Autor: Antonio Walker Prieto Presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA)
COLUMNAS DE OPINIÓN: Producir mejor para crecer más
COLUMNAS DE OPINIÓN: Producir mejor para crecer más Chile Chile tiene la oportunidad de convertirse en una potencia ecoalimentaria, un modelo donde la sustentabilidad no solo sea un valor agregado, sino el eje central del crecimiento. El sector silvoagropecuario, históricamente un pilar clave de la economía nacional, alcanzó en 2024 exportaciones por más de US$20 mil millones, con un crecimiento del 14% respecto al año anterior. La fruta fresca, después del cobre, es el segundo producto más exportado, confirmando la competitividad del país. Este éxito ha sido posible, en parte, por la mayor disponibilidad de agua en el último invierno, pero sobre todo por la capacidad del sector para innovar y adaptarse a los desafíos globales. Más allá del volumen de producción, el verdadero desafío es generar valor a través de la sustentabiidad. En un mundo donde los consumidores buscan cada vez más productos responsables con el medio ambiente, Chile debe avanzar hacia un modelo que priorice el cómo se produce sobre el cuánto se produce. Esto no solo responde a una necesidad ética y ambiental, sino que es una estrategia competitiva clave para diferenciarse en los mercados internacionales. Las economías más avanzadas exigen alimentos bajo estándares de trazabilidad, eficiencia hídrica y energías renovables. Chile ha dado pasos importantes en esta dirección, y el sector silvoagropecuario ha integrado prácticas responsables que minimizan su impacto ambiental y abren nuevas oportunidades comerciales.
Actualmente, el país representa solo el 0,26% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, y de ese total, el sector agrícola aporta apenas el 8%. Sin embargo, reducir la huella ambiental es solo una parte del camino; el verdadero desafío es convertir la sostenibilidad en una ventaja comparativa. El crecimiento del sector agrícola no solo tiene un impacto comercial, sino que también es clave para la recuperación económica del país. En un escenario donde Chile necesita retomar tasas de crecimiento cercanas al 5% del PIB, la agricultura sustentable puede ser un motor fundamental. Un agro más eficiente, basado en innovación y prácticas responsables, no solo mejora la competitividad de las exportaciones, sino que también impulsa la inversión, genera empleo y descentraliza el desarrollo. El crecimiento de las exportaciones agrícolas refleja este potencial. En la última temporada, los envíos a China aumentaron un 20%, consolidando su posición como principal socio comercial. Estados Unidos y la Unión Europea también registraron avances del 13% y 11%, respectivamente. Además, mercados emergentes como México y Japón comienzan a abrirse a los productos chilenos, ampliando las oportunidades para el sector. Estos resultados demuestran que una producción sustentable no solo es viable, sino que fortalece el posicionamiento internacional del país. Para consolidar este modelo, es fundamental que todos los actores de la cadena productivaproductores, procesadores y exportadorestrabajen en conjunto. La colaboración garantizará altos estándares de calidad e integrará prácticas sostenibles en toda la industria, generando un impacto positivo a largo plazo. La inversión en infraestructura también será clave. Mejorar el uso eficiente del agua, modernizar puertos, fortalecer la logística y desarrollar políticas públicas que impulsen la sustentabilidad son pasos esenciales para consolidar el liderazgo de Chile en la producción ecoalimentaria. Asimismo, es necesario apoyar a los pequeños y medianos agricultores para que se adapten a estas nuevas exigencias, asegurando que la sustentabilidad sea un factor de competitividad accesible para todos. Chile tiene la oportunidad de liderar una transformación en la producción de alimentos, demostrando que es posible combinar crecimiento económico con responsabilidad ambiental. El sector silvoagropecuario no solo debe ser un motor de desarrollo, sino también un referente de cómo la sustentabilidad puede generar nuevas oportunidades y mejorar la calidad de vida de las personas. Si avanzamos en este camino, el país no solo será un actor clave en el comercio agroalimentario global, sino también un ejemplo de que es posible producir de manera eficiente sin comprometer el futuro. Apostar por un modelo ecoalimentario es la mejor estrategia para fortalecer el agro, impulsar la economía y posicionar a Chile como un líder en producción responsable. Antonio Walker Prieto Presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA).