COLUMNAS DE OPINIÓN: Los verdaderos culpables
COLUMNAS DE OPINIÓN: Los verdaderos culpables La fragilidad de nuestro sistema eléctrico siempre ha sido materia de discusiones y también de olvidos ya que forma parte de una serie de situaciones que conocemos y entendemos como críticas pero que no somos capaces de afrontar con las medidas necesarias para darles solución en forma definitiva.
No tan solo nuestras redes de energía eléctrica son susceptibles de fallas catastróficas, sino que también carreteras, puentes y vialidad en general en un país tan largo como el nuestro que en la gran mayoría de los casos no presenta alternativas ante el colapso de nuestra infraestructura de con ectividad territorial.
La falta de inversión y de fiscalización se suma hoy a la tardía reacción de un gobierno que no tiene ni sabe a quien culpar a que no entiende las causas de los eventos ni tampoco se esfuerza por entenderlas y termina por emitir vocerías o comunicados ambiguos e intrascendentes.
Lo cierto es que toda falla es presumible y que en alguna parte existe un problema que solucionar en el sentido de tener una alternativa de aplicación inmediata que no paralice el país por tanto tiempo como sucedió en el reciente apagón en el cual, aparentemente, nuestras autoridades se informaban de los hechos a través de la prensa.
Nuestra Región tuvo la posibilidad concreta de construir no tan solo una central hidroeléctrica sino que tres o cuatro si contamos las que se pretendía día levantar en sectores de los ríos Baker y Pascua, sin embargo los miles de trámites que una muy equivocada legislación ambiental les exige a este tipo de proyectos demoró el asunto hasta ahuyentar los recursos que empresas privadas estaban dispuestos a invertir en Aysén. Súmase a esto la acción destructiva de pseudo ambientalistas muy bien financiados que se oponen a todo tipo de desarrollo en nuestra tierra austral. Todo intento por extender redes eléctricas también ha sido obstaculizado por varios personajes siniestros que ayudados por una tóxica Permisologia nos impiden el desarrollo y el crecimiento. Ahí radica la causa de nuestro atraso por lo tanto es ahí donde hay que buscar a los c pables. Opinión Orlando Baesler Arquitecto.