Autor: Iván Moreira, senador UDI
Salmonicultura y Gobierno
E “Lluevesobre mojado” no essóloel título de una canción del cantante español Joaquín Sabina, es también el resumen de una industria que ha aportado mucho a las regiones del sur, Aysén, Magallanes y Los Lagos: la salmonicultura.
En semanas recientes, la salmonicultura ha recibido los embates del Ministerio de Medio Ambiente, de la ministra del Trabajo y de un artículo del “The Washington Post”, además del lio judicial por la venta de una salmonera que ha traido, desde hace tiempo, mucha “cola”. Tengo “70 mil” razones para defender la permanencia de salmonera en nuestra región y el país; son cada uno de los empleos directos eindirectos que se han creado con la llegada de la industria salmonera. Cien mil familias que han logrado un mejor pasar, un mejor vivir y un mayor nivel de bienestar del que pudieron haber tenido sin su presencia. No está demás hacer memoria y recordar las condiciones en que partió y la situación actual de la salmonicultura.
Por lo mismo, las criticas desatadas de la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, parecen un tanto fuera de contexto y algo injustas, más propias de un ambiente preelectoral que de una autoridad que debiera estar preocupada tanto de la protección de los trabajadores, como de la generación de nuevos empleos (que escasean a nivel nacional y mucho más en Chiloé). Sin duda, las salmoneras deben continuar en un proceso permanente de mejoramiento de sus estándares y condiciones laborales: bajando suaccidentabilidad a un nuevo mínimo, cumpliendo con las cuotas por concesión y cumpliendo con estándares ambientales altos de transparencia en el uso de sus antibióticos.
Pero algunas de las críticas deben ser analizadas con el cedazo de la objetividad: la sugerencia del medio norteamericano tiene que ver más con proteger la producción nacional (en Alaska) que con la afectación en Chile; la crítica de la ministra Jara tiene un componente político, aunque sin duda tiene algo de fundamento; y el Ministerio de Medio Ambiente tiene hace tiempo una animadversión contra la industria. Así como los salmones van contra la corriente para desovar y dar nueva vida, así también la industria debe navegar contra las críticas, con más y mejor esfuerzo, dedicación y transparencia.