Preservar nuestros cielos:
Preservar nuestros cielos: O Columna JoséMiguel Castro Diputado por la Región de Antofagasta Preservar nuestros cielos: cal; son una ventana únicaal universo. En nuestra región le Antofagasta, el Observatorio Paranal y el futuro Extremely Large Telescope en Cerro Armazones simbolizan esta conexión, albergando proyectos astronómicos que representan el 60% dela observación mundial. Pero este tesoro está en peligro. Lareciente tramitación del proyecto INNA, promovido por AES Andes, plantea un desafío sin precedentes.
Su construcción cerca deParanal, destiI oscielos del norte de Chilenosolo son un patrimonio looscielos del norte de Chilenosolo son un patrimonio loDesdennestros nadaa producir hidrógeno verde, amoniaco y energía cielos se escriben renovable, tiene méritosinSoi negables.
No obstante, su páginas de la ubicación generainquietud historia del en la comunidad astronóuniverso". mica, preocupada por las emisiones de polvo, la turbulencia atmosférica y la contaminación lumínica que podrían comprometer la calidad de nuestros cielos prístinos. Es posible compatibilizar desarrollo y conservación. El desafioradica en encontrar un equilibrio que permita avanzar en la agenda de energías limpias sin sacrificar nuestra riqueza astronómica. Desde el Congreso, impulsé con firmeza la Ley de Contamide Contaminación Lumínica, una normativa diseñada para protegerzonas de valor científico, turístico y cultural. Esta ley exige que todo proyecto en áreas sensibles presente un Estudio de Impacto Ambiental, asegurando que el crecimiento económicono comprometa recursos irremplazables como nuestros cielos. Es esperable, entonces, que el proyecto INNA también sea analizadoen profundidad. Chile ya ha demostrado ser pionero en la preservación astronómica. Sin embargo, iniciativas como el proyecto INNA nos. recuerdan que debemos reforzar los marcos regulatorios y la colaboración público-privada. Este megaproyecto, alineado con la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde, puede y debe adaptarse a las exigencias de la comunidad científica. La protección de los cielos no es un lujo, es una responsabilidad global. Antofagasta nosolo serála capital dela astronomía, sino también un faro de sostenibilidad. Debemos mostrar al mundo que el desarrollo económico y el respeto por el medioambiente pueden caminar de lamano. En esta convivencia necesaria, que demanda una coexistencia sustentable, me comprometo plenamente y me pongoa disposición para que se haga realidad. Hoy, hago un llamado a las autoridades, a la comunidad científica y a los empresarios: trabajemos juntos. Defendamos lo que nos hace únicos. Desdenuestros cielos seescriben páginas de la historia del universo; asegurémonos de que esa narrativa continúe brillando por. generaciones..