Los Tres Pecados de la Política Antártica
Los Tres Pecados de la Política Antártica Nonerosas Nonerosas declaracioncay declaracioncay comentarios comentarios sobre al tem. a ant4rtico se han producido estas semanas a raíz de uueativaa de Argentina y el presunto anuncio de hallazgo dr petróleo por parte de Rusia. generando confusión y subrayando la importancia do aclarar puntos puntos que no alejen a Chile de la correcta doctrina anLártica y eviten errores con potenciales consecuencias negativas. Primer Pecado: la ignorancia Los derechos antárticos de Chile nosurgieroas con el Decreto Decreto del año 1941), cuyo propósito fue delimitar formalmente los limites exteriores de nuestra soberanía antártica.
Estos derectos se remontan a derechas histéricos que sepuedenrastrear hasta Las Bulas Papaios del siglo XV. que otorgaron la posesión de las tierras no descubiertas al Reino de España, con jurisdicción jurisdicción bujo la Capitanía G eneral de Chile.
Estas antecedentes cap] icasi los derechos adquiridos adquiridos por Chile sobre ci territorio antártico yelejercicio soberano del psis desde sus inicios, que se remonta, según se observó, a tiempos muy anteriores al Decreto N1747 de 1940.
Sostener, por lo mismo, la tesis de que el territorio antÁrtico antÁrtico chileno se incorporó a Chile únicamente a partir de La promulgación de este decreto en 1940, corno han argumentado algunas autoridades locales, es un error que soe. ava las aspiraciones aspiraciones de Chile.
Tan grave corno el cometido el año pasado por un embajador con altas responsabilidades de nuestra Cancilleria, quien en un audio filtrado desconoció la obligación dr neutralidad que recae sobre Chile en la administración dci estrecho de Magallanes, según lo establece el Tratado de Limites con Argentina de 1381. Ambos constituyen descuidos gravee que atentan precedentes y abren la puerta a tesis como el “cogoblerno” del estrecho de Magallanes. Magallanes. mencionado en libros de defensa. Por Jo tanto, no es extraño concluir que la errónea interpretación que prevaleció desdeel2009liastazVzosobrelos derechos chilenos en la plataforma plataforma continental magallánica, se basa en la misma imprudencia.
Segundo Pecado: la coafusióa Que Rusia haya encentrado petróleo bajo la plataforma arttórtica arttórtica ea lo que debería enfocar las debates antárticos en Chile. y no si Argentna hace o deja de hacer algo en la Antártica.
Rusia eseL únicopais que opera una flota flota de rompehielos de propulsión nuclear delos cuales siete operan en elArtieo, la misma Rusia que transgrede y viola el derecho internacional público ante la agrrrsidnmilitara Ucrania. ¿Por qué entonces habris Rusia de respetaren el futuro el Tratado Antártico? Ahí están los desafias futuros y los adores reales a los que Chile se enfrenta en la regide regide de MagalLanes y Antártica Chilena. No se treta deL vecino, sino de las ambiciosas agendas de potencias poderosas a las que nuestra politica antártica debe enfrentarse.
Eas capacidades materiales de ChiLe son Lirnitad. ae para contrarrestar contrarrestar embestidas como las de Rusia, o China con la depredación depredación pesquera en el mar subantártico, subantártico, e incluso de EE.UU. con su. intersis de cnnsoiidsrae en Tierra del Fuego a LravLs de instalaciones logísticas. El sur se está transformando en un teatro de rivalidades globales que nos obliga a mantener un diálogo continuo y estrstcgico con Argentina.
Sin embargo, para lograr esto, elgobieron debe dejar de lado su visión universalista universalista sobre el extremo austral, ya que no sólo oos debilite., sino que lambidos allana el caoino a agendas agendas agresivas de las potencias. Tercer Pecado: la ebsesi6a Magallanes ea la región cuannenta] cuannenta] más cercana a la Antártica, eco costas a menos de 850 Lun de distancia. A pesar de este gran valor geopolitico, nose aprovecha de manera efectiva, inteligente y eonstasste.
La concentración de las escasas capacidados de Chile en un Centro Antártico al norte del estrecho de Magallanes o en un muollee incluso enrnediátieas sesiones parlamentarias, ambas en la punta norte de la Antártica chilena, a más de 1000 Lun del Polo Sur, revelan el desorden existente yuna preocupante falta de profundidad geopolitica en la polltiea antártica chilena.
Chile debe enfocarse en avanzar hacia el Polo Sur de manera ordenada y sistemática, abordando todos los eslabones geográficos, tanto antárticos antárticos (Tierra do ONiggins) corno subaotárticos (Tierra del Fuego e Islas Australes), a través de un conjunto de iniciativas capaces tIc enfrentar los nuevos escenarios.
Que la Antártica genere intcrta es positivo, pero sólo será un momento vsrtuose al va acompañado de iniciativas de infraestructura de concctividad concctividad que nos permitan tener un control indiscutible sobre e] acceso al Continente Blanco. Hacerlo, no obstante, desde una perspectiva ideológica o electoral ea perjudie sal, porque carece de un propósito claro y no considera los intereaes de Chile. Es momento dr cambiar nuestro enfoque y dejar de poner “los bueyes detrás de la carreta” y fortalecer tas áreas correctas desde el inicio, en logar de actuar deforma reactiva. Para lograrlo, se necesita desprendimiento y una visión de Estado que se anticipe a las necesidades de las nuevas generaciones y a los desafioa futuros. Los Tres Pecados de la Política Antártica Alsjaadro KusaastLc Ghsarttc Sessador pnr MaíalLsnrs.