMPLIRÁ 100 AÑOS EN 2025. COMO LA MUJER MÁS PODEROSA DE LA ECONOMÍA NACIONAL, COSTA DEJA ENTREVER UNA RICA HISTORIA PERSONAL. Y ADVIERTE: “SI COMO PAÍS QUEREMOS CRECER MÁS RÁPIDO, HAY QUE TOMAR OTRAS MEDIDAS”. POR María Cristina Jurado.
FOTOGRAFÍAS: Sergio Alfonso López Los Los techos altos e imponentes, los lamparones brillantes, brillantes, los cuadros de hombres ilustres, la atmósfera monacal de las salas que componen la oficina de la primera presidenta del Banco Central en su historia, Rosanna María Assi. mta Costa Costa, 66, no logran opacar la emoción en su voz. La marca de esta presidenta es la discreción. discreción. Hablar de sus procesos es una tarea que la desafía. Hoy es 18 de octubre y, a pesar de la fecha que recuerda el estallido social, el centro se ve calmo. Hay un episodio que a mí me marcó: cuando falleció mi papá yo me rebelé, como se rebela cualquier hijo. Más que rebelarme, fue un dolor profundo, muy profundo. Yo sentí que algo se quebraba, que algo se me quebraba.
Después miré y dije: mira todo lo que Dios me ha dado y lo que me sigue dando, no lo desafíes a que te muestre todo lo que tienes, quitándote algo más. (... ) Mi papá estaba enfermo. Para mí era una persona muy importante en mi vida, era tremendamente importante. Y cuando él falleció, sentí un poco la sensación de que se me cayó el techo. Cuando falleció mi mamá se me cayeron los muros. Entonces, uno siente como que va caininando caininando más solo por la vida. Soy hermana mayor, tengo a mi marido, todo, pero como que uno va quedando con una sensación sensación de soledad. El hilo de voz se pierde en la sala. Es menuda, delgada, casi no se maquilla. La mujer responsable y mandatada por su cargo desde 2022 de mantener a raya la inflación en el país es un ser divorciado de frivolidades. Lo suyo es la sobriedad. Pero cuando recuerda la muerte de su padre Horacio Costa, un economista de origen italiano que falleció de cáncer a los 69 años en julio de 2001, baja sus barreras.
Ha pasado un cuarto de siglo, pero el dolor es el mismo para esta ingeniera comercial de la Universidad Católica, casada y madre de dos hijos, una de las profesionales más preparadas en Chile en el ámbito de la macroeconomía y la política monetaria del país. Costa, casada con un ingeniero civil retirado y abuela de un niño de tres, mujer silenciosa y concentrada, ha hecho, en 40 años, una carrera brillante. Sin distraerse, enfocada en su meta, logró llegar a uno de los sitiales más altos, a los que, hasta hace pocos años, solo podían aspirar los hombres. Lo que yo siempre estoy mirando es lo que me falta: el paso que viene, no el paso que di. Me fijo más en las cosas en que me equivoco, para corregirlas, que en las que hice bien.
Hoy, cuando se le pregunta si, al terminar su mandato en el Banco Central, estaría dispuesta a ser la primera mujer ministra ministra de Hacienda en la historia de Chile, responde: “Yo soy la presidenta del Banco Central.
Esa es mi ocupación”. Recuerda al presidente Sebastián Piñera, quien la puso a la cabeza de la Dirección de Presupuestos en 2010 uno de sus escalones decisivos para llegar al Central, pero también a Michelle Bachelet, quien la nombró en el Consejo del BC en 2017 y a quien le reconoce calidez. Ambos mandatarios la tuvieron en su mira y con ambos colaboró en diversas comisiones. Su carrera, dicen sus pares, ha estado marcada por accountability. Inmersa su vida entera en la frialdad de cifras, números y porcentajes, Costa es creyente. Frente a la muerte de su padre, logró racionalizar. Tenía ahí al lado mío a mis hijos, a mi marido. Y yo me estaba restando de ellos. Y tú miras al costado y miras las carencias de otras personas y te dices, ¿de qué me quejo? O sea, lo tuve tanto tiempo... Eso no significa que se me haya quitado la pena. La ayudó ser católica. Mala católica. Yo creo, pero siento debilidad en mi creencia creencia muchas veces. Yo creo que existe Dios. No sé qué cara tiene, no sé si yo soy una muy buena hija de él, pero sí creo en él. Podría ser mejor. (... ) Yo creo que es muy difícil no creer, porque uno tiene que pararse solito al andar, caminar solito, y los objetivos se hacen más difíciles. Y caminar por la vida solo... , aunque yo no camino por la vida sola, porque estoy muy bien acompañada. Por su familia? Mi familia. Pero uno nunca sabe, hay momentos en la vida en que uno puede terminar solo, ¿no es cierto? Nadie está libre, pero dentro de esa soledad tú tienes algo a lo cual afianzarte. afianzarte. La historia de esta ingeniera que hoy juega en las grandes ligas de la economía nacional dura ya cuatro décadas. Décadas en las que se vio enfrentada a tener que estirar el tiempo entre su casa y los números. Casada feliz (hasta hoy) desde 1987 y madre de una psicóloga y de un hijo quitado de bulla que trabaja en computación, Costa llegó al Departamento de Estudios Estudios del Banco Central en 1984. Nueve años después, buscando trabajar medio día, emigró al think tank de derecha Libertad y Desarrollo. Su experiencia se profundizó con investigaciones en política fiscal, laboral, modernización del Estado y mercado de capitales. Con sus hijos Pedro Horacio y María Inés chicos, fue un tiempo tironeado. “Mi papá fue la imagen de lo que era laboral y mi mamá, la imagen de mi otra mitad, la parte femenina. femenina. Ella no trabajaba y se dedicó 100%, entonces yo crecí con esas dos imágenes.
Eso fue una complicación mucho tiempo para mí”. Yo sentía que tenía que hacer las dos cosas exactamente muy bien, y debía ser excelente en las dos. (... ) Fue un periodo en que, cuando yo estaba en el trabajo, me sentía al debe en mi casa; y cuando estaba en mi casa, me sentía al debe en el trabajo. Llegaba a la casa y, cuando los niños se acostaban y llegaba mi marido, yo trabajaba de noche, terminaba lo que tenía pendiente.
Como investigadora, en 2010 recibió un nombramiento que la catapultó: el presidente Sebastián Piñera la convirtió en la segunda directora de Presupuestos en el país: su antecesora, Victoria Arellano Stark, alcanzó a ejercer solo un año entre 1969 y 1970. Al terminar su mandato en la Dipres, la presidenta presidenta Michelle Bachelet la eligió para volver al Banco Central en 2017, en calidad de consejera. De ahí saltó a su presidencia en lii 1” 1 Í f. 1 LZ. Rosanna Costa "No he buscado nunca el poder" 2022.
Rosanna Costa, quien se reúne de forma permanente con los integrantes del Consejo del Banco Central --tres hombres y dos mujeres-para analizar y resolver sobre la temperatura y evolución económica del país, está entrenada para decisiones cruciales. Del informe de política monetaria, IPoM, y de la Tasa de Política Monetaria dependen resoluciones que afectan a toda la ciudadanía. Hoy, en uno de los cargos de más alta investidura en la economía nacional, esquiva hablar de política contingente.
