Una "gran síntesis": los primeros gestos del Papa a ojos de los cardenales
Una "gran síntesis": los primeros gestos del Papa a ojos de los cardenales Al presentarse ante el mundo, lució la muceta roja y una cruz pectoral dorada, al estilo de Benedicto XVI. Dejó de lado el Fiat 500 blanco de Francisco y optó por un SUV negro. Y en la tradicional primera audiencia con los más de 4.000 periodistas que cubrieron el cónclave, concluyó con una bendición en latín.
Su predecesor argentino, en cambio, el 16 de marzo de 2013 había preferido ofrecer una bendición silenciosa ante la prensa internacional, "respetando la conciencia de cada uno, pero sabiendo que cada uno de ustedes es hijo de Dios". A diez días de la elección de León XIV, los sectores más conservadores de la Iglesia exultaron con entusiasmo cada uno de estos gestos, e intentaron apropiarse de la figura del nuevo Papa, presentándolo como una contracara de Francisco.
Aunque todavía es pronto, la mayoría de los cardenales que lo eligieron coincide en señalar que en lo esencial hay mucho de Francisco en León. "Yo estoy confiado en que tomamos la decisión correcta (... ) Sentimos que León XIV realmente va a sostener la visión de Francisco, especialmente su llamado a que la Iglesia sea una Iglesia sinodal en misión.
No esperamos que sea una fotocopia o un clon de Francisco, porque tiene una personalidad completamente distinta, pero creo que tiene muchas cosas originales para aportar", dijo a La Nación el cardenal filipino Pablo "Ambo" Virgilio David, presidente del episcopado de su país.
Coincidió con esta visión el cardenal estadounidense Robert McElroy, arzobispo de Washington. "Veo al nuevo Papa en continuidad con Francisco y justamente eso, la continuidad, fue un factor central por el que fue electo mayoritariamente en el cónclave", aseguró. "Por supuesto es distinto, tiene una personalidad diferente, pero hubo varios elementos de Francisco que la gran mayoría tuvo en cuenta en el cónclave para elegir a Prevost: un discípulo misionero, como indica la "Evangelii Gaudium" (documento programático de Francisco); la cuestión de la sinodalidad; la visión de Iglesia como hospital de campaña, que no está ahí para juzgar, sino para curar a los heridos de hoy; los esfuerzos puestos para reformar la curia romana", precisó McElroy. Varios cardenales quedaron impactados la semana pasada por el estilo sinodal de León XIV. Tras su primer discurso programático ante ellos, en un fiel reflejo de su compromiso con la Iglesia sinodal impulsada por su predecesor, el nuevo Papa abrió un espacio para preguntas e intercambio de ideas. A quienes no pudieron intervenir en persona, les ofreció la posibilidad de enviar sus sugerencias por correo electrónico.
En un contexto marcado por un cónclave en el que muchos cardenales no se conocían ni se habían visto antes, surgió una propuesta concreta: establecer al menos una reunión anual entre el Papa y los cardenales. "León XIV fue muy amable y muy cálido. `Gírense hacia sus vecinos, dos o tres, y compartan', dijo. Y lo hicimos. Después, hubo tiempo para las preguntas. Y él respondió todas las que el tiempo permitió", dijo el cardenal checoestadounidense Michael Czerny.
El prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral admitió que el hecho de volver a usar la muceta roja o regresar al Palacio Apostólico puede verse como un gesto hacia quienes se sintieron algo desilusionados con Francisco. "Y aquellos que no estaban desilusionados con Francisco pueden leer o ver claramente que él, León XIV, está en esa misma línea", precisó.
Otros cardenales destacaron, además, que a diferencia del cónclave de 2013 --cuando no se elegía a un sucesor tras una muerte, sino después de una renuncia--, esta vez el clima de afecto, tristeza, luto y conmoción que rodeó la elección influyó profundamente en los 132 cardenales electores. "Pudimos ver desde el funeral de Francisco, cuando 400.000 personas se hicieron presentes y, además, líderes de todo el mundo, no solo de la Iglesia, para decirle adiós, que era muy claro que no estábamos solo votando a un Papa para la Iglesia, sino también para el mundo", dijo el cardenal Stephen Chow Sau-yan, obispo de Hong Kong.
Le hizo eco el cardenal Fernando Chomali, arzobispo de Santiago de Chile. "Nunca en mi vida había visto tanta gente y tanto dolor al mismo tiempo... Ver al Papa Francisco en el ataúd, ver a líderes de todo el mundo rindiéndole homenaje y a los cientos de miles de personas que hicieron filas de hasta cinco horas para despedirse de él, me desgarró el corazón. ¡Francisco se ganó el corazón del mundo! ", subrayó. Respecto del nuevo pontífice, añadió: "El Papa recién electo es una persona que tiene claridad meridiana de lo que significa tener dos orejas, dos ojos y una sola boca. Escucha y observa muchísimo más de lo que habla.
León XIV conoce el mundo, pero no desde la mirada del turista sino del misionero". Y se animó a trazar una proyección: "León XIV, en lo pastoral, seguirá la senda del Papa Francisco y en lo intelectual, a Benedicto XVI: una gran síntesis para los tiempos que corren". Tras elegirlo en el cónclave Una "gran síntesis": los primeros gestos del Papa a ojos de los cardenales Aunque con guiños a la tradición, destacan que mantenga sintonía con el legado de Francisco. ELISABETTA PIQUÉ LA NACIÓN, ARGENTINA, GDA LOS CARDENALES estuvieron presentes en la misa de entronación de León. EFE.