Escritos desde la cárcel
Escritos desde la cárcel 5105DF. diplomatiqise HÉCTOR LLAITUL ESCRITQS DESDE LA CARCEL ktIcu(nypaLabrasdeew Cdliriaprlsúi poütica Escritos desde la cárcel Héctor Llaitul Editorial Aún Creemos en los Sueños. 2024,68 páginas No es el primer preso de carácter político político y social que escribe desde la cárcel. Son bien famosos los Cuadernos de la cárcel de Antonio Gramsci. Llaitul hace hace lo propio desde una cárcel de Concepción Concepción donde se encuentra condenado a 23 años por ley de seguridad interior del Estado. La torpe discusión periodística periodística de si se trata o no de preso político político queda ampliamente resuelta en este libro. El que está hablando obviamente no es un “delincuente común” sino un dirigente político plenamente con vencido de lo que está haciendo.
Dice en la página 13, “Yo escribo en mi condición condición de preso político desde una cárcel chilena ubicada en Concepción, limite histórico del Wall Mapu”, y agrega más adelante, “lo que es mi determinación en la vida.. , es la liberación de mi pueblo... pueblo... lo que me obliga a una posición política, a un análisis político bien fundado....”. fundado....”. Le guste o no le guste a los detractores, detractores, se trata de un dirigente que habla con fundamento. El libro comienza con una retrospectiva retrospectiva histórica de cómo afectó el golpe de Estado a la Araucanía en particular, particular, instalando los imperios forestales que son la base material de este actual conflicto.
Llaitul insiste en todo el libro que el accionar de la CAM es exclusivamente exclusivamente contra las empresas forestales, forestales, y deslinda responsabilidades sobre acciones de otra naturaleza, como incendios incendios de iglesias, molinos, o ataque artero a carabineros.
“El movimiento mapuche autonomista territorial es una respuesta a la profundización de esta situación.. :. Un capítulo se refiere al caso Huracán, al montaje que allí se produjo y el papel que juega la prensa y los medios en este conflicto, criminalizando, criminalizando, acusando, montando situaciones situaciones que no son reales. Por eso la lectura de uno de sus protagonistas principales principales es de mucha importancia e interés. Afirma, “la forestación que se plantea desde este desarrollo capitalista resulta ser en el fondo e1 exterminio del Pueblo Mapuche”, en lo que no podemos estar más de acuerdo. La linealidad que plantea en el proceso proceso de “Reconstrucción del Pueblo Nación Mapuche” es, sin embargo, cuestionable, cuestionable, no solo por su carácter fuertemente fuertemente ideológico sino observando la experiencia internacional. La relación entre los sabotajes, la autodefensa y la construcción de una sociedad con altos altos niveles de autonomía, es mucho más compleja.
Los efectos secundarios de la “acción directa” no pueden ni ser medidos, ni controlados y producen lo que estamos viendo en el sur en que la gente corriente y las propias coniunidades coniunidades mapuche la pasan muy mal. Los factores que determinarían un proceso de reconstrucción de esta naturaleza, son múltiples, requieren alianzas de las que el autor no habla, o más bien incluso desconoce y critica.
Como tantos movimientos movimientos políticos de este tipo, el gran peligro es su aislamiento, y no dar cuenta cuenta de tina realidad mucho más amplia y compleja que cruza tanto a la sociedad chilena actual como al mundo y por cierto a la sociedad mapuche.
Es de esperar esperar que estas páginas sean de utilidad para aplacar las tendencias histéricas que dominan en el análisis del tema mapuche mapuche del sur, y poner peldaños pequeños pero firmes para un diálogo que conduzca conduzca a la paz y la justicia en esos territorios de tan largos e históricos conflictos. José Bengoa.