Aun así, está consciente de que su responsabilidad es inherente al poder. --¿ Siente que la economía puede desligarse de la política? --A ver, yo creo que cada vez somos más, y tenemos que tener una mirada más multifacética en todos los aspectos. Pero cuando hablamos del Banco Central y hablamos de la política monetaria, y aquí por algo tenemos un Consejo diverso, el foco es bien preciso. Esta es una institución autónoma con un foco preciso: hay que controlar la inflación. Ese es el principal mandato. --El Consejo es diverso políticamente, ¿no es cierto? --Es diverso, pero no es un tema la política en el banco. El Consejo somos cinco personas diversas, pero es muy preciso el mandato del Banco Central y la política monetaria tiene su objetivación propia. Como el objetivo es bajar la inflación, entonces todo el instrumental, todo el aparato técnico y toda la modelación del banco está orientada a ese objetivo. Eso predomina. --Es la primera presidenta del Banco Central desde 1925. Y fue la segunda directora de Presupuestos en su historia. ¿Cómo se maneja una economista, cuyo terreno son los números, con el poder? --Mi terreno son los números. Trabajo en la toma de decisiones que involucran bienestar a la población, para que no tenga el costo de un proceso inflacionario, por tener una economía estable. Y ese es el foco. Y esa es mi preocupación.
No es el poder, es lo que yo puedo hacer, es cómo puedo contribuir al objetivo para el cual las instituciones están trabajando. --Pero en algún minuto del día se sentirá ejerciendo poder: usted es la presidenta del Banco Central. ¿Le cuesta mandar? --La toma de decisiones que tú tienes que tener por el cargo que ocupas, más que pensar en el poder, el foco está en cómo construimos. Cómo delibero de la mejor forma para que el resultado converja con el objetivo de la institución, que es la estabilidad macroeconómica.
Más que estar pensando en el uso del poder o en el poder per se, debe ser una toma de decisiones informada, manejando equipo y compartiendo información. --¿ El foco es hacer una buena pega, dice usted? --Eso es.
O sea, el conocimiento, las características tuyas, el sacar lo mejor de quienes están contigo, el poder deliberar, el compartir con el Consejo y tomar entre todos las mejores decisiones, están al servicio del resultado. --¿ Eso tiene que ver con su personalidad o con la naturaleza del trabajo? --Yo creo que tiene que ver con las personas. Yo no sé cómo lo viven otros, pero en esta institución la gente está muy al servicio del resultado. Una institución que está orgullosa de lo que ha logrado, aquí todos son muy comprometidos.
Donde la excelencia ocupa un lugar muy importante, que le gusta ser transparente y que de verdad siente que está haciendo algo que es servicio público. --¿ Y cuán importante es la excelencia para usted? --A mí siempre me enseñaron, o así lo recibí, porque las enseñanzas cada uno las recibe de una manera u otra. La enseñanza fue elige la carrera que quieres, pero hazlo bien. (... ) El camino es ser lo mejor que tú puedas, desafiarte a ti misma.
Yo trato de ser lo mejor posible todos los días. --¿ Se sintió alguna vez rompiendo el techo de cristal? --Yo creo que cuando llegué a la Dirección de Presupuestos fue un hito, porque era un cargo que se veía muy masculino, a pesar de que había habido una mujer antes.
Había estado un año, no mucho tiempo, y hacía mucho tiempo atrás. --Se la llama la mujer más influyente del mundo económico en Chile. ¿Qué la hacen sentir esas palabras? --De verdad, yo no estoy aquí, ni estuve en la Dipres, no he buscado nunca el poder de ninguna manera, no sé si sé manejar el poder. No es mi tema. Las condiciones se dan aquí con la compañía de un Consejo, con la compañía de todo un equipo. Y eso es lo que hago.
El poder per se no es algo que a mí me atraiga. (... ) Yo recibo la responsabilidad de estar a cargo del Banco Central y del Consejo del Banco Central, y recibo ambas con mucha conciencia, porque sé la importancia y la grandeza que tiene la institución. --En 2025 el Banco Central cumple 100 años. Y en octubre se cumplieron 35 desde la consagración constitucional de su autonomía. Es un tiempo importante. ¿Usted siente el privilegio de presidirlo? --Es un tremendo privilegio. Además, que me va a tocar, si Dios quiere, acompañar al banco en su centenario. El próximo año cumple 100 años. Y los cumple con una solidaridad institucional bien importante, con prestigio. Toda su gente está muy comprometida con mantener esa responsabilidad, ese apego al compromiso, el ser transparente, el trabajar por la estabilidad macroeconómica, que es su rol. Pero esta presidenta --cuyos padres compartían ambos apellidos.
