EDITORIAL: Nuevo hospital de Los Ángeles
EDITORIAL: Nuevo hospital de Los Ángeles EDITORIAL Hace varios años que se viene hablando de la construcción construcción de nueva infraestructura hospitalaria para atender a la población de la provincia de Biobío, que está en constante crecimiento demográfico. Aunque los anuncios sobre un segundo hospital de alta complejidad datan de años atrás, el proyecto aún no tiene visos de materializarse, en gran parte debido a la falta de un terreno adecuado. Este obstáculo, que parece trivial en comparación con la magnitud del desafío, está retrasando retrasando una solución de la salud de miles de personas. En una ciudad que actúa como eje de atención médica para la provincia, el actual complejo asistencial “Dr. Víctor Ríos Ruiz” trabaja al límite de su capacidad. Este recinto no solo debe rçsponder a las necesidades necesidades de los habitantes de Los Angeles, sino también a las de pacientes de comunas aledañas. El resultado es un sistema de salud tensionado, donde los tiempos de espera se alargan y la calidad de atención puede verse comprometida. La expectativa de un nuevo hospital es, por lo tanto, no solo un anhelo, sino una necesidad impostergable. El principal obstáculo ha sido la falta de un terreno adecuado. Las primeras alternativas, como los corralones corralones municipales de calle Colo Colo y el área cercana al proyectado estadio (en el camino a Nacimiento), fueron descartadas, lo que ha dejado al proyecto en un limbo. Es incomprensible que, en un contexto donde la salud debe ser una prioridad, el financiamiento para adquirir un terreno siga siendo un problema. El costo de esta compra representa una fracción ínfima del presupuesto presupuesto total necesario para construir un hospital de alta complejidad. No se trata de falta de recursos, sino de la voluntad política y administrativa para resolver un aspecto básico de esta iniciativa. La demora en concretar el segundo hospital tiene consecuencias directas para la comunidad. La presión presión sobre el actual sistema de salud seguirá creciendo. especialmente en un contexto donde las enfermedades enfermedades crónicas, el envejecimiento de la población y las emergencias sanitarias requieren respuestas prontas y efectivas. Los Angeles no puede permitirse seguir esperando mientras los recursos humanos y técnicos disponibles se ven sobrepasados por la demanda. El compromiso con la salud de los habitantes de la provincia del Biobío no puede seguir postergándose. Las autoridades locales, regionales y nacionales, sin sesgo político de ningún tipo, deben trabajar de manera coordinada coordinada para desbloquear este proyecto. La experiencia en otros puntos del país demuestra que cuando existe voluntad política, los problemas de financiamiento y planificación pueden superarse. La comunidad de Los Angeles merece ver resultados concretos, no solo anuncios o promesas. Es momento de que los actores relevantes activen todas las gestiones necesarias para adquirir un terreno y avanzar hacia la construcción de este hospital. La salud no puede seguir siendo un tema secundario ni un terreno para excusas. Cada día de retraso se traduce en pacientes que esperan más de lo razonable por una atencióp que podría salvar o mejorar sus vidas. Los Angeles necesita este segundo hospital, y lo necesita necesita ahora. Las dificultades no pueden ser una excusa para la inacción, sino un llamado a redoblar los esfuerzos esfuerzos en favor de una causa justa y urgente. Nuevo hospital de Los Ángeles.