Autor: Carlos Aguirre-Nuñez Investigador USS, consejero del Consejo de Políticas de Infraestructura
Columnas de Opinión: Hacia un Sistema Nacional de Inversiones
Columnas de Opinión: Hacia un Sistema Nacional de Inversiones ColumnaE 1Sistema Nacional de Inversiones (SNI) ha sido, por déadas, una pieza clave en el desarrollo del país, permitiendo priorizar proyectos con beneficios claros para la sociedad. Su enfoque basado en la rentabilidad social ha garantizado que los recursos públicos sean destinados a iniciativas de alto impacto. Sin embargo, las transformaciones que enfren-ta Chile, tanto a nivel territorial como social, exigen una miradarenovada y más integral. Hoy, no basta con que una inversión sea económicamenteSin embargo, llevar estas propuestas a la práctica exige enfrentar desafíos significativos en tres dimensiones. Primero, lo esencial: lograr que todos los actores involucrados comprendan y asuman el enfoque territorial, especialmente quienes diseñan, evalúan y aprueban proyectos. Segundo, lo procedimental: modernizar las normas y metodologías para alinearlas con las necesidades locales y los nuevos retos sociales. Y tercero, lo formativo: implementar programas de capacitación permanente para funcionarios públicos, consultores y tomadores de decisiones, asegurando que el sistema sea gestionado con conocimiento y sensibilidad territorial. El desalío es monumental, pero también es una oportunidad histórica. Abordar las desigualdades desde una perspectivaterritorial no solo mejorará la calidad de vida de quienes viven en las zonas más rezagadas, sino que también fortalecerá el tejido social y económico del país. La inversión pública debe ser más que un ejercicio técni debe convertirse en un instrumento para articular territorios diversos y construir un país más justo. El momento de actuar no es mañana, es hoy. Porque cada decisión que postergamos significa perpetuar las brechas y negar oportunidades a quienes más las necesitan. Es hora de apostar por un sistema que refleje el verdadero potencial de Chile y su gente. rentable. Es imprescindible que esta sea también coherente con las particularidades de cada territorio. Las desigualdades estructurales que enfrentan las zonas extremas, rurales y ambientalmente vulnerables evidencian que las soluciones genéricas no logran abordar las necesidades específicas de cada comunidad. Aquí radica el desafío: adaptar el sistema a una realidad diversa y profundamente desigual. El Consejo Nacional de Desarrollo Territorial (NDT) hatomado la iniciativa de analizar estas tensiones, aportando un diag nóstico claro y propuestas concretas.
Entre sus conclusiones, destaca laimportancia de coordinar las normativas urbanísticas de indiconlos criterios de evaluación de proyectos, la creación cadores para medir los impactos en la equidad territorial y lanecesidad de avanzar hacia una descentralización fiscal efectiva..