Rosanna Costa "No he buscado nunca el poder" (“Yo soy Rosanna Costa Costa”), aunque no eran primos hermanos y cuyas familias provenían de Santa Margarita en Rapalio, Italia, admite que su fortaleza profesional también nace de su estabilidad personal. Con hijos independientes, el achoclonarse la familia completa completa un viernes a mirar una película, sigue siendo un momento estelar para esta mujer que, de día, maneja a 750 personas. Y, después de 37 años de matrimonio, su unión con el ingeniero Pedro Ignacio Mujica la revitaliza y la centra. Si tú me preguntas a mí, he disfrutado enormemente la maternidad. maternidad. Disfruto a mis hijos hasta el día de hoy y disfruto enormemente enormemente a mi marido, que ha sido una pareja, una compañía. Tengo un marido que me ha acompañado muchísimo, que me entiende, que está siempre presente, que ha entendido lo que ha sido el recorrido de estos años. (... ). Un compañero como un espejo. El ha sido como el cable a tierra.
Y se ha jugado y ha comprendido la necesidad de que yo me acomode en mis dos amores. tiQue es lo más dflcil de ser presidenta del Banco Central? Yo diría que hay días mejores que otros. A ver, a veces siento que me cuesta hacerme espacios para mí. Me gusta mucho trabajar con los equipos, me gusta mucho la riqueza que tiene el grupo de consejeros, consejeros, que involucra muchas reuniones. Y me cuesta generarle más espacio a mi familia, a mi parte personal. (... ) Me cuesta encontrar un espacio para mi yo personal, porque estoy dividida entre todo el mundo. Pedro Ignacio Mujica hoy está retirado de su profesión, y dedica su tiempo a concretar proyectos en su casa. Allí se queda cada día cuando ella sale a las ocho de la mañana rumbo a la Plaza de la Constitución Constitución y al Banco Central. Es una presión para usted? No, él hace que no sea presión. Me acompaña mucho. Mis hijos me acompañan también, a mí me gusta estar con ellos. Me encanta mi familia y me gustan cosas simples, como juntarnos todos arriba de la misma cama a ver una película. No más que eso, pero estar todos juntos. Mi hijo vive conmigo, es el mayor.
A él le gusta la computación computación y en eso está trabajando. (... ) Me gusta mucho juntarnos todos y a veces, todas las veces que puedo, mi nieto llega y se queda el fin de semana y yo feliz. Se queda desde que era guagüita. Y usted se levanta en la noche para verlo? Sí, me gusta. Yo disfruto eso. Y si tú me preguntas qué cosas me cuestan más, los viajes me cuestan. Costa ha contado cómo la primera vez que viajó sola con su marido marido llevaban 30 años de matrimonio. ntes, solo me había movido a un curso y él me acompafió.
