“Nunca dejaré la montaña”
“Nunca dejaré la montaña” I ngeniero, investigador, miembro de la Academia tártico Chileno, Gino Casassa es uno de los glacióChilena de Ciencias y actual director del Instituto An logos más reconocidos del país. Su trayectoria incluye un centenar de artículos científicos publicados, numerosas expediciones y diversos reconocimientos a su trabajo por la conservación de sistemas polares y montañosos. No por nada fue el autor coordinador líder del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático de la ONU que, en 2007, recibió el Premio Nobel de la Paz.
El origen de su historia está en la montaña, de la que se enamoró desde muy pequeño y que exploró ávidamente durante su juventud, cuando llegó a ser galardonado como el Mejor Montañista Chileno en 1982. Esta relación se ha mantenido viva a través del tiempo y hoy la cultiva por medio de su trabajo, subiendo cerros, haciendo trail running y, esporádicamente, esquí de fondo. Ese es su hábitat y de ahí no lo saca nadie. ¿Por qué la montaña? “Mi padre era soldado de las tropas alpinas italianas. En la posguerra llegó a Chile y siempre mantuvo la práctica. Los fines de semana nos llevaba de paseo a Lo Curro y al Manquehue, donde se sentaba en una piedra en la cumbre a leer el diario.
Cada vez que puedo, hago esa ruta y recuerdo a mi padre en ese mismo lugar”. ¿Qué te hizo seguir una y otra vez? “La aventura, querer mirar qué había más allá, explorar lugares a los que muy pocos habían llegado y hacer nuevas rutas, sobre todo escalando”. ¿Cómo te sientes en la cumbre? “Es lo máximo. Poder observar, sentirse Es como estar en el cielo.
Lamentablemente pasa rápido, porque hay que pensar en el segundo gran desafío: bajar”. ¿La montaña te llevó a los glaciares? “Definitivamente, mi pasión por la escalada, explorar y conocer forjaron mi carrera profesional”. ¿Los años intentan alejarte del deporte? “Hace un tiempo, tuve tendinosis aquiliana y un diagnóstico médico indicó que no podría trotar más. Pero una kinesióloga me sanó y sigo activo. La edad no importa, sino las condiciones físicas y mentales.
Mi madre, con 97 años, camina regularmente y a veces hace el circuito del cerro Calán”. ¿Cuál es tu fuerte ahora? “En el trail running, las bajadas (ríe). En la montaña, los cerros de más de mil metros de desnivel en el día. En el esquí, soy un esquiador modesto, pero me encanta”. ¿Qué ha cambiado con los años? “Antes me interesaba mucho la ruta de ascenso, cómo llegar. Ahora disfruto sencillamente el estar”. ¿Tus amigos o familia te siguen el trote? “Sí, aunque no es fácil coincidir. Con mi familia compartimos el gusto por la montaña. Mi hijo mayor incluso quiso celebrar su despedida de soltero en una cumbre”. ¿Cuándo te jubilarás de estas actividades? “Nunca. Aunque sea en silla de ruedas, continuaré en contacto con la montaña”. Gino Casassa Rogazinski (67):. Gino Casassa Rogazinski (67):