Y un viaje cortito de dos o tres días que él se ganó a Paraguay”. cLa madurez no la ha hecho ser más expansiva? ¿ Cómo se relaja hoy? Han sido distintas cosas a través del tiempo, pero siempre con mi gente, siempre. Salir con mi hija de compras, pero ya no puede tanto. Pero entonces yo me llevo a mi nieto y me quedo con él. Cosas simples: salir nosotros tres a la playa. O los tres, más mi hija, mi yerno y mi nieto, nos arrancamos. Eso es como mi todo. Es que no importa dónde, estamos juntos. Lo que importa somos nosotros. 6Yque le ha reportado en la vida esa sencillez? Es que no busco nada a cambio, así soy nomás. Entonces, no sé qué es lo que me ha reportado. Podría ser de otra manera, pero no sé si seria más feliz. Yo quiero estar con ellos y si no quieren salir, estamos estamos ok si quieren salir a andar en auto, ok, la cosa es que estemos juntos. rW así es feliz? Me considero plena. Y yo creo que eso es felicidad. De los 750 trabajadores del Banco Central de Chile, 34% son mujeres. Es una cifra que, dice su presidenta, podría ir en aumento. No es fácil, porque es una institución centenaria con poca rotación. El tema institucional es importante para Rosanna Costa. Tenemos trabajo en varias dimensiones. Cuando hacemos concursos, concursos, tiene que haber una mujer en los paneles. Y, para los cargos gerenciales, tiene que haber una competitiva en la terna o quina final. En el trabajo interno del banco hacemos talleres de liderazgo con el tema del sesgo inconsciente en el que influye la cultura que vivimos hombres y mujeres. Y, cuando haces encuestas, nosotros somos quintos quintos en el Great Place to Work. Además, las acompañamos con mentoring mentoring para que ellas asuman cargos de jefatura. Los expertos coinciden en que nuestro gran problema no es la desigualdad, sino la falta de crecimiento. Con un 2,3% de crecimiento y un 8,9% de desempleo, ¿usted tiene esperanza? Como Banco Central, lo que hacemos es llevar la economía siempre a crecer a su capacidad: la estabilidad macroeconómica es nuestro rol. Y para eso, tenemos que conocer cuál es el crecimiento de largo plazo, ese crecimiento que nos da estabilidad, que nos permite permite crecer sin presiones inflacionarias ni deflacionarias. Lo calculamos calculamos periódicamente y entregamos ese resultado al Parlamento en septiembre. O sea: esto es lo que podemos crecer sin presiones. No tenemos más instrumentos. El último nos dio 1,8% como crecimiento de largo plazo. Tomar medidas frente a un Chile que crecerá solo 1,8% en el largo plazo, no le compete al Banco Central, recuerda Costa. Se arrellana en su sillón de cuero negro: Esa decisión le corresponde corresponde a la autoridad política. Nosotros Nosotros decimos: eso es. Y, por lo tanto, si como país queremos crecer más rápido, porque eso genera bienestar, hay que tomar otras medidas. Medidas que aumenten la productividad, el empleo, la fuerza de trabajo, las horas trabajadas, que mejoren la calidad del trabajo. Medidas para aumentar la inversión y la eficiencia y calidad de esa inversión. inversión. No es lo que hace el banco. Ese desafio lo tenemos como país. Los expertos internacionales y nacionales señalan que Chile está estancado económicamente. ¿Puede nombrar dos medidas para retomar el crecimiento? Las medidas las define el gobierno. Pero los instrumentos para crecer más son mejorar la productividad, aumentar la inversión, mejorar la capacitación, educar. Aquello que mejore la calidad del trabajo y que incentive la participación. Rosanna Costa algún día escribió poemas. Estaba en la Universidad Universidad Católica y era su secreto, escribía para ella.
Tal vez escriba de nuevo cuando termine su período en el Banco Central, cuando ya no tenga que tomar un avión tras otro rumbo a reuniones internacionales internacionales como la reciente con el FMI y el Banco Mundial en Washington. Finalizada su presidencia, quiere bajar las revoluciones. Estar más en su casa, dedicarse a su familia. Probablemente, no voy a estar las 24 horas en mi casa, pero ojo, que yo en ella no me aburro. Quizás haga algo con más flexibilidad, con más espacio. A lo mejor me pongo a estudiar: a mí me gusta la psicología, me gusta la filosofia, también la psiquiatría. Y me gusta escribir. Quedó guardado en los cuadernos y ahí está, escondido en alguna parte. Puede ser que yo retome eso algún día. Presidir el Banco Central es un tremendo privilegio. Además, que me va a tocar, si Dios quiere, acompañar al banco en su centenario”..